La codicia y la hipocresía de los poderosos
¿Quién manda en quien, los Estados Unidos en Israel o al revés? Norteamérica tiene una cuestión que se está convirtiendo en un cáncer. Ahora más que nunca, el mundo islámico fanatizado pone sus ojos sobre el pellejo del “Imperio” y en los amigos de éste, entre los que se encuentra España.
Ante este panorama, no podemos perder de vista a cualquiera de los musulmanes que residen en occidente, y que pueden ser como mínimo, potenciales suicidas sin necesidad de afiliación a ningún grupo o secta conocida o secreta. Se trata de un ejército dotado del mayor y más comprometido voluntariado que nadie pueda imaginar. Combatir esto, parece una operación imposible.
La coalición de países que domina Oriente Medio desde hace décadas, liderada por Estados Unidos, utiliza a Israel como base ideológica y a Turquía como base militar, mientras Francia e Inglaterra suministran inteligencia y logística, corriendo la financiación a cargo de Arabia Saudí y Qatar.
Analizando todos los conflictos donde está presente el elemento yihadista, llegamos a la conclusión de que en todos ellos resalta el trasfondo económico perseguido a ultranza como fin primordial. Veamos; primero se invade el país so pretexto de acabar con dictadores que hasta entonces eran –como decía Roosevelt para con los de Sudamérica-, “sus hijos de puta”. Después se crean estados a los que hay que democratizar, como paso previo al expolio de recursos. A continuación se enciende la mecha para crear el caos, dando paso al negocio de la venta de armas y al suministro de productos y servicios para la “reconstrucción del país”.
Tenemos el caso de Libia donde los yihadistas que provocaron las masacres tras los bombardeos franceses, eran “revolucionarios” cuando se trataba de derrocar a Gadafi, para después pasar a ser terroristas cuando fueron dirigidos a Mali con objeto de provocar la nueva intervención francesa ¡Ojo a la doble jugada! Primero les vendieron las armas, y a continuación, se adjudicaron la explotación de petróleo y uranio a precio de saldo en esos dos países respectivamente.
En Nigeria, el secuestro de cientos de niñas y el genocidio sobre cristianos no es precisamente cuestión prioritaria para el “Imperio”, allí siguen sus empresas petrolíferas extrayendo crudo a pleno rendimiento mientras contemplamos, aparte de las masacres que se llevan a cabo por los fundamentalistas, las chabolas en los alrededores de las pozos de oro negro con millones de personas muriéndose de hambre. O sea, los “guardianes del planeta Tierra” extraen los recursos naturales del Tercer Mundo apropiándose de ellos para enriquecerse más todavía, y mientras, les importa un cojón las masacres sobre cristianos y el éxodo masivo de miles y miles de subsaharianos que intentan entrar ilegalmente en España y, por consiguiente, la invasión de nuestra Patria y del continente europeo.
Tres años aplaudiendo y animando los gobiernos occidentales a los “rebeldes” en Siria, hasta que la opinión pública internacional comenzó a sospechar que se trataba de una nueva guerra sucia, y de que estaban siendo nuevamente engañados por sus dirigentes respectivos. Tras el fracaso cosechado en Siria -debido principalmente a que Putin se cerró en banda-, se decide concentrar a las fuerzas yihadistas en el norte de Irak y, para sorpresa de casi todos, consiguen sembrar el caos y conquistar gran parte del país en pocos días, pasando, de ser considerados libertadores en Siria, a terroristas en Irak a los que hay que combatir armando a los kurdos.
Mucho antes de todo lo expuesto, cualquier español al cabo de la calle se hacia la siguiente pregunta: ¿Por qué un humilde trabajador egipcio –por poner un ejemplo-, afincado desde hace años en los Estados Unidos puede inmolarse por su cuenta, contra los intereses israelíes en Norteamérica? ¿Quién le ha ordenado hacerlo? Seguramente nadie, pero siente lo que ocurre en Palestina; ve la pasividad o complicidad de los gobiernos de los países árabes; habla y se relaciona con palestinos y musulmanes continuamente, lee los periódicos, y se echa la manta a la cabeza en un intento desesperado de luchar contra lo que considera injusto y, además, justificarse asimismo ante sus creencias religiosas.
Habrán sufrido los judíos a lo largo de la historia persecuciones espantosas; se habrán rodeado de razones para estar donde están; habrán recurrido a todas las instancias para configurar una geografía común, pero de cualquier forma la solución no ha sido buena. Y no lo ha sido porque el gigante imperial que le ampara no ha obrado a instancias humanitarias o de justicia histórica, sino empujado y dirigido por los judíos sionistas incrustados en su propia estructura de poder.
Nos encontramos ahora mismo ante una tragedia mayor que la de la II Guerra Mundial. En aquella ocasión, se trataba de una guerra caliente, de frentes de combate y realizada con armas clásicas; podían calcular hasta el porcentaje de pérdidas humanas. Ahora no. El frente no existe, sólo el objetivo, que es la totalidad del territorio del “Imperio” y sus aliados. Y, además, sin servirle para nada la fabricación de las armas más precisas y sofisticadas del mundo.
Israel, debía ser para Obama un país extranjero y una de las partes en el conflicto. Pero no. Este, el conflicto, no se aborda desde la neutralidad, sino desde la servidumbre. Y Norteamérica, es parte de ese conflicto porque, a fin de cuentas, el Imperio, sin comillas, es el país que le alimenta de medios económicos y políticos. La ley del más fuerte se traduce en una estrategia de desestabilización masiva, como paso previo a la dominación y al expolio de recursos, quedando los derechos humanos y la democracia en agua de borrajas.
No se debería hablar de naciones cuando los agentes políticos operativos son solamente oligarquías que controlan el poder de manera jerárquica ordenando a todas las estructuras e instituciones mundiales.
La lucha por las riquezas y la lucha por la supervivencia siempre han existido en la humanidad,el pecado capital de la avaricia nos tiene donde estamos actualmente,al borde del abismo
LA AVARICIA SOLO PRODUCE MUERTE
hay que saber diferenciar a los que conscientemente o engañados combaten bajo las ordenes de amos avariciosos de los que luchan por la supervivencia espiritual y física bajo las ordenes de jefes dignos.
Europa tiene miles de años de existir y cuando tuvo el poder mundial , militar , economico y politico a lo unico que se dedico fue a hacerse la guerra unos contra otros y todos contra todos sin llegar a ninguna parte NUNCA. Estados Unidos tiene apenas unos cuantos siglos , pero le demostrò a Europa que sacudiendo las tonterias de la ¿ realeza ? y el papado Vaticano Romano , razones del retraso del continente Europeo comparado con Norte America en poco tiempo ahora le dan las ordenes a todos los gobiernos Europeos. Israel no tiene ni un siglo… Leer más »