Los lujos del príncipe Rouco Varela
Cuando en el país del príncipe de la iglesia católica, Antonio María Rouco Varela, millones de familias lo pasan mal, cuando tenemos millones de niños mal alimentados porque sus padres no tienen para darles de comer adecuadamente, nos enteramos que la Conferencia Episcopal se gasta medio millón de euros, sí, ochenta y cinco millones de las antiguas pesetas, en hacer reformas en el ático destinado a ser su vivienda. Porque el príncipe vivirá, a partir de ahora, junto con su secretario y asistenta, en la calle Bailén, número 12, octavo piso (ático). Se trata de una vivienda de unos 370 metros cuadrados, con seis habitaciones y cuatro cuartos de baño, junto a la catedral de la Almudena.
Porque el antiguo cardenal arzobispo de Madrid no tiene las costumbres de su sucesor, Carlos Osorio, que habitaba en una Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Y es que Rouco es de los de la antigua iglesia, que sólo daban cultura a los hijos de los ricos, si les dejaran, claro. Y de los que disponían de lujosos coches oficiales, con chóferes, mientras los parroquianos se las daban tan felices acudiendo al tajo en su modesta bicicleta. Me da en la nariz que era de los que pasaban bajo palio al dictador Franco, muy devoto el, claro.
Soy de los que piensan que la actual iglesia católica está haciendo una buena labor ayudando con sus comedores de Cáritas, por ejemplo. Pero esa iglesia se da de tortas con los lujos de sus príncipes que se retiran, se jubilan, gastándose una millonada en reformas y viviendo en áticos de lujo. La iglesia que se ve en las películas presume de pobreza, que no de lujos. Y el ejemplo de estos príncipes que han confundido su vocación en poder, lujo y gloria no es de recibo en pleno siglo XXI. Y menos en una España desangrada en una crisis económica que se ha dejado millones de ciudadanos que comen de la beneficencia poco menos.
Me da en la nariz que estos lujos, estas rayadas, no van a sentar nada bien al Papa argentino, antiguo jesuita que ha vivido la pobreza en su país y parece más sensible ante el sufrimiento de los humildes. Dudo que él hubiera firmado de buen agrado los cheques para reformar el ático destinado a su príncipe Antonio María. Lo dudo mucho.
Sr. Joaquin Abad: En la Iglesia como en todos los estamentos humanos, hay de todo. Un clérigo, puede hacer cosas buenas y al mismo tiempo no tan buenas. Por recordar alguno que llamó mucho la atención, saco a relucir el caso de Alfonso Carrillo de Acuña. Obispo de Sigüenza y Arzobispo de Toledo que su influencia en la vida política del reino de Castilla fue enorme. Indudablemente hizo cosas buenas, pero era un chaquetero de cuidado. Según las vicisitudes históricas, cambiaba de bando con facilidad: desde Enrique IV de Castilla a Isabel la Católica, el rey de Portugal (Alfonso V… Leer más »
Como hombre, como español y como católico sincero y creo que bien formado, yo entiendo que tiene usted mucha razón, Don Joaquin: lo que está haciendo Mons. Rouco Varela se da de tortas con el espiritu de pobreza y austeridad del Evangelio.