AFP.- El 6 de enero se ha cumplido un año de su asesinato, pero el caso de la ex miss Venezuela de 2004 aún sigue resonando en la memoria de muchos venezolanos. Cruel recuerdo de una violencia rampante y sin freno que ha convertido al país en uno de los más peligrosos del mundo. Y es que las heridas por la muerte de Mónica Spear no se han cerrado y el pueblo sigue esperando que se haga una justicia que no llega.

El homicidio de Mónica, actriz y presentadora en Miami tras su éxito como miss, muestra la tremenda realidad venezolana. El caso, con más trascendencia por tratarse de un rostro conocido, no es algo aislado en un país que muestra una sonrojante tasa de 68 homicidios al día, solo superado por Honduras.

Extrapolado a un año entero –al 2014 concretamente- arroja hasta 24.980, una cifra superior incluso a la de 2013 que ya era bastante elevada, 24.763, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), una ONG que todos los años actualiza unos datos que dejan muy mal parado a Venezuela.

Y es que lo más preocupante no solo es que se cometan estos crímenes, sino también que los culpables se marchen impunes. El OVV estima que solo cerca del 5% de los homicidios se resuelven con éxito, frente a una gran mayoría que no. Es decir los asesinos pueden seguir actuando con la seguridad de que las posibilidades de ser cazados es muy baja.

En el caso de Mónica, la miss estaba de visita en Venezuela junto a su marido y a su pequeña hija de 3 años, que sobrevivió, y transitaba con su coche por la peligrosa autopista Valencia-Puerto Cabello, famosa por ser el lugar en el que los delincuentes asaltan a los conductores por la noche.

Protestas en Venezuela tras la muerte de Mónica Spear

La mala suerte se cebó con la familia cuando se golpeó el vehículo con una piedra y una grúa que pasaba por allí paró para socorrerles, pero en ese momento aparecieron los delincuentes que les asaltaron y dispararon, acabando con la vida de la pareja

A partir de aquí las versiones son confusas y mientras que la oficial dice que el conductor de la grúa no tuvo nada que ver, la documentada por los periodistas, María Isoliett y Deivis Ramírez, dice que estaba implicado, tras haberse entrevistado con varios de los delincuentes.

La investigación, apresurada, se saldó con 150 detenidos de los que finalmente quedaron 10, sin embargo se sabe a ciencia cierta que el autor material, Gerardo José Contreras Álvarez sigue prófugo de la justicia y que las consecuencias del homicidio no han sido las esperadas.

Porque la muerte de Mónica causó tan hondo impacto en la sociedad venezolana que hubo un compromiso muy importante por parte de Maduro de poner en marcha las medidas de seguridad necesarias para evitar estos vergonzosos casos, pero viendo las cifras aportadas por el OVV se ve claramente que ha sido un fracaso.

De hecho, aunque solo se cogiera el número de homicidios oficiales, del año 2013, se trata de 11.700 muertes. Algo inadmisible en un país como Venezuela.

Los medios locales aseguran que se ha reforzado la seguridad en la fatídica autopista en la que perdieron la vida Mónica y su marido, pero con los fríos datos en la mano no cabe ninguna duda de que es necesario algo más. Unas medidas efectivas que hagan que el país deje de estar en la cola del mundo en cuanto a seguridad. Es algo que todos los venezolanos necesitan de forma imperiosa.