El Gobierno popular de Valencia sanciona a la alcaldesa de les Alqueries por salvar la vida a un novillo
El gobierno autónomo de Valencia (PP) anunció ayer que ha sancionado a la alcaldesa de les Alqueries, Consuelo Sanz, con una multa de 300 euros por indultar un novillo durante el Festival Taurino del año pasado, pese a la advertencia en contra de esta decisión del delegado gubernativo presente en la plaza.
Según manifiestan fuentes procedentes del Partido Popular, «éste es un ejemplo más del proceder diario de Sanz, de la manera que tiene la alcaldesa de gestionar el municipio, ignorando las opiniones de los que no piensan como ella, llegando, como en este caso, incluso a tomar una decisión aún a sabiendas de que era ilegal». Y es que según explican, «tal y como el delegado gubernativo advirtió a la alcaldesa», en una plaza de tercera no existe la facultad de indultar a las reses que participan en el festejo.
El portavoz del PP en les Alqueries, Vicente Usó, señaló que la Conselleria ha sido especialmente benévola con la actuación de Sanz, ya que según se hace constar en el procedimiento sancionador «la multa que podría corresponder sería de 900 euros, ponderando especialmente la trascendencia de la infracción, puesto que el Festival Taurino contaba con la presencia de un delegado gubernativo que hizo expresa aclaración de no conceder el indulto a la res y entonces de produjo la omisión de la presidenta a proceder del modo reseñado».
Sanción mínima
Desde la Conselleria de Gobernación manifiestan que se ha tenido en cuenta la naturaleza del festejo para determinar una reducción de la sanción aplicable, ya que se trata de un Festival Taurino Mixto, con lo que resulta de ello una multa económica de 300 euros.
Los hechos se produjeron el 6 de octubre del año pasado, durante la celebración de la cuarta edición del festival, en una corrida en la que participaron figuras del toreo como Enrique Ponce, El Juli o Alejandro Talavante. Fue precisamente en la faena de éste último en la que se produjo el indulto del novillo, de nombre ‘Taponero’, después de una buena actuación del madrileño ante una plaza a rebosar.
Consuelo Sanz, como presidenta del evento, indicó a Talavante que matara al animal, pero la insistencia del público presente en el coso consiguió que la máxima autoridad cambiara de opinión y sacara el pañuelo naranja, que significaba el indulto del novillo. Por ello, Talavante salió de la plaza con dos orejas y un rabo simbólicos.