Los diputados de Amaiur exhiben en el Congreso carteles de acercamiento de presos etarras.

Un amplio sector de los presos de ETA confía en que Podemos venza en las próximas elecciones generales y acceda al Gobierno, porque creen que una de sus primeras medidas sería dar un giro de 180 grados a la actual política penitenciaria, lo que propiciaría su acercamiento a cárceles del País Vasco y Navarra. Una medida que anticiparía su pronta puesta en libertad.

Muchos de ellos recibieron con alegría los resultados de la formación de Pablo Iglesias en los comicios europeos y esa satisfacción la mantienen a fecha de hoy, porque sus expectativas electorales se mantienen, si no es que han aumentado ante la desafección que sienten los ciudadanos por los partidos convencionales, muy especialmente PP y PSOE.

Tres años después de anunciar el cese definitivo de la actividad terrorista, ETA sigue sin disolverse, así que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no modifica la política penitenciaria basada en la dispersión. No obstante, en el supuesto de que la banda desapareciera, los etarras podrían disfrutar de los beneficios a los que puede acceder cualquier recluso, pero en ningún caso se verían beneficiados con excarcelaciones masivas, según reitera el Gobierno.

Así que la única esperanza que les queda a los terroristas de beneficiarse de amnistías más o menos encubiertas es que las urnas fuercen a Mariano Rajoy a abandonar el Gobierno y conduzcan a Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Iñigo Errejón al asalto de La Moncloa. «De puta madre, los resultados han sido un subidón», afirmaba con abierta satisfacción un representante del colectivo de presos tras los resultados obtenidos por Podemos en las elecciones europeas. Y en un tono entre eufórico y cínico añadía: «Todavía hay rojos de verdad en el Estado español».

Otro recluso de la banda terrorista llegó a apuntar en un texto de análisis electoral que Podemos había imitado el estilo e incluso algunas frases exactas utilizadas en sus últimas intervenciones por Arnaldo Otegi.

Las fuentes conocedoras de la situación subrayan que esa percepción que numerosos reclusos etarras tienen sobre Podemos no ha decaído con el paso del tiempo. Antes al contrario, se ha incrementado a raíz de la publicación de encuestas que mantienen las expectativas de la formación ideada por Pablo Iglesias. «Igual les voto, va en serio, juro por Dios…», afirmaba recientemente un sanguinario pistolero de ETA, a quien aún le queda mucho tiempo entre rejas.

«Compañeros de viaje»

El cruce de opiniones entre unos y otros reclusos a través de personas del entorno desencadenó recientemente un debate informal. En el transcurso del mismo, se ha sabido que algunos presos han llegado a proponer un cambio de estrategia electoral de la «izquierda abertzale». Esto es, que no se presente Amaiur para que las bases tradicionales de Batasuna voten a Podemos.

Hay otros que proponen la posibilidad de llegar a acuerdos concretos con la formación de Iglesias. Es el caso de un pistolero «liberado» de última generación, que antes de su arresto hizo labores en el «aparato militar»: «Hay gente nuestra que ve muy bien lo de Podemos y otros que tienen miedo de que vayan a quitarnos votos. Yo estoy convencido de que pueden ser buenos compañeros de viaje, los compañeros que llevamos lustros esperando que surjan entre la izquierda republicana española para poder trabar acuerdos con ellos».

Firmeza del Gobierno

Pero lo que más se revela entre los presos de ETA es la gran expectativa de cambio que vislumbran si Podemos triunfa. Han comprobado que el Ejecutivo no les ha premiado con beneficios por el hecho de que ETA haya dejado de matar. Ni lo va a hacer, y ello lo asumen ya hasta los más optimistas. «En esta legislatura nada. El Gobierno español no se va a mover un centímetro», se lamentaba un experto en la confección de bombas lapa. «A ver si gana Podemos, porque eso cambiaría el panorama político en Euskadi», terciaba otro.

Y ese cambio si gobierna el partido de Iglesias pasaría, según auguran los etarras, por un acercamiento al País Vasco. El fin de la dispersión supondría acabar con un instrumento legal que se está manifestando determinante contra ETA. «Con los de Podemos en el poder iríamos a Euskal Herria echando hostias, eso seguro…».

Las fuentes consultadas han detectado que entre los presos hay unanimidad, nunca observada en otras coyunturas preelectorales, a la hora de creer que si gana Podemos mejorará su situación. «Yo creo que serían más receptivos con lo nuestro». Uno de los últimos «almacenistas» de ETA lo expresaba así: «Con Podemos se puede hablar y llegar a acuerdos. Ahora está todo parado, pero a ver si en las siguientes sacan un buen resultado y cambian el panorama».