El Madrid, supercampeón de Europa ante el Sevilla (2-0)
El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa después de vencer al Sevilla por 2-0 en la final disputada en Cardiff (Gales), en un choque en el que el protagonista fue el portugués Cristiano Ronaldo, autor de los dos tantos de un partido que el actual campeón de Europa dominó de principio a fin.
En un escenario en el que parecía predestinado a reinar Gareth Bale, Cristiano demostró que su hambre sigue intacta y fue crucial para que la Supercopa europea viajase a Madrid por segunda vez en la historia. Un trofeo que corona la vitrina personal del luso, ya que era el único que no había ganado a nivel de clubes.
El actual Balón de Oro desniveló la balanza con dos tantos, uno en cada parte. En el primero aprovechó un gran centro de Bale, que a pesar de no marcar -Beto se lo impidió en el minuto 93- fue una amenaza constante con su potencia y velocidad; el segundo, en el inicio de la segunda parte, el ‘7’ madridista reventó a Beto con un disparo marca de la casa.
Y pudo acabar con un ‘hat-trick’, unos minutos antes del primero, en una acción en la que fueron cruciales dos de los mejores jugadores del Real Madrid en el partido: Toni Kroos y Karim Benzema. El alemán, con solo una semana de entrenamientos, dio una clase magistral de fútbol en su debut como jugador blanco; el galo hizo lo que siempre hace: asociarse, combinar, asistir y crear peligro.
A Kroos y Benzema se les unieron un gran Luka Modric desde su posición de interior y un buen James Rodríguez en su debut -también jugaría el malagueño Isco en la segunda parte- para que el Madrid mostrara una versión dominante desde la creencia de tener el balón, de dominar el juego y de ser protagonista.
Eso sí, sin renunciar al contraataque, su arma más letal de los últimos años y en la que Cristiano y Bale siguen siendo armas nucleares. La buena noticia para los blancos es que el juego veloz y vertical, de seguir sobre la línea trazada en Cardiff, seguirá siendo importante pero no será el único as en la manga de los de Ancelotti.
BUENA IMAGEN SEVILLISTA
Solo pasó problemas el campeón de Europa en los momentos posteriores al primer gol. Después de media hora buscando el primer tanto, los de Carlo Ancelotti se relajaron y el Sevilla pasó los siguientes minutos cerca del área madridista. En ese rato los andaluces tuvieron una clara ocasión para conseguir el empate.
Pero apareció Iker Casillas. Después de una final de Liga de Campeones, un Mundial y una pretemporada desacertadas, el guardameta mostoleño hizo en la Supercopa lo que ha hecho en la mayor parte de su carrera: aparecer cuando su equipo le necesitaba. El capitán madridista salvó un mano a mano a Carriço, que se quedó delante de él después de un error defensivo de Coentrao.
Más allá de esos minutos, y de un tramo muy al final en el que se volcó sobre la meta blanca para hacer el gol del honor, el Sevilla mostró en Cardiff lo que había dicho su entrenador que harían en la rueda de prensa del lunes: ambición, sobriedad y seriedad defensiva y ánimo de atacar cuando tenía la oportunidad.
A falta de un hombre que sustituya a Ivan Rakitic en la generación del juego y quizás de un lateral que supla a un Alberto Moreno, que se va al Liverpool y que se despidió llorando de su equipo al final del partido, el campeón de la Europa League vuelve a tener mimbres para dar mucha ‘guerra’ a los grandes en España y en Europa.
Sin embargo, este martes, sus armas no fueron suficientes para evitar que el Real Madrid empiece el año en la temporada en la que afronta el reto de ganar seis títulos. De momento, los blancos han tachado el primero de la lista. El Madrid, doce años después, vuelve a ser supercampeón de Europa.