Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas
No se habría llegado a la degeneración general y a los niveles superlativos de corrupción generalizada sin el concurso de legiones de lacayos, mediocres dedicados a la adulación y al trepismo compulsivo. Traigo aquí a colación a un personaje como paradigma de esa nube de parásitos, que han hecho del servilismo un arte para medrar al margen del trabajo y el mérito. Los indignos políticos que nos desgobiernan, nos arruinan y nos expolian han primado a ese biotipo degenerado que las sociedades que aspiran sobrevivir suelen marginar. Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, es la demostración palmaria de que PSOE y PP, la misma mierda es, porque ha servido a ambos, a adulado a ambos y ha chapoteado en las cloacas de ambos, sin ninguna Blasrepugnancia.
Hoy en día no es ni capaz de llevar con discreción ni su patente decadencia física, ni su lejana alopecia, hoy disfrazada con rubio platino a lo Marilyn Monroe. Aterrizado en Alicante, estuvo al servicio del que entonces era cacique socialista, Antonio Fernández Valenzuela, siendo accionista de una empresa de eventos primada por la Diputación de Alicante, mientras ponía su herrumbrosa y garbancera pluma –un periodista se supone que al menos debe saber escribir y saber ordenar sujeto, verbo y predicado- al servicio del señorito. Pasó también por una empresa, TeleElx, epicentro de uno de los casos de corrupción socialista más sonados de la Comunidad Valenciana: Cosistel.
Cuando cambiaron las tornas, se hizo un adicto del Partido Popular y de Eduardo Zaplana, ese auténtico desastre para la Comunidad Valenciana. Utilizando sus influencias, ha colocado a sus dos hijas en puestos burocráticos. Según fuentes próximas a la exjefa de Canal 9 y exjefa de prensa de Eduardo Zaplana, Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, ha estado como fijo en el fondo de reptiles del PP.
Miembro de una colla, de fuertes aromas etílicos, que se han ido repartiendo papeles para estar siempre en el machito y pillar cacho del Presupuesto. Un falso aristócrata, Pedro Nuño de la Rosa jugando a IU. Un bancario orondo, Juan Navarro, militante del PSOE. Y Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, en la derecha garbancera. Así, estuviera quien estuviera en el poder, ellos, en su misma vacuidad, representaban la pluralidad.
Hoy en día, el tal Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, que nunca ha dado una noticia, ni ha hecho un reportaje, aunque sí es cierto que ha demostrado pericia como tiralevitas y lameculos, ejerce de portavoz de la Sindicatura de Agravios, el nombre que recibe en la Comunidad Valenciana el ineficiente y gravoso defensor del pueblo regional, puesto ocupado por un chaquetero contumaz, José Cholbi, que lleva toda la vida viviendo de la política, sin pegar un palo al agua. No hace mucho que el Síndico de Agravios denunciaba que los servicios sociales podían quebrar por la ineficiente gestión de la Generalitat valenciana. Siendo esto cierto, es sólo parte de la verdad, porque la verdad es que los servicios sociales están a punto de quebrar porque hay una cosa que se llama Sindicatura de Agravios, que es un agravio, que no sirve para nada, que representa un gasto innecesario, que tiene un Síndico pepero que no sirve para nada y cobra un pastón, y un vicesíndico socialista, Ángel Luna, que, desde su presunta corrupción pasada, sigue viviendo del contribuyente, y un montón de falsos funcionarios, porque son familiares y amigos de los políticos y militantes ociosos de los partidos. E incluso hay un inútil y mediocre que ejerce de portavoz, el tal Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, y que cobra por ello, y bien, aunque sólo ha demostrado pericia como tiralevitas y lameculos, y como traidor compulsivo. Aunque en esas materias, Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, a fuerza de entrenarse ha conseguido niveles superlativos, España se ha llenado de tales personajes, que campan a sus anchas y viven del Presupuesto, hundiendo a la nación. Con el inútil de Rajoy, han aumentado, pues se ha recortado en todo, menos en pesebres. Es la asquerosa casta expansiva.
Blas Gómez Cuartero, alias Blas de Peñas, sigue perorando sus estupideces sin sustancia, sus espeluznantes adulaciones, desde el último fiasco mediático del PP, como bien lo ha definido Alerta Digital, desde ese bodrio que es Noticias o Canal 12 (de lo primero no tiene nada). Ahora, por si acaso, adoptando una posición “institucional”, dispuesto a nadar y guardar la ropa, a sobrevivir, con Podemos, el Frente Popular o la gran coalición PSOE-PP. España de blasas y pandereta.