El catalanismo político
El profesor Pabón sintetiza con trazos magistrales las cuatro corrientes originarias del catalanismo político , según Palacio Atard:
a.- La Reinaixenca cultural, que se basa en la lengua y es la primera que aparece en el tiempo. Se menciona la Oda a la Patria de Carlos Aribau en 1833 como la proclamación de la lengua catalana, símbolo vivo de su cultura. En el Romanticismo europeo se da este tipo de movimientos restaudadores de las lenguas locales: el bretón de los “Academi Ureiz” en 1989, se concreta con Rubio i Ors un movimiento literario consciente en torno al periódico Reinaixenca (Milá , Rusinyol, Juan Maragall , Victor Balaguer , Antonio Bufarrull, Jacinto Berdaguer), movimiento que se ratifica en torno a los juegos florales iniciados en 1859, como ocurre en la otras dos Regiones objeto de la investigación.
b.- El proteccionismo económico, en pugna con el librecambismo, en cuya larga polémica Cataluña adquiere conciencia de su personalidad económica, sobre todo en el periodo 1840-1868, con las reformas arancelarias de 1849 (proteccionista) y de 1862 (liberalizante). El triunfo del liberalismo económico en la Revolución de 1868 y el arancel de 1869 provoca entre las clases empresariales de Cataluña una reacción proteccionista, fundándose el Fomento de la Producción Nacional, llamado a constituir un activo grupo de presión.
Las rectificaciones parciales al arancel librecambista entre 1876- 1881 en la primera fase de la Restauración, no son mantenidas por Sagasta en base a los tratados comerciales bilaterales (tratado hispano-francés de 1882, modus vivendi con Inglaterra en 1884). Posteriormente, la conversión de Canovas al “proteccionismo” se plasma en el arancel de 1891, y la polémica a favor del mismo ganará terreno, a semejanza de lo que ocurre en otros países de Europa, hasta que el arancel de 1906 refuerce la línea proteccionista. Inicialmente se había perfilado, pues, el catalanismo sobre estas dos realidades señaladas por Pabón: la poesía, la realidad cultural; y el arancel, la realidad económica.
c.- La tradición regionalista. Es una corriente de derechas, que se apoya en la historia y en la defensa del derecho catalán: la raíz foralista del catalanismo. Los carlistas y los grupos confesionales católicos son sus principales receptores. El obispo de Vich, Monseñor Torras i Bagés es su figura más representativa. Luego, Manuel Durán i Bas encabeza la escuela del derecho catalán.
d.- El federalismo, corriente de izquierdas, basada en la filosofía política, a diferencia de la anterior que buscaba fundamentos en la historia, distinción que estableciera en su tiempo Rovira i Virgili. De las tesis abstractas de Pi y Margall saldrán dos líneas diferentes: una la del federalismo, que desembocó en el cantonalismo primero y finalmente en la F.A.I en el s. XX; otra puramente federalista, sobre la base autonómica de las regiones presuntamente históricas. Valentín Almirall pasó del federalismo abstracto al catalanismo político concreto al formar en 1882 el Centre Catalan.
Durante la mayor parte del s. XIX el catalanismo había sido, pues, fundamentalmente económico y literario. Sólo más tarde, con el Centro Catalá y luego con la primera Lliga de Catalunya, en 1887, toma cuerpo el catalanismo político. Esta Lliga la formaba un grupo juvenil de la burguesía ilustrada, con Duran i Ventosa , Prat de la Riba , Puig i Cadafalch.
Las diversas corrientes del catalanismo político inicial se refunden en el manifiesto de la Unió Catalana el 16 de marzo de 1897: “Queremos la lengua catalana con carácter oficial y que sean catalanes todos los que en Cataluña desempeñen cargos públicos; queremos Cortes catalanas….; queremos, en fin, la facultad de poder contribuir a la formación del Ejército español por medio de voluntarios o dinero, suprimiendo en absoluto las quintas y levas en masa, y estableciendo que la reserva regional forzosa preste servicio solamente en Cataluña”.
Después del desastre del 98, el catalanismo creció vertiginosamente, pero, también caóticamente, según Pabón, hasta que Prat de la Riva puso orden al fundar el 25 de Abril de 1901 la nueva Lliga, en la que se incorporaba la Unión Regionalista fundada en 1900 por el Doctor Robert. En ella se integraban grupos heterogéneos de intelectuales, económicos, los tradicionalistas de Vich, castelaristas y la masa neutra movilizada a la política.
En las elecciones a Cortes de mayo de 1901, sacaron triunfantes sus cuatro candidatos por Barcelona. Era la primera réplica al sistema de partidos políticos “oficiales” de turno y la materialización en programas políticos del primer catalanismo oficial en el que estaban representados desde los tradicionalistas Carlistas de Vich hasta los federalistas, es decir, todas las corrientes catalanistas.
*Teniente Coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca
Sobre notas de lengua ESPAÑOLA (no “castellana”) en Cataluña, háganselo mirar…http://www.vozbcn.com/2011/10/03/87829/mentiras-inmersion-conocimiento-castellano/
Esta bien todo lo que sea ir contra el catalanismo desbocado, pero también es cierto, nos guste o no, a los no catalanes, que los castellanos han tenido casi cinco siglos para arreglar el problema de la lengua en España y no lo han hecho.
arreglar el problema de la lengua??? como, al estilo de los conquistadores de las américas? asesinando los no conversos??
Yo no se donde está el problema, si no es que si quiero dirigirme a la administración no puedo hacerlo en mi lengua que es el catalán. Los Pperos se han inventado un problema donde no lo hay desde hace 30 años. Mal que les pese el sistema de inmersión ha funcionado y prueba de ello es que las mejores notas de lengua castellana en la selectividad se dan en Catalunya.
¿Los “castellanos”? Pues en Francia y otros países también tienen lenguas regionales (y sin ser oficiales) y sin ningún problema. El problema está en que aquí en España lo utilizan como arma POLÍTICA.