Nueve de cada diez españoles creen que hay mucho fraude
El 94,8% de los ciudadanos cree que en España el nivel de fraude fiscal es bastante alto o muy alto, y el 89% opina que el reparto de la carga fiscal es injusta y que no pagan más quienes más tienen. Por su parte, casi siete de cada diez personas considera que los impuestos en nuestro país son muy elevados, llegando casi al 40% el número de quienes creen que se paga más que en otros países europeos.
Así se desprende de la encuesta de ‘Opinión pública y política fiscal’ publicada este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), basada en 2.469 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 245 municipios de 48 provincias entre el 9 y el 21 de julio, y que tiene un margen de error del más/menos 2%. El sondeo tuvo lugar apenas una semana antes de que el Consejo de Ministros aprobara la reforma fiscal que entrará en vigor el próximo 1 de enero.
Según los resultados del CIS, el 50,7% de los encuestados cree que la sociedad es poco o muy poco consciente y responsable a la hora de pagar impuestos, frente al 43,3% que opina que lo es mucho o bastante. La cosa cambia cuando el encuestado habla de si mismo (valoración personal), pues el 88,8% de los entrevistados se define como muy o bastante responsable.
Culpa de la crisis económica
A renglón seguido el CIS pregunta sobre el fraude, a lo que el 94,8% de los ciudadanos señala que en España existe mucho o bastante fraude fiscal, frente al apenas 2,7% que cree que la evasión es poca o muy poca.
Estos datos contrastan con las respuestas que dan los ciudadanos en relación con la gente que conocen, ya que hasta el 67,5% creen que bastantes o todos sus allegados declaran la totalidad de sus ingresos en el IRPF, frente al 17,9% que sospecha que pocos o ninguno lo hacen; mientras que el porcentaje se queda en el 49,6% en el caso de quienes declaran todos o bastantes de sus ingresos en el IVA frente al 26,4% que creen que lo hacen pocos o ninguno.
Las razones principales que justificarían este comportamiento son que la escasez de empleo obliga a aceptar “cualquier trabajo, aunque no se declaren dichos ingresos” (22,2%) y que los salarios son demasiado bajos y “hay que buscar otras opciones para conseguir dinero” (19,5%).
Entre los efectos que la evasión fiscal tiene, los ciudadanos destacan que “crea injusticias, pues unos tienen que pagar lo que dejan de pagar otros” (30,4%) y que “disminuye los recursos para financiar los servicios públicos y prestaciones sociales” (27,3%). Además, hasta el 20% de los encuestados lamenta que estos comportamientos conllevan subidas fiscales para quienes sí cumplen con el Fisco.
Conciencia fiscal
Preguntados sobre las razones por las que la gente no engaña más a la Agencia Tributaria, hasta el 86,4% cree que se debe a la conciencia fiscal y a que “engañar a Hacienda es engañar al resto de los ciudadanos”. De hecho, el 86,7% de los ciudadanos considera que ocultar parte de la renta está mal.
Por su parte, el 71,2% de los encuestados considera que si no se defrauda más es por “miedo a una revisión”, a pesar de que siete de cada diez ciudadanos de los que en 2013 presentaron Declaración de la Renta consideran poco o nada probable que se les haga una ‘paralela’. El número de personas que opina que casi todo el mundo engaña algo al pagar sus impuestos y que la Administración ya cuenta con ello es prácticamente el mismo que quienes discrepan de esta afirmación (42,3% frente a 42,4%).
Con respecto a la lucha contra el fraude, el 67,3% de los ciudadanos cree que los esfuerzos que hace el Gobierno son pocos o muy pocos, y apenas el 22,6% los considera suficientes.
Impuestos muy altos
Por otra parte, el 48,2% de los encuestados opina que los impuestos son necesarios para que el Estado pueda prestar servicios públicos, aunque hasta el 38,4% los ve como “algo que el Estado obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué”. Además, el 88,9% lamenta que los impuestos no se cobran con justicia, frente a sólo un 6,8% que sí cree que quienes más tienen tributan más.
Con todo ello, el 68,9% de los ciudadanos cree que los españoles pagan muchos impuestos, frente al 26,9% que consideran la presión fiscal regular o baja. En comparación con otros estados europeos, hasta el 39,2% de los encuestados tiene la sensación de que la tributación es superior en España, frente al 17,3% que la estima inferior y el 12,1% que cree que es similar. Casi tres de cada diez reconoce no poder hacer esta comparación.
Y es que más de la mitad de los españoles (67,5%) cree que la sociedad se beneficia poco o nada de los servicios y prestaciones que se pagan con los tributos, y un 64,8% considera que recibe menos de lo que aporta por la vía fiscal y por las cotizaciones.
Servicios públicos
De hecho, los ciudadanos suspenden el funcionamiento de todos los servicios públicos, particularmente la administración de Justicia, que el 78,4% valora poco o nada satisfactoriamente; la Dependencia, con el 72,4% de desaprobación; y la enseñanza, con el 60%. El único servicio valorado como bastante o muy satisfactorio por más de la mitad de los encuestados (51,4%) es el transporte público, mientras que la seguridad ciudadana consigue el aprobado de poco más de la mitad de la muestra (50,6%).
Preguntados sobre si los recursos que se destinan a cada servicio público son o no adecuados, el 72,5% cree que recibe muy pocos fondos la ayuda a los dependientes, el 68,3% cree que la Sanidad está infradotada, el 64,7% opina lo mismo respecto de las pensiones, el 63,5% echa en falta más dinero para Educación, y el 62,7% ve escaso lo que se destina a protección por desempleo.
Sólo el transporte y la seguridad ciudadana están justamente dotados para la mayor parte de la población (53% y 52,1%, respectivamente), mientras que el 38,8% de los ciudadanos consideran que la defensa recibe demasiado dinero. Finalmente, el CIS también pregunta al 67,5% de quienes presentaron declaración de IRPF el año pasado -correspondiente al ejercicio 2013- si marcaron alguna casilla especial, a lo que un tercio (33,2%) reconoció haber marcado la casilla de los fines sociales frente al 17,2% que dio aportación a la Iglesia Católica. El 9,8% marcó ambas opciones y el 28,6% no eligió ninguna.
El que falta es el que se lo lleva
Claro que hay fraude. Cuando la presión fiscal llega a ser confiscatoria para mantener a 465.000 POLITICOS, el ciudadano pone en marcha la “legítima defensa” que no es otra cosa según el gobierno que el fraude fiscal.
Si el gobierno no tiene en cuenta mis ingresos, y sigue esquilmándome el bolsillo PARA MANTENER EL SISTEMA DE AUTONOMÍAS POLITICAS Y A LA CASTA, llegaría el momento en el que tendría que vender mi patrimonio para poder conformar al gobierno. Con lo cual me quedaría absolutamente sin nada.