De vueltas con Raquel Calvo de la Fuente
Con Raquel Calvo de la Fuente el PP va a desaparecer de la Comunidad Valenciana. No sólo por ella, pero también por ella. Por todos y todas los que viven del contribuyente, a costa del contribuyente, de sangrar al contribuyente. Porque el PP, en su voracidad fiscal disparada para pagar la orgia de su corrupción irrestricta, se ha convertido en un partido socialista, que incluso ha superado en presión fiscal el programa de Izquierda Unida.
El PP ha sido quizás el primer y único partido de la historia que se ha dedicado sistemáticamente a agredir a su base social, a sus votantes, a las clases medias con las que se ha obsesionado en emprobecer y extinguir, mientras el acanallado Cristóbal Montoro lanzaba una amnistía fiscal para que Luis Bárcenas y los Pujol y los de Gürtel pudieran blanquear sus fortunas corruptas. Que, por supuesto, no ha tocado, sino que ha tratado con extrema delicadeza, a esos paraísos fiscales que son las SICAV.
Contra las clases medias… terrorismo fiscal. Hace unos días la Policía Judicial detenía a la intendente del Palau de les Arts, Helga Smichdt, por cobrar comisiones de los patrocinios y presuntamente también de cantantes y todo tipo de artistas. Con ella, fue detenido el liquidador de RTVV. Que el tal Palau había devenido en antro de corrupción era un secreto a voces, mil veces denunciado y mil veces silenciado y amparado por el PP valenciano que para pagar ese tipo de latrocinios y la aventura sentimental del ultragris Alberto Fabra, presidente de lo que queda de la Generalitat, no tuvo otra ocurrencia, en su desfonde moral, en su infinita ineficacia, que a traición hacia los votantes, con nocturnidad y alevosía, recuperar el impuesto de sucesiones en la Comunidad Valenciana, que ya, en época de tantas penurias, la mitad de las herencias ni se reclaman.
El PP ha lanzado a las raqueles Calvo de la Fuente contra sus votantes, contra la gente honrada, contra las clases medias, para hundir a la Comunidad Valenciana y a España, mientras los cargos del PP chapotean en la avaricia, en la mierda y en el trinque impune. Porque al PP, a los cargos corruptos del PP, no les investiga nadie, contra ellos no hay inspección de ningún tipo, contra ellos no hay fiscalía sino a favor. Y lo digo con conocimiento de causa y con autoridad moral porque he denunciado en los Juzgados, con pruebas irrefutables, que el PP de la Comunidad Valenciana, el de todas y cada una de las localidades, empezando por Elche siguiendo por Elda, continuando El Campello, donde las cuotas de los ‘afiliados’ se cobran a través de la ¡Asociación de Amigos de la Música!, y la Justicia no ha hecho nada, ha mirado para otro lado y, por supuesto, los inspectores y las raqueles, chitón, chitón.
Es decir, que el PP valenciano es un paraíso fiscal pero, con sus raqueles, se dedica a perseguir a los demás. Es decir, que el PP defrauda a manos llenas, que funciona completamente en negro, pero, con la ley del embudo, se ceba en los demás con lo que muy acertadamente Guillermo Rocafort, ilustrado patriota, ha tildado de terrorismo fiscal.
Ya ha empezado la cuenta atrás para la desaparición del PP en la Comunidad Valenciana por culpa de Raquel Calvo de la Fuente, no sólo de ella pero también de ella, por culpa de haber establecido la relación con el ciudadano a través del semblante torvo de Raquel Calvo de la Fuente manostijeras.