Desde su fundación el PSOE, bajo la influencia de la masonería, asumió  sus objetivos y aplicó sus estrategias.

El objetivo de la masonería en España, lejos de sus proclamas publicitarias (de igualdad, libertad y fraternidad y de excluir a la Iglesia de la Enseñanza) es: la erradicación de los valores espirituales  y la supresión de toda referencia moral, entre ellas la de la Patria, que sirva de orientación a los ciudadanos para poder manipularnos a su antojo. Es decir, pretende convertirnos en animales con la ayuda del PSOE.

Lo pretenden lograr haciéndonos  convivir con lo absurdo y lo inmoral.

El PSOE es un partido antiespañol, porque los marxistas y los masones no tienen patria.

La Ejecutiva del PSOE es Federal a imagen y semejanza de la estructura del masónico Grande Oriente Español, que era ¿es? una organización federal basada en las Grandes Logias Regionales, donde residía el poder. Por eso el PSOE no tiene inconveniente en destruir la unidad de España, fragmentándola federalmente.

Si el Ejército es un símbolo de la Patria porque representa la Defensa Nacional, el PSOE lo humilla  (Alakrana, Carmen Chacón, supresión de símbolos históricos del franquismo, no del genocida Frente Popular, tradiciones militares suprimidas, etc. etc.).

Si los morritos de Masturbito Pajín  escandalizan, y a Sánchez Dragó le quiere llevar el PSOE a los tribunales por haber escrito una novela ¿inmoral?, en la misma época Miguel Sebastián (ministro de industria) autoriza un vídeo fomentador de la zoofilia y de la sodomía (con visibles prácticas sexuales obscenas), lo que para el PSOE es normal.

Es normal el adoctrinamiento  que se imparte desde la Educación para la Ciudadanía (invento masónico) para acostumbrar a los jóvenes a la inmoralidad.

Si la vida es sagrada, el PSOE legaliza  el asesinato (aborto y eutanasia).

Si la familia es un valor universal, el PSOE la desacredita con el matrimonio homosexual y ahora con la modificación de los apellidos.

Si el terrorismo es una plaga social, el PSOE  la potencia, negocia con los asesinos, pisotea la dignidad de las víctimas y se somete al capricho de los terroristas (De Juana Chaos y la inseminación de una pareja de etarras).

Si el desempleo es la mayor plaga social,  el PSOE pasa de ella y pretende  pactar con ETA para perpetuarse en el poder.

Existiendo cinco millones de parados, el PSOE regala subvenciones a espuertas a los de la Zeja, a los moros marroquíes, a los de la Memoria “Histérica”, a los amiguetes del PSOE o al asesino, Fidel Castro.  O bien, lady María Teresa, la atractiva ex vicepresidenta,  ingresada en el Consejo de Estado, duplica su sueldo y blinda su jubilación. O bien en Extremadura se gastan miles de euros en cursillos para que los jóvenes perfeccionen su masturbación.

Si la crisis económica la han causado los bancos,  el PSOE va a en su socorro abandonando a los empresarios  y ciudadanos que la sufren.

Si España no es una ONG, el PSOE fomenta la llega de sin papeles, con los correspondientes gastos en sanidad y educación.

Si por la guerra de Irak (sin muertos y sin guerra) Aznar era un asesino, la de Afganistán (cerca de cien muertos) forma parte  de lo aceptable.

Si “España no se merece un Gobierno que miente”: (Rubalcaba, marzo 2004) Véanse las declaraciones del Gobierno respecto de la crisis económica y véanse la declaraciones del propio Rubalcaba con los Gals, etc. etc.

Si la información veraz  forma parte de la democracia, los medios de difusión controlados por el  PSOE convierten la verdad en mentira y viceversa.

Si el PSOE es el partido de la democracia, de la “Memoria Histérica contra el dictador Francisco Franco,  se carga la división de poderes sometiendo a los jueces al control de partidos políticos, y suprime la acción popular para establecer un Estado policial.

Si la Memoria Histórica merece toda clase de despilfarro,  el genocidio del Sahara por Marruecos no incumbe al Gobierno porque no lo ha hecho nadie: la señorita Trini “actuala ministra” de Exteriores, dixit.

¡Es la Alianza de la Civilizaciones! ¿Pero qué es el PSOE? Sobre todo, una cúpula masónica controlando los medios de difusión, engañando a los ciudadanos  y dirigiendo a cientos de miles de liberados sindicales y asimilados, “orcos”.  El caso Garzón es un  ejemplo de esto.