De Cristóbal Montoro a Raquel Calvo de la Fuente
Es grave que José Carlos Monedero defraude a Hacienda de los dineros recibidos del chavismo, pero es mucho más grave que el fatuo Cristóbal Montoro se dedique a utilizar el Ministerio de Hacienda como un remedo de la Stasi, para perseguir a sus enemigos políticos, filtrando información. Esa unión de Estado y de partido se da en las peores y más abyectas tiranías. Y, por tanto, es de higiene nacional echar al PP y a Montoro y exigirle cuentas.
Lo de Monedero es grave en la medida en que contradice su discurso jacobino y por su completa incoherencia respecto a sus frívolos anatemas contra la economía sumergida. Conozco a muy buenos profesionales, a personas muy luchadoras y honradas, que están en la economía sumergida para sobrevivir; literalmente, para no morirse de hambre. Son víctimas de un sistema que ha instalado una casta que se extiende como una hidra a través de legiones de enchufados, creando un clima insoportable a los laboriosos con una confiscación expoliatoria. Y tienen que vivir al día, sin seguridad, sin contrato, sin iva ni venía. ¿O es que sólo pueden protestar los cineastas contra ese iva demencial y asfixiante?
Pero mucho más incoherente es que el impresentable de Cristóbal Montoro –empezó dándole clases de economía a Aznar, por encargo de la CEOE, y ha terminado siendo un prepotente sin base- ande de pequeño Torquemada cuando pertenece a un partido que no es más ni menos que una mafia, cuyas obras en su sede central han sido sufragadas con dinero negro, que sale de las comisiones de los falsos empresarios corruptos que reciben a cambio favores políticos. Y sale la marisabidilla de Soraya –sumum de la incompetencia- diciendo que Monedero no sostiene la educación y la sanidad, a las que han hundido los corruptos del PP, que están matando, sin medicamentos, a los enfermos de hepatitis C.
Cuando esa mafia pepera, en los años 2007 y 2008, gastó dos millones de euros de dinero negro en sus campañas electorales en la Comunidad Valenciana. Lo cual es una verdad a medias, porque todas las campañas en toda España, en las elecciones locales, el PP de cada localidad hace sus campañas con dinero negro. Lo he demostrado en Elche y en toda la Comunidad Valenciana. Eso ha de sumar una cifra estratosférica de dinero negro. Montoro, por supuesto, no lo investiga. Quien está en la economía sumergida, quien se financia con dinero negro, con caja B, quien reparte dinero negro a sus dirigentes, incluido Mariano Rajoy, es el Partido Popular al que pertenece el insufrible Cristóbal Montoro, quien, en el colmo de la desfachatez y la inmundicia, perpetró una amnistía fiscal para que blanquearan su dinero los corruptos peperos. ¡El testaferro de Francisco Granados tenía en dos cuentas en Suiza 27,6 millones de euros! Nada ha hecho Montoro con la lista Falciani. Aquí hay bula y veda para los defraudadores de la casta mientras se persigue con saña a fontaneros y electricistas o se presenta a los mecánicos como los grandes culpables de la crisis.
Es el paradigma de Raquel Calvo de la Fuente, que ya es un escándalo nacional, mirando para otra parte mientras el PP valenciano es una cloaca que sólo funciona con dinero negro, mientras persigue a ciudadanas indefensas. Seamos claros: aquí el fraude fiscal es el de los corruptos mientras el resto es confiscación, como lo es poner a traición -¡malditos peperos!- el impuesto de sucesiones, que con alharacas se ha retirado antes, para ganar elecciones. Aquí no sólo hay una doble moral insoportable, también hay un doble rasero inaguantable, que perpetran estos políticos corruptos y sus guardias pretorianas, de funcionarios allegados con oposiciones amañadas, que dicen simplemente cumplir la ley, cuando aquí la Ley quienes la incumplen son de Rajoy abajo todos los del PP, empezando por Cristóbal Montoro, que tiene sus ahorros fuera de España, sin pagar impuestos.
votar un partido, con imputados, causas abiertas, sospechas y presuntas tramas de corrupción de personas que se refugien en términos de aforado para no meterles mano, partidos bajo esta sombra y sospecha no debería ser votados, legitimado con ningún voto de español alguno, quizás así sería la manera de empezar a construir un futuro mejor, igual da que un candidato sea muy listo y muy preparado si comparte mesa y mantel con la corrupción de su partido.
Estimado pat: Votar en este régimen, donde la palabra democracia solo se repite insistentemente para demostrar que una mentira repetida continuamente equivale a la verdad, es poco menos que ser un ingenuo. Cuando se vota en España, el votante no obtiene representación en el estado, solo la obtiene el jefe del partido politico, el que hace la lista de candidatos. Esto convierte al votante en un mero “legitimador”, un combidado de piedra, un pobre tonto que firma talones en blanco al portador. En este regimen podrido es imposible que pueda haber alguno que no sea, antes o despues, un corrupto.… Leer más »