No me resulta nada fácil escribir en estos momentos, mis sentimientos me dicen que me olvide de todo y me dedique a cosas más provechosas y gratificantes que la de tratar de analizar el rumbo de nuestro país y del resto de Europa.

De puertas hacia dentro, nuestra situación comienza a dar síntomas de desmoronamiento, fundamentalmente causado por la falta de escrúpulos de la casta política y el odio que va generando en los ciudadanos. El éxito de “Podemos”, es la consecuencia de ese odio enconado en una generación sin horizontes, sin trabajo, sin esperanzas y que ven como, día a día, la corrupción política y judicial les roba el presente y el futuro sin el menor recato.

Los pequeños partidos que han surgido de las escisiones de los grandes partidos, atomizan de manera irresponsable el deseo de cambio, y ninguno de ellos está por la labor, de verdad, de lograr pactos cuya finalidad ha de ser echar a la calle el bipartidismo corrupto instalado en las instituciones.

Cada cual va por su lado, cada cual con sus pobres horizontes de colgarse del presupuesto para vivir del cuento el resto de sus vidas, manteniendo el status quo que impera en el país, es decir, vivir muy bien a costa de hacer vivir muy mal a los ciudadanos. Mientras, el país se desangra, se arruina y estamos dando motivos a unos desarrapados para que se salten las leyes establecidas con tal de lograr un país populista imagen de Venezuela, pero donde ellos terminarán haciendo lo mismo que aquellos a los pretenden desbancar, pero multiplicado por mil.

En mi opinión, Europa es como un parto contra natura. Es un quiero y no puedo, cuyo único fin es la explotación de los países del norte a los del sur. Su finalidad, la que palpamos a diario, es la de un “cementerio de elefantes políticos”, de personas que ya no tienen vida activa en las instituciones de sus respectivos países y que, como en ellos, viven del cuento a cuerpo de rey. De hecho, no existen intereses comunes, políticas comunes, objetivos comunes. Sólo existe el Euro, para desgracia de aquellos que lo implantamos en su momento, ya que nos produjo una inflación enmascarada del 45% de un día para otro.

Pero al margen de estas consideraciones, vengo a referirme al proyecto de SOLUCIONA. Con gran ilusión y más ganas, se puso en marcha este ilusionante proyecto de país, que ante las recientes elecciones consideró oportuno no presentarse a las mismas. Gran acierto la toma de esta decisión. Ni era el momento, ni existió el tiempo y los medios para desarrollar una estructura que diera un mínimo de garantías a que tuviéramos eco social, a pesar de los miles de seguidores que Alerta Digital tiene.

SOLUCIONA pretende crear conciencia social, pretende que los ciudadanos tomen su destino bajo su responsabilidad. Queremos un país entero, sin nacionalismos, sin autonomías y sus miles de chanchullos, Eres, Gurteles, Urdangarines, empresas privadas, televisiones y demás despilfarros que nos empobrecen y separan a todos. Queremos una justicia, que sea justicia y no un apéndice los partidos que se reparten el pastel. Queremos a ciudadanos conscientes de su poder, responsables en sus quehaceres, dignos en sus vidas. Y ello no se consigue en tres meses, es una labor lenta y muchas veces dolorosa, dado que tenemos a todos en contra.

Francia nos lleva ventaja con su Frente Nacional. No hay nada que teman más los masones europeos que un partido fuerte de corte patriótico, y es en ellos donde debemos mirarnos. Es hora de unir voluntades, de olvidar personalismo, de querer sacar tajada a costa de los demás y ponerse al trabajo honorable de concienciar de que somos Españoles antes que nada, y que cada uno tiene el deber y la obligación de defender su dignidad y sus derechos históricos, los de verdad, no los utilizados por las castas nacionalistas a fin de aprovechar el momento en beneficio propio.

Así pues, SOLUCIONA acertó dando un paso atrás muy oportuno. Ahora llega el momento de unir las voluntades de aquellos que luchamos, desde la marginalidad y el ostracismo impuesto, por lograr lo mejor para nuestro gran país. Si, gran país que lo están destrozando unos ignorantes y a causa de ellos nacen propuestas que nos llevarán a la ignominia absoluta de “Podemos”. Nosotros, SOLUCIONA, sí que podemos y sin populismos, podemos con el afán de unidad, de patria, de identidad porque somos el país más antiguo de todo Occidente.