Felipe VI y el xenófobo Castelao
Me sumo a quienes han felicitado al nuevo Rey por su discurso en el acto de proclamación. Me ha gustado casi todo lo que dijo, y me ha gustado cómo lo dijo, porque ha transmitido la convicción, la ilusión y el espíritu de servicio que les falta a la mayoría de nuestros políticos. Me alegré de que se mostrara dispuesto a escuchar, comprender, advertir y aconsejar (me parece significativa la inclusión del verbo advertir). También marca un buen comienzo el hecho de que aludiera a las víctimas del terrorismo como objetivos de los asesinos por defender nuestra libertad, y su disposición a ser un Rey íntegro, honesto y trasparente, que respetará la independencia del poder judicial. Sus últimas palabras también me parecieron acertadas. Aunque faltó alguna lengua co-oficial, fue un detalle que diera las gracias en catalán vasco y gallego. Por todo ello y por algunos ingredientes más del discurso, le pondría un 8. Los dos puntos que faltan para el 10, los he restado por algo que yo no habría incluido en el discurso; esto:
1. La mención a unas palabras que, aunque son aparentemente inofensivas, han dado lugar a muchas discriminaciones y problemas. Me refiero a la referencia que se hace en la Constitución respecto a que las lenguas co-oficiales deben ser objeto de especial respeto y protección. Me parecería mucho más acertado que se instara a reconocer los derechos lingüísticos de sus hablantes. Cuando hay nacionalistas a la vista, es imprescindible evitar ambigüedades y frases chicle como estas. Ya sabemos lo expertos que son estos intolerantes a la hora de estirarlas hasta convertir el respeto en idolatría y la protección en imposición.
2. La alusión en su discurso al xenófobo Castelao. Leí alguna opinión en el sentido de que la compración entre Machado y Castelao era inadecuada por su abismal diferencia en cuanto a la valía de sus obras. En efecto, comparar la calidad literaria de Castelao con la de Machado, sería equiparable a comparar mis dibujos del colegio con La Meninas. Pero no es a su valía como escritor a lo que se refería Don Felipe, lo mencionó como pensador, y de ahí lo inadecuado de la mención, dado el contenido de la obra de este auténtico botarate excluyente.
Don Felipe ha recibido una formación esmerada, pero no creo que haya leído a Castelao. Yo lo léi hace relativamente poco, y entonces comprendí que el amable amante de Galicia era lo que era. Estoy convencida de que si Don Felipe o sus asesores hubieran intentado digerir su obra más conocida “Sempre en Galiza”, habrían elegido a otra figura de las letras gallegas para incluirla en el discurso de ayer, porque las afirmaciones excluyentes y despreciativas de este santón del nacionalismo gallego, chirriaron en un discurso que hasta entonces discurría por la senda del respeto a la diversidad, y por la justa aspiración a lograr una sociedad basada en el civismo y en la tolerancia con una mentalidad abierta y un espíritu solidario.
Podría elegir multitud de ejemplos para retirarle en este post la careta a Castelao, pero creo que me bastará con lo que os mostraré a continuación: “Los gitanos monopolizan la sal y la gracia de España y los españoles se vuelven locos por parecer gitanos como antes se volvían locos por parecer godos, la cosa es consagrar como español todo cuanto sea indigno de serlo…¿Qué son la golferancia y el señoritingo sino un remedo de la gitanería? ¿Qué es el flamenquismo sino la capa bárbara en la que se ahogaron los fondos tradicionales de España, la cáscara imperial y austríaca, los harapos piojosos de la delincuencia gitana?”
“Siendo Galicia el reino más antiguo de España le fue negada la capacidad para asistir a las cortes, y ésta es una ofensa imperdonable; pero peor ofensa fue la de someternos a Zamora-una cuidad fundada por gallegos, pero separada ya de nuestro reino y diferenciada étnicamente de nosotros-. Con razón el exaltado Vicetto escribió estas palabras: ” ¿Y quién le negaba (a Galicia) ese derecho de igualdad y solidaridad entre los demás pueblos peninsulares? Se lo negaba la canalla mestiza de gallegos y moros que constituía los modernos pueblos de Castilla, Extremadura, etc. Se lo negaba, en fin, esa raza impura, adulterada sangre”
“Y si la raza fuese, en efecto, la determinante del carácter homogéneo de un pueblo, sin que por así creerlo incurriésemos en pecado, bien podría Galicia enfrentar su pureza con el mestizaje del resto de España, atribuyéndole a la sangre árabe la indisciplina, la intolerancia y la intransigencia con que los españoles se adornan”. Sempre en Galiza, edición de 1994 páginas: 367, 393, 447 y 447
Hace doce años paseaba por la calle del Príncipe de Vigo con mi hermana. Al pasar frente al recién remodelado Museo de Arte Contemporáneo, vimos a un buen número de personas esperando frente al edificio, que estaba custodiado por la Policía. Aquellas personas estaban esperando la llegada del Príncipe Felipe, que venía a inaugurar el museo. De pronto aparecieron unos jóvenes que portaban banderas republicanas y banderas de Galicia con la estrella roja. Se infiltraron entre las personas allí congregadas y de manera coordinada empezaron a colocarse a base de empujones y codazos en primera fila. A mi lado, a una señora le fue arrebatada la banderita de España que agitaba en su mano. No se atrevió ni a rechistar a verlos tan agresivos. Empezaron entonces los insultos a los policías. Me asombró la paciencia con la que los agentes soportaron sin inmutarse toda suerte de barbaridades y de menciones a sus madres. No imaginaba que cinco años más tarde, yo misma iba a verme tantas veces en igual situación que ellos. Ante el cariz que estaba tomando aquello, mi hermana y yo nos refugiamos en la cafetería que hay frente al museo para proteger a mi sobrino, que llevábamos sentado en su sillita de paseo. Fue la primera vez que vi en acción a los talibanes galáicos, esos que tienen a Castelao como su apóstol. Es una lástima que doce años después, aquel príncipe ya recién convertido en Rey, tal vez por haber interiorizado que la cara A de Castelao, la que siempre se nos muestra, es la única, haya ensombrecido su discurso con una mención al ídolo de aquellos intolerantes que quisieron boicotear su presencia en Galicia.
*Presidenta de Galicia Bilingüe
Que lujo de colaboradora.
Felipe VI y su multioperada mujer(Letizia corporación dermoestética) son una vergüenza de reyes y unos… mejor me callo.
Si el nuevo rey de España esta bien preparado… Que venga Dios y lo vea, si a uno le dan un texto para leer, me parece que la preparación no es tal, y cómo supongo que se lo habria releido unas cuantas veces……
Felipe VI “El preparao”… y el progre, abortista, parási…, castuzo…
Con todo el respeto a esta mujer, la firmante del artículo: Su discurso hiede al típico panfilismo y ñoñismo pepero(o de rebotada pepera que lo mismo es)
Quien espere en Felipito un paso al frente, valentía y espíritu regenerador, va dado, es implemente un reemplazo del régimen.
Oh montañas de Galicia.
Cuya por decir verdad,
espesura es suciedad,
cuya maleza es malicia
tal que ninguno codicia
besar estrellas pudiendo,
antes os quedáis haciendo
desiguales horizontes;
al fin gallegos y montes,
nadie dirá que os ofendo.
Luis de Góngora
Castellanos de Castilla de Rosalía de Castro
Castellanos de Castilla,
tratade ben ós galegos;
cando van, van como rosas;
cando vén, vén como negros.
Cando foi, iba sorrindo,
cando ven, viña morrendo;
a luciña dos meus ollos,
o amantiño do meu peito
Aquel máis que neve branco,
aquel de dozuras cheo,
aquel por quen eu vivía
e sen quen vivir non quero.
Foi a Castilla por pan
e saramagos lle deron;
déronlle fel por bebida.
peniñas por alimento.
Déronlle, en fin, canto amargo
ten a vida no seu seo…
¡Casteláns, casteláns,
tendes corazón de fero!
Tiene razón Doña Gloria, no ha sido muy acertado citar en el primer discurso de Don Felipe de Borbón como nuevo Rey Felipe VI al escritor y dibujante “gallegista” Alfonso R. de Castelao. No pegaba ni con cola.
Haber citado a Cela, a Don Antonio D. Olano, a Don Julio Camba, al Caudillo D. Francisco Franco o a Dª Rosalia de Castro, todos ellos insignes, cultos y leales gallegos y, por ende, buenos y muy dignos representantes de la mayoria de los españoles.
Un saludo Doña Gloria, y que siga usted tan guapa.-
Cuanto tiempo Gloria. Bienvenida y gracias por tus artículos.
El zumbado de Castelao no era gallego,era de sangre judaica,era lo que se denominaba un marrano,y aun hoy.