Lo imposible
Decía nuestro presidente Mariano Rajoy, con gran solemnidad en la tribuna del Congreso, que se empieza a acusar a un político de corrupto, se sigue generalizando a todos los políticos y se termina acusando a todo el sistema. Según el, eso no se corresponde con la realidad del país. Pero, ¿cuál es la realidad?.- Pues no es otra que el sistema no está corrupto, es que el sistema es corrupto en si mismo.
Hagamos un pequeño repaso a lo que al parecer no es corrupción para los partidos políticos actuales, si a los que llaman unos “La Casta”.
¿Dónde está la separación y la independencia del Poder Judicial? .- Todos los órganos de dicho poder están nombrados por los poderes políticos del momento. Tanto el Consejo General del Poder Judicia, el Tribunal Constitucional, El Tribunal Supremo, la Fiscalía General del Estado, todo está repartido entre los partidos con cuota en el Congreso. ¿A quién les deben sus cargos?. Es decir de independencia nada de nada y a eso yo le llamo CORRUPCIÓN.
¿Por qué el Fiscal General del Estado está designado por el Congreso cuando debería ser un cargo del Estado al margen de los vaivenes de las fuerzas políticas del momento? .- Este puesto ha de ser nombrado por el Jefe del Estado y depender de el y de nadie más y que su mandato no esté supeditado a tendencias políticas cambiantes cada 4 años. Esa es otra CORRUPCIÓN del sistema.
¿Por qué los ciudadanos tenemos que mantener a partidos políticos y sindicatos de todo color si no comulgamos con sus ideologías? Nos sacan el dinero del bolsillo para mantener sus estructuras, sus “guarderías” y sus nuevas generaciones. ¿Qué lo hagan sus afiliados y simpatizantes. Esto es otra CORRUPCIÓN del sistema.
El sin fin de empresas públicas, casi 15.000 en las que se refugian afiliados, simpatizantes y familiares de los políticos, hacen competencia desleal a la iniciativa privada, retrayendo de la misma competitividad a la vez que dichas empresas públicas no aportan valor añadido al país. Eso señores es otra forma de corrupción.
¿No es CORRUPCIÓN los miles de millones en subvenciones a toda clase de iniciativas que esconden en realidad financiaciones a partidos o a otras causas como el expansionismo catalán?
¿Y que me decías de los miles de consejeros de Alcaldes, Presidentes de comunidades autónomas, consejeros autonómicos que solo son la tapadera para mantener un sueldo a los más “distinguidos lameculos” de las nuevas generaciones de los partidos?, ¿Es que no existen suficientes funcionarios de carrera perfectamente capacitados para asesorar a sus jefes? Pues esto es otra CORRUPCIÓN del sistema.
¿Acaso el sistema autonómico no es una CORRUPCIÓN en si mismo, cuando se ha perdido la libertad hasta de hablar tu lengua patria en ciertos lugares de España?, ¿o cuando el sistema de salud ya no es público nacional, sino regional y depende de quien y de donde?
Y quizás la peor de todas las CORRUPCIONES del sistema es la política de la enseñanza, donde a través de la cual se falsea la historia de España en beneficio de unos pocos y para sembrar un odio mantenido por el dinero público de todos. Hay peor CORRUPCIÓN que envenenar las mentes de unos niños inocentes a base de mentiras y manipulación?
Y para remate y colmo de la CORRUPCIÓN INSTITUCIONAL está la Ley Electoral que nos hace distintos a unos españoles de otros dando mayor relevancia y presencia a partidos regionales sumando un mínimo de votos en comparación a los partidos nacionales.
En definitiva, señor presidente, al margen de las corrupciones mencionadas, y quedarían muchas por referir, su plan contra la corrupción está vacío de contenido, vació como una campana hueca porque no ataca a las raíces de la actual situación. Usted y los anteriores Presidentes de Gobierno han mirado hacia otro lado durante 36 años. Han permitido y perdonado créditos a sus propios partidos que luego les fueron condonados, terminando ustedes mismos en los consejos de administración de las instituciones financieras.
Y lo que peor llevo es que para ser político no hace falta nada, solo tener 18 años, dijo ese tal ZP y así vamos. Después, con siete añitos en el Congreso os dais una jubilación, la máxima por ley, cuando cualquier españolito que se parte el pecho a diario, ha de cotizar y producir y pagar la exageración de impuestos durante 37 años para quedar con una jubilación ridícula, de verdadero pobre de solemnidad y sin la posibilidad de trabajar en ninguna otra actividad para poder completar unos ingresos que le permitan llevar una vida digna. Vosotros, políticos, os lleváis la máxima pensión y entráis en un consejo de administración de un banco, una eléctrica o una multinacional, cobrando doblemente lo que en vuestra vida no habéis merecido.
Resumiendo, Sr. Presidente, que no es que Vd. lo quiera negar, es que el SISTEMA ES CORRUPTO desde su concepción y no hacéis nada para que esto cambie. Y no lo cambiáis porque, como con el aforamiento tendrías mucho que perder, y lógicamente nadie le muerde la mano al que le da de comer.
Es por esta razón, que a esta empresa la llamo “Lo imposible”. Y es imposible que reforméis las cosas con el fin de barrer las injusticias y las corrupciones que ya de fábrica tiene nuestro sistema “democrático”. Una falacia como pocas.