Entre otros muchos, tres son los responsables más directos de la variedad y de la cantidad de males que sufre nuestra patria.

Fiscalía General de Estado: Se eterniza con sus decisiones, cuando las toma, porque todavía existen muchos casos que están como se dice vulgarmente “en el aire”, desde hace tiempo (léase el problema con Cataluña, la actuación de sus actuales dirigentes y de sus antecesores, el amago de referéndum, etc.), por poner un ejemplo, que no se sabe cuándo se va a solucionar, si es que se va a solucionar algún día. Los hay también que estando “en lista de espera” permanecen en archivos pudriéndose en la noche de los tiempos y pongo por ejemplo la retahíla de implicados (que no son pocos) por robo, cohecho, malversación de fondos, solo por citar algunos casos ¿Se solucionará algún día? Por lo tanto pregunto ¿Quosque tándem, Sr. Fiscal General del Estado, abutere patientia nostra?

Presidente del Gobierno: A usted, los ciudadanos lo hemos colocado en ese puesto, para que mande usted y no para que lo hagan los demás. “El que tiene el mando, manda” ¿No lo sabía? Entonces ¿A qué espera para solucionar usted los importantes problemas que tiene España? ¿A qué se solucionen solos? ¿A que alguien le diga lo que tiene que hacer? ¿A qué se le aparezca su ángel de la guarda y le susurre al oído las decisiones que tiene que tomar? Sr. Presidente, los españoles en su gran mayoría, estamos cansados – como dijo un parlamentario del Partido Popular en el Parlamento vasco al dejar voluntariamente el puesto: “de sus decisiones y sus indecisiones” -.

Disculpe que se lo diga, pero ejerce demasiado de gallego ¡Decida alguna vez algo práctico para resolver problemas! ¡Sea valiente y hable claro, llamando a las cosas por su nombre y no se manifieste con segundas intenciones! Las segundas intenciones son comprensibles para gente inteligente, y nos encontramos en una situación a la que nos ha llevado algunos políticos y presidentes no demasiado espabilados, según para que asuntos, porque para otros menesteres, son unos linces. Es una vergüenza que teniendo mayoría absoluta para gobernar y hacer cosas útiles, la citada mayoría parlamentaria (o gran parte de ella) se encuentre en entredicho, imputados o en la cárcel.

¿Está seguro que usted sigue siendo del Partido Popular? Porque da la impresión que le está haciendo la cama a otros partidos y asegurándose su jubilación, como tantos otros presidentes de gobierno anteriores y una casta muy hermosa de “políticos” lo cual hace pensar que hay un pacto no escrito que no se sabe para qué, ni para cuando. A ver si va a ser cierto lo que dijo un presidente del gobierno anterior “que los enemigos de España no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas”.

Organice primero el gobierno de España en su totalidad, utilizando las leyes vigentes, que muchas no se cumplen, y deje de hacer la pelota a Merkel y a otros políticos extranjeros, que ellos no lo han elegido, en cambio nosotros sí. No sea Quijote y arregle primero su casa que tiene mucha faena y déjese de tantos viajes, zalamerías y gobierne en España, que ese es su trabajo que para eso está y para eso cobra. Como siga así, tan suave y tan delicado, ya le anticipo que le queda poco tiempo de vida política ¡Es usted el único que lo puede hacer! Y no delegue y subdelegue en las personas que le rodean.

Solo existe un Presidente del Gobierno, usted, y es el que tiene que dar la cara, y deje de escudarse en otros u otras. Soy español y me siento orgulloso de serlo y no me escondo. Digo las cosas claras. Le recuerdo que el Artículo 6, párrafo 3, apartado c, del Código de Leyes Administrativas, dice entre otras cosas que “la obligación del Presidente del Gobierno es determinar la aplicación de los objetivos y las líneas básicas de LA ACTUACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS TANTO EN EL ÁMBITO NACIONAL, como en el de la participación en las organizaciones internacionales de las que España forma parte” ¡TAMBIÉN EN EL ÁMBITO NACIONAL, no lo olvide!

Y como no le considero bobo, imagino que habrá entendido lo que quiero decirle, y si no se considera capaz de liderar nuestro país, dedíquese a otra cosa, que nadie le ha obligado a aceptar el cargo, porque España parece un barco sin timonel, ni capitán y sin rumbo, pero aparentando lo contrario, por lo que le digo también lo mismo: ¿Quosque tándem abutere patientia nostra, Sr. Rajoy?

Majestad: No es mi intención molestarle, pero ¿Cómo permite que ocurran las cosas citadas anteriormente, cuando sabe perfectamente que están aconteciendo en España, su patria y la nuestra? Es para quejarse de la actuación de las dos autoridades citadas anteriormente. Lleva poco tiempo de monarca, pero le ruego que no cometa los mismos o similares errores que algunos de sus antepasados hicieron. Y uno de ellos, y me refiero concretamente a su bisabuelo Alfonso XIII, con la dictadura del General Primo de Rivera, que conllevó el que su pariente se tuviera que ir de España y a la postre, entre unas cosas y otras, España acabó en una desgraciada guerra civil. La historia de su familia, la conoce lógicamente mejor que un servidor. Disculpe por recordárselo. Solo soy un humilde español que está a sus órdenes, y al que le duelen mucho los males que afligen a mi patria.