La ‘puercocracia’ española fulmina a quien le tosa…siempre que no sea moro ni corrupto: La policía cierra el asador de Marbella que permitía fumar a sus clientes
El dueño del Asador Guadalmina, en Marbella, ha confirmado que la policía ha entrado en su local para cumplir con la orden de cierre emitida por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por su negativa a aplicar en su establecimiento la ley antitabaco. En torno a las ocho y media de la tarde el asador ha cesado su actividad y ha dejado de servir comida y bebida a los clientes que aún quedaban dentro. Se estima que en el asador había una treintena de personas en el momento del cese de la actividad. En estos momentos, los clientes ya han comenzado a abandonar el local.
La policía se ha personado al filo de las siete de la tarde en el Asador de Guadalmina de Marbella para hacer efectivo el cierre del establecimiento por incumplir la ley antitabaco. Los agentes iban acompañados por los inspectores que a primera hora de la tarde entregaban en el establecimiento. El dueño del establecimiento, José Eugenio Arias-Camisón, ha permitido a estos últimos acceder al local, pero a los agentes de policía les ha recordado que no pueden entrar sin una orden judicial.
La Junta de Andalucía notificó en la tarde del jueves al Asador de Guadalmina de Marbella, que permite fumar en contra de la Ley Antitabaco, la decisión de que debe cerrar provisionalmente, aunque el dueño del establecimiento, José Eugenio Arias-Camisón, ha dicho que quiere seguir abierto y que espera a la policía, que ha llegado al establecimiento al filo de las siete de la tarde, “fumando un puro”.
Una inspectora de la Consejería de Salud se ha personado en el establecimiento a las 17.10 horas, tras lo cual se verificará si se acata la decisión de la administración autonómica, puesto que en caso contrario ya acudirían al restaurante también las fuerzas de seguridad, según han informado a Efe fuentes cercanas al caso.
La decisión administrativa se basa en que el asador ha incumplido “todos los requerimientos que le ha hecho la Autoridad Sanitaria”.
El asador registró ayer una elevada presencia de clientes a la hora del almuerzo, muchos de los cuales permanecían todavía en él local y abuchearon a la inspectora que ha notificado el cierre, al tiempo que aplaudieron a la familia propietaria.
Tras la entrega de la notificación, el propietario del establecimiento, recién llegado desde Madrid, donde ha estado esta semana recogiendo firmas en apoyo a su insumisión, ha declarado a los periodistas su intención de seguir abierto pese a la orden de cierre provisional.
La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ya había anunciado que su departamento iba a proceder esta misma tarde al “cierre provisional y cautelar” del asador Guadalmina de Marbella en respuesta al “incumplimiento e insumisión clara y permanente” de este empresario contra la legislación vigente en materia antitabaco.
A preguntas de los periodistas en Sevilla tras presentar un proyecto de medicina personalizada contra el cáncer, Montero ha concretado que este cierre provisional tendrá una vigencia de dos meses, y que, en el caso de que no deponga su actitud, se le sancionará con 145.000 euros y se elevará el caso a los tribunales, con la consiguiente propuesta del departamento que dirige María Jesús Montero de que se siga con el cierre cautelar hasta que haya una resolución judicial.
Provisional
En cualquier caso, la titular del ramo ha dejado claro que, si José Eugenio Arias, el dueño de este establecimiento, depone su actitud en el transcurso de las próximas horas o próximos días, el cierre provisional se levantaría y podría seguir con su actividad comercial.
A principios de enero, José Eugenio Arias se proclamó abiertamente contrario a la ley antitabaco, que entró en vigo el pasado 2 de enero, y declaró su establecimiento como un espacio “con humos”. Según sus palabras, “el único que puede decir que aquí no se enciende un cigarro es un juez”.
Por su parte, José Eugenio Arias-Camisón, propietario del restaurante “Asador de Guadalmina de Marbella” ha manifestado a EFE respecto a esta decisión que “es prevaricación”. El hostelero, que ha creado la asociación Reforma (de la Ley Antitabaco) o Ruina (de la Hostelería), con la que recorre España para recoger firmas contra esta normativa, ha señalado que le habían “comentado” algo sobre el anuncio de la Junta.
“No pasa nada”, ha afirmado Arias-Camisón, quien ha añadido: “Yo sigo con lo mío, sigo igual”. Preguntado si va a poner esta cuestión en manos de sus abogados, el dueño del asador insumiso a la Ley Antitabaco ha declarado: “Si pretenden hacerme eso, es prevaricación, con lo cual tendrán su castigo”.
El despacho de abogados que asesora al propietario del “Asador de Guadalmina” considera que esta resolución constituye un “fraude de ley” al estar basada en la Ley General de Sanidad, en lugar de en la Ley Antitabaco.
Fuentes del bufete han informado a EFE de que tienen previsto presentar una demanda por la vía de lo Contencioso para la tutela de de derechos fundamentales de su cliente, al sostener que la orden de cierre por permitir fumar en el interior del establecimiento “no tiene sustento jurídico” y es una “resolución injusta”.
Sanción desproporcionada
La Ley Antitabaco “no permite el cierre del local”, han asegurado los juristas, que creen que la Junta ha recurrido a la Ley de Sanidad “para escaparse” de la primera normativa. Con la resolución de cierre, que la Consejería de Salud pretende llevar a cabo esta tarde, los abogados creen que se pretende “dar ejemplo con una sanción desproporcionada”.
Han explicado que al dueño del establecimiento se le requirió que retirara el cartel en el que informa de que se puede fumar, conducta que no se puede considerar “muy grave para la salud”, en la que la Junta basa el cierre provisional del negocio. En el mismo sentido, han señalado que la Ley General de Sanidad establece estos supuestos de gravedad en casos de problemas sanitarios de otra índole, como la comercialización de alimentos en muy mal estado con riesgo para la salud.
El despacho de abogados ha aconsejado al propietario del asador, José Eugenio Arias-Camisón, que acate la resolución y diga a sus trabajadores que abandonen temporalmente sus puestos y que, una vez resuelto este contencioso, reclame daños y perjuicios.
No veo tanta policía en los barrios como el de lavapiés, raval o 3.000 viviendas. Para cerrar un local como este e intimidar con la mirada hay policías que los tienen “muy bien puestos”, pero para ciertas cosas solo se les ve de lejos y con refuerzo y asistencia inmediatas (por si hay que salir por patas).
Muy “dedocrática” decisión desproporcionada la de estos “socia-listos”. A ver que hacen los “peperos” cuando les toque el turnito partitocrático de sentarse en la poltrona a cobrar “por méritos propios”.