Rechazo unánime de la comunidad educativa a las carreras de tres años, que ya rigen en Europa
La reforma con la que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quiere homologar las enseñanzas universitarias españolas a los países europeos de nuestro entorno se ha encontrado con un rechazo frontal por parte de la comunidad universitaria. Los rectores españoles se reúnen el lunes para analizar la reforma, aprobada en el Consejo de Ministros de ayer mediante Real Decreto, y los estudiantes anuncian movilizaciones y huelgas. A los primeros les choca la premura en reformar el sistema que adaptó las enseñanzas en España al Espacio Europeo de Educación Superior, el conocido Plan Bolonia, que lleva cinco años en vigor y está empezando a dar a sus primeros graduados.
Los estudiantes entienden esta reforma como un nuevo paso en el intento de privatizar las universidades y encarecer sus servicios.
La reforma, tal como quedó aprobada ayer, permite a las universidades ofertar, desde septiembre de este año, el actual sistema de grados, de cuatro años de duración más un año de máster, o bien el nuevo con grados de tres años de duración y máster de dos años. Esto supondría en la práctica que convivirían en las universidades españolas tres sistemas, el anterior al del Plan Bolonia, con licenciaturas de cinco años y carreras técnicas de tres (que se están extinguiendo pero aún quedan algunos cursos), el nuevo plan de grados de cuatro años (el curso pasado salieron los primeros graduados con este sistema, pero hay carreras, como Medicina, que aún no han terminado el proceso y no han egresado alumnos de grado) y este nuevo a implantar de acuerdo con la reforma del ministro Wert.
Frente común
La reforma aprobada ayer ha generado un rechazo generalizado en la comunidad universitaria, que no entiende que una reforma de este calado se realice sin consenso. Los rectores ya manifestaron su oposición a esta medida porque creen que ofrecer un modelo distinto de duración de grados y másteres puede contribuir a «un mayor desequilibrio» en la oferta de titulaciones universitarias.
La reforma también ha sido criticada por el propio Consejo de Estado, que en su dictamen previo consideró que «la falta de estabilidad en la regulación de las enseñanzas no parece beneficiar a la consecución de una educación de calidad». Y los sindicatos entienden que, además de encarecer la educación universitaria, la reforma puede suponer el despido de cientos de profesores.
Los estudiantes se apresuraron a convocar manifestaciones y jornadas de huelga. Ayer mismo ya se registraron concentraciones, una de ellas ante el Ministerio de Educación. El Sindicato de Estudiantes ha convocado dos días de huelga y en las redes sociales se inició una campaña de recogida de firmas para exigir la retirada del Real Decreto.
Los estudiantes se verán obligados a cursar dos años de máster para que su título tenga validez en el mercado de trabajo, con el consiguiente coste económico. Con las tarifas de precios públicos que rigen en Andalucía un curso de grado puede costar 733 euros, mientras que un año de máster cuesta 2.118 euros, siempre en primera matrícula.
Generalizado en Europa
Sin embargo, el sistema de tres años de grado y dos de máster está generalizado en los países de nuestro entorno y sólo ocho estados de los 49 que aprobaron el Espacio Europeo de Educación Superior tienen un sistema como el español. Además de España, optaron por los cuatro años de grado Chipre, Turquía, Armenia, Georgia, Grecia, Kazajistán, Rusia y Ucrania. Esto porque el Plan Bolonia permitía a los países que lo suscribían elegir entre esos dos sistemas. Por esto, una de las razones expuestas ayer por el ministro Wert es que la nueva estructura ayudará a homologar la educación superior española con la de los países europeos de su entorno, y podrá reducir los costes para los estudiantes que después del grado no quieran hacer un máster.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunció que va a proponer a las universidades andaluzas «no aplicar» la reordenación por considerar que «devalúa lo público y perjudica a los estudiantes». En su cuenta de Twitter indicó que «desde Andalucía rechazamos frontalmente una reforma universitaria sin consenso» y subrayó que el Gobierno de Rajoy «sigue en su estrategia de convertir la educación en un lujo».
Ni PP, ni PSOE, ni Podemos. Votemos a otros partidos para ganar en eficacia y honradez para España. Gracias.