Protección en actos públicos
Ante el reciente atentado en Túnez en un museo, etc., después de haber intentado asaltar el parlamento tunecino, se pone de relieve el alcance del yihadismo. Y puede parecer desproporcionado y excesivo, pero ante cualquier acto cultural que trate y discuta temas, por ejemplo, relacionados con los fundamentalismos considero que, no estaría de más, tener en cuenta que pueden ser objetivos de un posible atentado terrorista apoyado por el Estado Islamico, Al Quaeda, o por cualquier lobo solitario yihadista. En este sentido, estimo que las fuerzas de seguridad deben evaluar los riesgos, y actuar en consecuencia, con eficaz discreción.
La cifra de unos tres mil terroristas islámicos existentes en el norte de África parece fiable, y pueden ser más. Lo que significa que al estar, relativamente cerca, de Italia, España y Francia pueden trasladarse para realizar atentados en territorio europeo.
Tampoco se trata de caer en una especie de paranoia generalizada, pero conviene valorar las zonas más sensibles, y sus niveles de riesgo. Lo que está haciendo, por ejemplo, Francia protegiendo con fuerzas militares y policiales ciertas partes de París, etc., me parece muy acertado.
Es verdad que no se pueden prevenir y eliminar todas las fuentes de peligro que provengan de ataques terroristas por sorpresa, pero es adecuado sopesar las circunstancias, e impedir que se realicen acciones de terrorismo contra ciudadanos indefensos.
La ventaja que tienen los terroristas islámicos por la brutalidad de sus ataques suicidas, debe ser neutralizada con una mayor vigilancia de los objetivos que parecen ser los elegidos, generalmente, por los yihadistas. A esto se une la gran labor de los servicios especializados de inteligencia, y de la policía y Guardia Civil en nuestro país.
La muerte de los dos turistas españoles y de los restantes asesinados en Túnez es una tragedia provocada por la sinrazón de un fanatismo sanguinario y atroz.
Hasta el Vaticano ha pedido que se intervenga con fuerzas militares para parar el exterminio de cristianos por parte del Estado Islámico. Y me parece perfectamente coherente, puesto que es la única manera de lograr que no sigan muriendo personas inocentes día tras día. Una coalición de varios estados podría decidir mandar una considerable fuerza militar internacional.
El aumento de la seguridad en los países europeos, parece que es el camino a seguir, ante la locura del terrorismo yihadista. Los próximos meses y años creo que van a ser decisivos. Porque, si se mantiene la pasividad ante la expansión del Estado Islámico, las consecuencias serán inevitables, con un aumento de la inseguridad, y de los atentados indiscriminados.
En cambio, si se actúa en todos los frentes para frenar su avance, y perseguir y detener a los terroristas, con todos los medios disponibles, la situación será, claramente, mejor. En España las medidas de protección son altas, pero estimo que ante la escalada terrorista es necesario insistir en estas cuestiones. Las zonas públicas son las que deben ser más protegidas, porque lógicamente no es operativo proceder de otro modo.
También es posible que el Estado Islámico vaya perdiendo fuerza y desaparezca por sí solo, pero lo veo difícil. La pregunta clave es, si estamos dispuestos a seguir tolerando este ataque a los ciudadanos, por parte de los extremistas islámicos, y por cuanto tiempo más.
Mi opinion sobre este asunto es la siguiente: si las cloacas del mundialismo fueron capaces de tirar las torres gemelas a pesar de las formidables medidas de seguridad antiterroristas de Nueva York entonces eso significa que pueden atentar donde cuando y como quieran, sin importar los dispositivos de seguridad que se pongan en marcha. Las manos que mueven los hilos de los “yihaidistas” tambien controlan la propia maquinaria de la seguridad antiterrorista, lo ha reconocido ya hasta un general norteamericano antiguo jefe de la OTAN, asi como numerosos analistas y agentes de inteligencia. Mencionable el caso del abuelo Le Pen,… Leer más »
Y por supuesto cancelar el acuerdo de Schengen blindando nuestras fronteras tanto exteriores como interiores, ya se hizo para la boda de Letizia la Cigarrera y nadie dijo nada, esto del terrorismo internacional es mas grave y justifica sobradamente la medida, y a la vez deportaciones masivas de extranjeros no comunitarios, todo el que no tenga un puesto de trabajo deportado a su pais.