Mariano Rajoy y Juanma Moreno

Mariano Rajoy proclamó hace tres años en vísperas de las anteriores elecciones autonómicas que si lo llamaban de Andalucía, nunca tendrían que hacerlo dos veces. Ha cambiado el candidato -Juanma Moreno ha relevado a Javier Arenas-, pero el compromiso del presidente del Gobierno permanece intacto. La presencia de su Gobierno, liderado por él mismo, durante esta campaña está siendo muy activa. Rajoy abrió la carrera electoral con un gran mitin en Jerez de la Frontera (Cádiz) y no faltará al cierre de la campaña en Sevilla para arropar al candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Juanma Moreno acaba de cumplir su primer aniversario al mando del PP andaluz y el discreto conocimiento que tiene entre los electores constituye su mayor debilidad.

La caravana presidencial visitará cinco de las ocho provincias andaluzas. Coincidiendo con el ecuador de la campaña, el presidente nacional del PP participará mañana en un acto de apoyo a autónomos en Córdoba y, por la tarde, se desplazará a la capital granadina para protagonizar un mitin ante militantes y simpatizantes. El domingo viajará a Almería, donde compartirá escenario con la exdelegada del Gobierno en Andalucía y número uno de la lista por esta circunscripción, y probablemente estará presente Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica del PP y cuarto en la candidatura por Almería.

Frente a un PSOE andaluz que ha fiado toda su suerte electoral a la marca Susana Díaz sin ceder ningún protagonismo al líder federal, Pedro Sánchez, Rajoy y sus ministros se han convertido en uno de los puntales en la carrera andaluza. Nadie mejor que ellos para defender la incipiente recuperación económica, insuflar confianza en los votantes más desencantados y frenar así el ascenso que las encuestas dan a Ciudadanos, que puede «pescar» en su caladero de votos.

El PSOE critica la «romería»

La ofensiva gubernamental ha levantado suspicacias incluso en las filas socialistas, cuya candidata y presidenta de la Junta aseguró que espera que «toda esta romería de ministros que vamos a tener estos quince días se traduzca en el apoyo de los compromisos incumplidos de estos tres años del Gobierno de España con Andalucía».

Consciente de que el tablero político andaluz marcará las futuras estrategias en un año cargado de citas en las urnas, Rajoy no se ha conformado con movilizar a los peones, sino que ha lanzado a la batalla electoral a primerísimos espadas, empezando por él mismo, que ha pisado Andalucía en cuatro ocasiones en el último mes.

Desde que comenzó la campaña, la riada de ministros rumbo a Andalucía no ha cesado. El segundo día de campaña acompañaron a Moreno tres ministras (Fátima Báñez, Isabel García Tejerina y Ana Pastor); la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el número tres del partido, Carlos Floriano, en un acto del partido en la capital hispalense. En la cuarta y quinta jornada, estuvieron en Almería y Aljaraque (Huelva), la ministra Ana Pastor y Soraya Sáenz de Santamaría, respectivamente, que envió un recado a la presidenta de la Junta tras perder el primer debate televisado: «Juanma se ha venido totalmente arriba, menuda campaña te espera, bonita».

Más ministras, en la recta final

El desfile de ministras continuará en la recta final de la carrera electoral. Según fuentes populares, aún se está perfilando la agenda pero confían en que la vicepresidenta del Gobierno acuda por segunda vez a Andalucía esta semana. Además, Moreno se dejará ver y fotografiar de nuevo junto a la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

El PP nacional ha preparado una gran movilización para evitar la debacle que vaticinan las encuestas y convencer al 41 por ciento de electores que aún no han elegido su papeleta. El sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorga al PP de Juanma Moreno 34 escaños, 16 menos de los que ahora tiene en el Parlamento andaluz (50). Pero ni en Génova ni en la calle San Fernando (sede del PP regional) creen que se produzca semejante vuelco, máxime cuando Arenas ganó, con mayoría insuficiente, las pasadas elecciones autonómicas.

Fortalecido tras el debate televisado, el candidato popular, que parece haber interiorizado que se puede dar la vuelta a la demoscopia, se comprometió ayer en Marbella a derogar el decreto-ley del litoral, «una medida antiempleo para Málaga, la Costa del Sol y el conjunto de Andalucía», y a agilizar la regulación de las concesiones de chiringuitos si se convierte en presidente de la Junta tras las elecciones autonómicas del próximo 22 de marzo. Defiende sus propuestas sin complejos ni prejuicios ideológicos. «¿Por qué no puedo hacer un campo de golf? ¿Son de derecha los campos de golf? ¿Las instalaciones deportivas tienen ideología?», insistió durante un desayuno con miembros de pymes organizado por la Asociación de Pequeña y Mediana Empresa de esta ciudad (Apymem), donde estuvo acompañado por la alcaldesa, Ángeles Muñoz, y por el presidente de la Diputación y líder del PP de Málaga, Elías Bendodo.

Moreno afirmó que si los andaluces le dan el apoyo en las urnas va a impulsar un «desarrollo equilibrado» del turismo del litoral. Se cuestionó por qué no es compatible el desarrollo económico y social de una zona con la protección del medio ambiente y por qué se hacen incompatibles «por ideología» cuestiones que son «claramente compatibles» para el futuro de esta tierra. El candidato del PP se propone hacer de Andalucía «el primer destino de playas inteligentes: las Smart Andalucía Beach». La política turística es «fundamental» para Andalucía, que atrajo a 10,5 millones de turistas.