Los pediatras alergólogos advierten sobre los riesgos de los niños en campamentos de verano
Rocío Jiménez/Carlos Mateos.- La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), ha elaborado un listado de recomendaciones dirigido a monitores y profesores de campamentos de verano, ante los riesgos a los que se exponen los niños alérgicos que acuden a ellos. En él se incluyen ocho pautas sobre cómo actuar en caso de reacción o shock anafiláctico, como el sucedido en mayo con un menor en una granja escuela de Móstoles (Madrid). Se puede acceder al listado en su página web www.seicap.es.
“Es indispensable que existan protocolos sobre cómo actuar en aquellos centros o lugares en los que estén presentes niños, entre los cuales puede haber diversas patologías, como las alérgicas”, advierte la doctora Ana María Plaza, presidenta de la SEICAP. Según datos de esta sociedad, uno de cada cinco niños tiene alergia, uno de cada diez es asmático y entre el 3 y el 8% tienen alergia a alimentos, cifras que aumentan cada año. De ahí que el personal que se dedica al cuidado y atención de un menor, como es el caso de los monitores de campamentos, “deba contar con formación en alergias infantiles y, sobre todo, saber administrar un tratamiento de rescate que, en muchos casos, puede resultar vital”, indica.
Sin embargo, en España “no existen protocolos de actuación nacionales sobre el tratamiento de las reacciones alérgicas graves para profesionales no médicos en contacto con los niños” añade. Tan sólo en Galicia y, en el próximo curso, también en Baleares, funciona el programa Alerta Escolar, que consiste en identificar a los niños de riesgo en el colegio junto con formación a los profesores de cómo actuar en estas situaciones de riesgo vital. Las recomendaciones de SEICAP son las siguientes:
1. Debe asignarse una persona responsable de la atención de niños con alergia o asma y saber cómo actuar en caso de reacción.
2. Este responsable deberá poseer una copia del informe del diagnóstico y del tratamiento que haya elaborado el especialista pediátrico.
3. Tanto el responsable como otras personas encargadas del cuidado de estos niños deben recibir formación de un profesional sanitario. El personal de comedor debe estar informado de las alergias alimentarias que pueda haber.
4. El responsable deberá custodiar la medicación, inhaladores o adrenalina autoinyectable, en un lugar seguro pero accesible en caso de emergencia. Asimismo, tendrá que saber administrarla en el caso de que sea necesario y urgente.
5. El personal de saber identificar y evaluar qué tipo de síntomas está manifestando el menor para poder administrar el tratamiento correcto:
Los síntomas más comunes son:
a. Picazón o leve sarpullido en la boca y labios
b. Urticaria, ronchas o picor de extremidades u otra zona del cuerpo
c. Enrojecimiento y lagrimeo de los ojos
d. Estornudos repetitivos, picor nasal y moqueo abundante
Los síntomas más graves:
a. Ronquera, garganta cerrada, tos repetitiva e hinchazón en lengua, parpados, labios u orejas.
b. Respiración entrecortada, agotamiento, piel o labios azulados.
c. Pulso débil, presión arterial baja, desvanecimiento y palidez.
6. En caso de reacción alérgica, el personal a cargo del menor deberá:
a. No dejar NUNCA al niño sólo
b. Llamar a urgencias y comunicar la reacción alérgica
c. Aun cuando el padre o tutor legal del menor no pueda ser contactado, no dudar en administrar la medicación correspondiente
d. Después de administrar la medicación SIEMPRE se deberá llevar al niño a un centro médico
7. Se recomienda la administración precoz de adrenalina ante los síntomas más comunes, para evitar su progresión a una reacción grave y, en caso de ésta, se deberá usar de forma obligatoria.
8. El campamento deberá tener inmunidad frente a acusaciones judiciales por las consecuencias de administrar la medicación de urgencia o rescate.
Campamentos educativos
La SEICAP organiza campamentos educativos para niños alérgicos en los que enseñan a los menores a convivir con una alergia. “En ellos explicamos, a través del juego, autocuidados y desmitificamos algunas ideas que pueden influir en la calidad de vida de los pacientes”, señala la doctora Plaza.
Además, la SEICAP realiza durante todo el año “programas educativos y actividades orientadas tanto para los niños alérgicos como para sus familias y la sociedad en general para difundir un mejor conocimiento de las enfermedades alérgicas”, afirma esta especialista. Uno de los objetivos más importantes de los pediatras alergólogos es conseguir que el niño “no sienta que vive en un mundo aparte y que puede realizar las mismas actividades que los demás”, concluye.
Lo importante creo yo es avisar al responsable del campamento de las alergias que pueda tener el niño. Mi hijo segundo es alérgico al polen y en este campamento lo trataron genial. Dejo el enlace: http://englishadventures.com/
Si, siempre hay que tener mucho cuidado cuando se trabaja con niños y tomar todas las precauciones necesarias, es responsabilidad de los mayores saber cómo actuar rápidamente en cada caso.