¿Somos los españoles antisemitas?
Leyendo obras sobre la Inquisición me ha hecho pensar, si en la actualidad o siempre, los españoles somos o hemos sido racistas con respecto a los judíos ¿Nos produce cierto “repelús” o resquemor el saber que una persona es de origen hebreo, bien por sus antepasados o porque nació en Israel? Si así es, ¿por qué? El lector se preguntará la razón y este humilde servidor no tiene muchas respuestas a tal complicado y endiablado tema ¿A causa quizás de Los Interesados Creados, como no enseñó magistralmente Benavente? ¿A otros oscuros intereses? ¿O no tan oscuros? Lo ignoro. Pero la repuesta hay que buscarla bien en los libros, o sondeando al personal. Pero a las personas, cuando se les pregunta sobre un tema tan delicado, o no dice la verdad o no dice nada. Como en las encuestas electorales. Luego la solución la intentaremos encontrar, si es que lo logramos, en la literatura al respecto. Toby Green, Gerard Dufour, Henry Kamen, B. Netanyahu, Joseph Pérez, Manuel Álvarez Fernández, Eduardo Galván Rodríguez, Haim Beinart y muchos autores más, tratan el tema. Hay donde buscar.
En el año 270 a. C., el sacerdote egipcio, Manetón, publicó en griego una Historia de Egipto en la que describía a los antepasados de los judíos “como una banda de conquistadores extranjeros que, mezclados con una plebe de egipcios leprosos, se distinguieron por su crueldad y misantropía y que primero aislados en la ciudad de Avaris (capital de las dinastías hicsas en Egipto), fueron posteriormente arrojados del país, más no antes de haberlo dominado durante treinta años con excepcional brutalidad e inhumanidad”.
Este relato del origen del pueblo judío, que no goza de credibilidad para ser recomendado, constituye el primer tratado antisemita que nos ha llegado de la Antigüedad. Cuando se escribió, los judíos habían disfrutado de una reputación generalmente positiva, lo que contribuyó a la confianza y capacidad que los griegos tenían en ellos, pero el tal Manetón deseaba arruinar tal reputación y socavar la confianza de los griegos, y a juzgar por las repercusiones de su obra, parece que lo consiguió con creces. Aunque el problema judío salió a relucir en la Europa de la Edad Media, tuvo sus verdaderas raíces en tiempo de los romanos y aun antes. Durante el auge de la civilización griega, ya había resquemores y sentimientos adversos contra el hebreo. Se desconfiaba de ellos. La tolerancia era rara y generalmente limitada a visitas breves de comerciantes judíos que portaban los bienes deseados. Cuando su permanencia se prolongaba, aunque fuera con el beneplácito de los gobernantes, la gente se preguntaba por sus intenciones, sus movimientos eran vigilados tanto por la gente como por las autoridades, y su libertad de acción quedaba restringida generalmente a los límites específicos aprobados por éstas.
Era la “xenophobia”, palabra griega que ha llegado a nuestros días. Desconfianza hacia lo extranjero. Avanzando bastante en el tiempo, sabemos que en 1290 Inglaterra expulsó a todos sus judíos, Francia lo hizo en 1306 y, España en 1492. Los judíos fueron también expulsados de los ducados italianos de Parma y Milán en 1488 y 1490. Es llamativo que en España, entre 1559 y 1566 probablemente solo fueron condenados a muerte por la Inquisición poco más de un centenar de personas, en cambio las autoridades inglesas bajo la reina María, en tres años, habían ejecutado casi nueve veces más herejes que los que se ejecutaron en España en los años inmediatos a 1559, mientras que los franceses, bajo Enrique II, ejecutaron al menos el doble.
En los Países Bajos diez veces más. “Lo más sano es España” – dijo Felipe II con cierta justicia cuando regresó al país en 1559. Durante la Reforma, murió más gente asesinada o ejecutada por razones de religión en Inglaterra o en los Países Bajos o en Alemania o en Francia, que en España. Enrique II de Castilla, fue el primer noble de España en usar el antisemitismo como instrumento de propaganda y medio de alcanzar el poder político. Asunto llamativo.
¿Pero cuál fue el motivo de tanta expulsión? ¿De dónde salía tanto odio?
Es importante volver a los griegos y egipcios para intentar comprender el problema. La agitación antijudía fue transmitida fundamentalmente por egipcios nativos que dominaban la lengua griega y habían aprendido a dirigirse a auditorios griegos. Fueron ellos quienes envenenaron la mente de los griegos contra los judíos, aunque el veneno, no podía tener efecto sin que el cuerpo político del Egipto helenista estuviera acondicionado para hacerlo. Los reyes ptolemaicos (los descendientes de Alejandro Magno) de ese siglo, y sus sacerdotes, se aproximaron a los cultos y usos egipcios, cundiendo una creciente helenización de la élite y clase media egipcia.
Todo esto contribuyó a acercar a determinados segmentos de las clases altas egipcias y griegas y, a medida que disminuía la probabilidad de oposición egipcia, se reducía el valor de los judíos como ayudantes de los griegos, además de la masiva emigración helena a Egipto, que incluía muchos elementos de la clase media y de todas las profesiones. Los judíos luchaban por mejorar su suerte, y como participaban en todos los oficios, muchos griegos tendieron a verlos como obstáculo en su senda ascendente. Lógicamente, aumentaba la intolerancia como fruto de la competencia. La intolerancia griega aumentó además por el progreso social judío, por su elevación a las más altas esferas políticas y por la influencia que se ganaron en el Palacio Real griego.
Existe una regla fundamental en las relaciones sociales: “La tolerancia de la mayoría hacía una minoría disminuye con el empeoramiento de la situación de la mayoría, especialmente cuando es paralela a una mejora constante de la posición de la minoría”. Su inevitable intervención en los conflictos políticos les granjeó no solo la enemistad de sus adversarios, es decir, la de los partidarios de otra política, sino también la del populacho griego, que odiaba ver como una minoría extranjera (los judíos) decidía los destinos de su propio país.
Desde la invasión musulmana, de España, en el siglo VIII, el estrecho contacto entre las comunidades cristiana, musulmana y judía les había llevado a una tolerancia mutua entre los miembros de esas tres religiones. Los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán, eran los mozárabes y los musulmanes bajo dominio cristiano eran los mudéjares. Las diferentes comunidades compartían una amplia cultura que ignoraba los prejuicios raciales, y las alianzas militares se llevaban a cabo sin tener en cuenta la religión. Los ideales de coexistencia permanecieron hasta el final de la Reconquista, pero pronto se impuso la agresiva realidad del conflicto.
Ya en el siglo XIV, los cristianos, moros y judíos no podían ya cobijarse bajo la misma cúpula porque se había roto el orden vigente en España. Los mudéjares tendían a convertirse en campesinos o humildes obreros de las ciudades; los judíos, en su mayoría permanecieron en las grandes urbes dedicados al pequeño comercio; y la mayoría de los cristianos, aunque toleraban su religión, trataban con desdén a las minorías. La guerra civil, tanto en Castilla como en Aragón, dividió al país durante la década de 1460 en innumerables conflictos locales y amenazó con traer la anarquía.
La primera gran persecución cristiana contra los judíos tuvo lugar en el siglo VII, viéndose éstos obligados a aceptar (existen historiadores que mantienen la idea que una de las causas del éxito de la invasión musulmana fue a causa del apoyo judío) las invasiones musulmanas que establecieron el califato musulmán de Córdoba, bajo cuyo régimen liberal prosperaron social y económicamente. Esto terminó en el siglo XII con la caída del Califato a manos de los almorávides, que persiguieron por igual a judíos y cristianos, destruyendo sus lugares de culto. A partir del siglo XIII la legislación antijudía fue un rasgo común en toda Europa.
Ya en el Concilio de Arlés (ciudad al sur de Francia), en 1235, se ordenó que los judíos llevasen sobre el vestido, a la altura del pecho, un parche amarillo, para su identificación (los nazis aprendieron de ellos). Esta ley no se aplicó en España, en donde los judíos eran una importante minoría, aunque se comentó en las Cortes de Toro (1371) y en las de Madrid (1405). Las hostilidades se sucedieron en tres frentes distintos: la nobleza deudora de los judíos, el pueblo cristiano que vivía al lado de ellos y que notaba su separatismo y evidente éxito y, desde el centro de algunas comunidades rurales que consideraban a los judíos como sus explotadores.
Para mancillarlos y emporcar la reputación de los judíos se crearon los “libelos, calumnias, bulos, revueltas populares (pogromos), legislación antijudía, persecución estatal, expulsiones y conversiones forzosas”. Los judíos tenían una cultura distinta, pero eran españoles y no una raza separada, y su número nunca aumentó a causa de inmigraciones extranjeras. Sólo hablaban el hebreo en sus ceremonias religiosas o en el lenguaje escrito, hablaban árabe en los reinos musulmanes, y en Castilla hablaban el castellano. Estaban separados políticamente del resto de la población. Cada barrio judío o “aljama” era una sociedad separada dentro de la ciudad, con cargos administrativos e impuestos propios. Estaban exentos de casi toda obligación con el municipio excepto del deber de defender la ciudad, y pagaban sus impuestos directamente a la Corona, bajo cuyo control directo se encontraban, aunque en la práctica, ésta tenía pocos recursos para proteger a las aljamas de la hostilidad de los municipios.
El fanatismo religioso, agravado en 1390 en el sur de España por Ferrán Martínez, sacerdote andaluz que nunca ascendió en la jerarquía eclesiástica por encima de puestos medianos, arcediano (administrador de diócesis) de Écija y provisor (juez diocesano) de la archidiócesis de Sevilla, de pobre educación y familia humilde, gran manipulador y controlador de masas, destacando por su odio a los judíos, heredado de sus antepasados campesinos que alcanzó a sus hijos, fue el que encendió la mecha de la pólvora.
En junio de 1391, las turbas de las ciudades se amotinaron dirigiendo su furia contra las clases privilegiadas y contra los judíos. En el verano de 1391, en Sevilla, cientos de judíos fueron asesinados y su aljama fue destruida y, en 1424, la calle medieval judía de Barcelona fue abolida porque se consideró “innecesaria”. Después, en julio y agosto, la furia se extendió por toda la Península. Los que no fueron asesinados se vieron obligados a aceptar el bautismo. Las mayores aljamas españolas fueron arrasadas. Los “judíos conversos también llamados cristianos nuevos” aumentaron en gran cantidad. A éstos se les puso en duda su sincera conversión, sufriendo los rigores del antisemitismo. La hostilidad popular hacia los judíos se basó fundamentalmente en sus actividades económicas y, no en la religión. La mayor fuente de riqueza para los judíos era la recaudación de impuestos y no la concesión de préstamos, porque las ganancias eran muy superiores y podían entonces conceder préstamos a reyes y nobles, en altas cantidades. La recaudación de las rentas reales, hasta finales del XIV, recaía invariablemente en un judío lo que hacía que este personaje tuviera un gran poder político dentro del Estado y de la judería española. En 1469, las Cortes de Ocaña se quejaron a Enrique IV de que muchos prelados y eclesiásticos arrendaban a moros y judíos las rentas y diezmos que les pertenecían.
En 1449, en el motín de Toledo, hubo asesinatos y saqueos motivados por el resentimiento de la población contra los recaudadores de impuestos conversos empleados por Álvaro de Luna, ministro y favorito del rey Juan II de Castilla.
En el siglo XIII, durante el reinado de Jaime I de Aragón, la mayoría de los alguaciles fiscales de las principales ciudades eran judíos.
En 1369, el judío José Pichón, fue tesorero mayor y administrador de los ingresos del reino en el reinado de Enrique II y Juan I de Castilla. Isaac Abrabanel, judío, era el encargado del abastecimiento de las tropas de Granada. El judío David Abulafia, era el que administraba los impuestos sobre el ganado “los servicios y montazgo”. Luis Santángel, notario del rey Fernando e importante promotor financiero del primer viaje de Colón; Alonso de la Cavallería, vicecanciller del Consejo de Aragón; fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel y arzobispo de Granada, eran todos de ascendencia judía.
En Zaragoza, la aljama se había convertido en el siglo XV en un banco virtual que controlaba la mayor parte del capital de los cristianos, por lo que los municipios de Aragón tenían por costumbre recurrir a ella en solicitud de créditos y préstamos. Aunque los judíos eran más activos en el comercio, no era así porque fueran ricos, sino porque su posición marginal dentro de la sociedad les forzaba lógicamente a dedicarse a las industrias y servicios financieros. Sus relaciones con los cristianos, que hasta entonces habían sido amigables, se endurecieron en la segunda mitad del siglo XIV. Era una época de gran depresión económica y el éxito de los hebreos era excepcional lo que produjo resentimiento, convirtiéndose a veces, en odio, llegando a la violencia, como las matanzas de 1391.
Muchos judíos, especialmente en Andalucía, se hicieron cristianos con el fin de salvar sus vidas y fortunas. También hubo frecuentes y sangrientos choques entre cristianos viejos y nuevos, Toledo (1467) y Córdoba (1473). Para defenderse de las sospechas de los cristianos viejos, los conversos no solo denunciaron a los judíos sino también a sus compañeros de conversión, por lo que este espíritu de rivalidad y envidia pudo acentuar la intolerancia de la misma Inquisición; muchos funcionarios inquisitoriales eran descendientes de cristianos nuevos.
Llama la atención que la legislación antisemítica de 1412, fue inspirada parcialmente por San Vicente Ferrer y por el canciller de Castilla, Pablo de Santa María, que de origen converso, privó a los judíos del derecho de desempeñar oficio alguno; poseer títulos nobiliarios y trasladarse a otro domicilio; no podían ser tenderos, carpinteros, sastres y carniceros; no podían llevar armas o emplear a cristianos, no podían comer, beber o hablar con cristianos y se les prohibía llevar otras ropas que no fuesen de tela burda. Se sabía muy bien que muchos de los neófitos eran judaizantes que practicaban su religión secretamente, mientras simulaban ser fervientes católicos.
A pesar de la situación, los Reyes Católicos nunca fueron antisemitas. Fernando el Católico tenía un médico judío, David Abenasaya, y los dos reyes seguían teniendo como colaboradores muy cercanos a médicos y financieros hebreos. Siguiendo el ejemplo de sus antecesores, tomaron a éstos bajo su control directo y personal, pero tuvieron que intervenir repetidas veces contra los municipios que trataban de eliminar la actividad comercial de los judíos. Sin embargo, la política de los Reyes Católicos tuvo que enfrentarse contra un antisemitismo creciente.
En 1476, las Cortes de Madrigal aprobaron, por iniciativa de las ciudades, no de los reyes, leyes en contra de los judíos y mudéjares, insistiendo además que llevaran un símbolo que los distinguiera ¡Otra vez! y restringiendo la usura. A partir de 1480 se impuso una dura legislación antijudía en las Cortes de Toledo; en 1484, en Burgos, no podían vender comida, en 1485 tenían que cerrar las aljamas los días de fiesta cristianas, en 1486 se estableció un número limitado de judíos que podían vivir en las aljamas, aunque esta ley fue revocada por los reyes.
El origen de la decisión definitiva fue a raíz de un viaje que Isabel la Católica hizo a Sevilla en julio de 1477. Alonso de Hojeda, prior de los dominicos del Convento de San Pablo de Sevilla, encontró pruebas que se había celebrado una reunión secreta de conversos judaizantes en la ciudad y fue con esa prueba a pedir el establecimiento de medidas contra los heréticos hebreos. El gobierno, impresionado, pidió un informe sobre la situación en Sevilla. El informe, apoyado por Pedro González de Mendoza, arzobispo de Sevilla y por Tomás de Torquemada (descendiente de cristianos nuevos) prior de un convento dominico en Segovia, reveló que no solo en Sevilla, sino en toda Andalucía y Castilla, los conversos practicaban los ritos judíos en secreto. Los llamados “marranos”.
Ante tal situación, los Reyes Católicos dieron su consentimiento para que fuera introducida en Castilla la máquina inquisitorial, y enviaron instrucciones a Roma para la obtención de la bula de institución, aunque la Inquisición no era desconocida en España ya que en 1232, la Corona de Aragón había ubicado comisiones papales para inquisidores como parte de la campaña contra los cátaros que se llevaba a cabo en el Languedoc francés. Para acabar con el problema de los conversos, en 1480, se puso en marcha una institución que separara los conversos de los judíos: La Inquisición Española, que fue creada con destino a los judíos conversos. La bula fue promulgada oficialmente por el papa Sixto IV el 1 de noviembre de 1478 en el que ordenaba el nombramiento de dos o tres sacerdotes mayores de 40 años como inquisidores, mientras se concedían a la Corona Española plenos derechos para su nombramiento y destitución, independiente de Roma.
A pesar que inicialmente la Inquisición solo tenía autoridad sobre los cristianos, los judíos pronto comprobaron que estaban en su punto de mira y sus peores desgracias comenzaron en esa fecha. Comenzaron en 1482 las expulsiones locales de los judíos, de sus hermanos conversos, Andalucía (Sevilla, Córdoba y Cádiz), Zaragoza, Albarracín y Teruel. Los Reyes Católicos firmaron el edicto de expulsión de los judíos el 31 de marzo de 1492 pero no se promulgó en Castilla hasta el 1 de mayo del mismo año.
El Inquisidor General, Torquemada, convenció totalmente a los Reyes Católicos de separar totalmente a los judíos de los conversos, lo que produjo la medida más drástica de todas en 1492: la expulsión total de los judíos si en cuatro meses no se convertían. Decisión sin precedentes en la historia europea. Aunque la razón oficial fue tomada oficialmente únicamente por razones religiosas, hubo razones, no habladas, que influyeron mucho más que las religiosas; la influencia que ejercían los hebreos en todo tipo de finanzas españolas. El propio rey Fernando admitió que la medida perjudicaba sus finanzas. Muchos judíos que ocupaban cargos relevantes en el reino se convirtieron, pero manteniendo sus cargos. No todos los judíos emigraron y de los que lo hicieron regresaron antes de 1499, año en que el retorno se prohibió. Aun después de la expulsión de los judíos, los mudéjares siguieron disfrutando de una libertad de cultos que duraría una década más en Castilla y treinta años más en Aragón. La orden prohibía sacar oro, plata, monedas, y productos como caballos, asnos, mulas, pólvora y trigo. La venta de los bienes raíces provocó una caída de los precios de las casas, tierras y viñedos y en ciertos lugares, los cristianos se negaron a comprarlas a ningún precio por considerar que de todas formas las propiedades terminarían por llegar a sus manos tras la expulsión.
Años después de la salida de los judíos, había hebreos que volvían convertidos al cristianismo para reclamar sus propiedades, pidiendo que se les permitieran rescatarlas por el mismo precio que habían recibido por ellas, añadiendo lo que sus nuevos dueños hubieran invertido en mejorarlas, pero las compraban por un valor que era menos de la mitad del precio real de la propiedad en cuestión (en noviembre de 1492, los Reyes Católicos ordenaron que se les devolvieran sus propiedades si querían recuperarlas a condición de que se convirtieran previamente al cristianismo, bien en Portugal, bien en el primer lugar habitado después de cruzar la frontera).
Durante la expulsión, la Corona quiso que fuesen provistos de salvoconductos y acompañados por el ejército, pero hubo casos en que la misma escolta robó a los expulsados. Las mercancías que sí se podían llevar (paños, sedas, etc.) subieron drásticamente el precio. Las prohibiciones generaron un auge del contrabando especialmente de oro, joyas y dinero sacado ilegalmente a través de Portugal. Muchos judíos salieron de España, (Sefarad para ellos), por el puerto de Valencia, instalándose en el norte de África, Francia, el Imperio Otomano (Salónica y Constantinopla fundamentalmente), otros en Holanda, vía Portugal. Siempre conservaron su lengua castellana (el ladino) y un odio amargo hacia España. Los expulsados, (sefarditas), podían llevar letras de cambio pero sólo de mercaderes genoveses. Se hacían socios de los capitanes de las naves que tenían que trasladar a los expulsados. Intentaron liquidar los bienes comunes vendiéndolos a municipios y personas particulares, pero los Reyes Católicos no tardaron en confiscarlos. Los cementerios judíos se convirtieron en campos de pastoreo por orden de la reina Isabel, y las lápidas fueron vendidas como piedras. Los deudores cristianos dejaron de pagar las deudas que tenían contraídas con los hebreos, aunque a estos últimos sí se les exigió que liquidaran las que debían a los cristianos, pero antes de salir.
Curiosamente, se puede decir que la Inquisición nunca, ni quemó, ni ahorcó a nadie. Parece mentira, pero es la verdad. La razón: Según el Derecho medieval Civil y Canónico de la época, solo los tribunales obispales tenían la autoridad para imponer la pena de muerte, por lo que cuando los inquisidores decidían imponer una pena de muerte, tenían que entregar la persona condenada a las autoridades civiles pues solo estas tenían autoridad para la ejecución. Esto era conocido por el “abrazo secular”, por lo que los inquisidores, técnicamente, no ejecutaron a nadie.
A tenor de lo aquí expuesto e independientemente que en los años posteriores y hasta en la actualidad más reciente, los hebreos producen rechazo en multitud de países e individuos como se ha demostrado (y se sigue demostrando) en multitud de ocasiones, la pregunta final es: ¿Somos los españoles antijudíos o projudios? ¿O nos abstenemos como en las encuestas políticas? Que el lector opine.
>Aunque los judíos eran más activos en el comercio, no era así porque fueran ricos, sino porque su posición marginal dentro de la sociedad les forzaba lógicamente a dedicarse a las industrias y servicios financieros Vaya trola. http://jewishracism.blogspot.com/2009/03/1-bestseller-proves-that-usury-is.html Ya en la Biblia se exorta a los juden a practicar la usura contra los gentiles, pero no contra sus fellow juden. Por otra parte… También los italo-americanos se vieron “forzados” a ser mafiosos cuando emigraron a los USA, y no veo a sus fellow juden Hollywoodienses haciendo muchos esfuerzos por lavarles las caras, más bien lo contrario. https://www.youtube.com/watch?v=2y2qd3uGUI0 ¿Por qué debería… Leer más »
Buenas noches madrugadas ya, como siempre que leo sus artículos los encuentro de gran valor, muy estudiados y comprobados todos los apartados del tema elegido. Admiro su tesón y el esfuerzo que realiza en cada escrito para satisfacción del ávido lector, al que suele proporcionar un verdadero placer su lectura. Muchas gracias, Sr Cepas realmente estamos en deuda con usted. En este último artículo ha tocado un tema fascinante y que està vivo hoy a pesar de los siglos transcurridos en nuestra memoria colectiva.Me pregunto ignorante de mí si en Inglaterra fueron expulsados en 1290, en Francia en 1306 y… Leer más »
¡Señora Penna fidele! Vaya a usted a lo suyo y a los “otros” que les vayan dando (y disculpe la ordinariez). Lo importante es usted, luego usted y por último usted también. Usted siempre primero. ¡Mira, que no hay otra vida, que ésta es la única! – Quevedo dixit. Saque sus propias conclusiones. La respuesta a su pregunta no es fácil contestarla. Pienso que los judios ya arrastraban varios siglos en España con problemas, soluciones, persecuciones, asesinatos, envidias y su facilidad para buscarse enemigos, no por la religión, sino por su capacidad para los negocios y hacerse con puestos de… Leer más »
muchas gracias por todos sus consejos. El tema del último artículo elegido por usted es muy interesante para todos, especialmente para los españoles que al parecer somos los que dejamos una huella más profunda en el recuerdo de los sefardíes expulsados. No interrumpa por mí sus escritos, y desarrolle el más conveniente a su elección , ya volvera sobre el tema cuando màs le convenga . Sera bien recibido y leído con agrado P.D. No tenía la menor idea de que Manuel Fernández y González ( padre o hijo) tuviera algún libro escrito sobre los sefardíes. Estos señores tienen una… Leer más »
Es Manuel Alvarez Fernández y NO Manuel Fernández y Gonzalez.
Manuel Alvarez Fernandez es el autor de “El fraile y la Inquisición”. Puede consultarlo en la la Biblioteca Nacional de España.
SEguiremos con la “faena”.
Un saludo.
Muchas gracias por su aclaración y sobre todo por el interés que demuestra por sus lectores. Tendre en cuenta su aclaración Un saludo Pennafidele
Ni una palabra sobre los crímenes rituales…
Soy el autor. Gracias por leerme.
El artículo versa sobre si existe o no antisemitismo en España, no sobre La Inquisición (que al final algo digo).
Si lo ha leido todo, observará que SI he comentado algunos de los asesinatos y vejaciones que se hicieron a algunos judios.
¿Se referia a eso? Un saludo.
Me refería a los crímenes rituales cometidos por los judíos, por ejemplo sobre el Santo Niño de la Guardia (Toledo)
Hay mucha gente que sostiene que los españoles no son antisemitas pero, acto seguido, pasan a sugerir que, como la conceción de ciertos premios está influenciada por judíos, entonces a los españoles no les tocan esos premios. Como si los judíos detestaran a los españoles por ser antisemitas.
No me creo ni una palabra de lo que dices, porque un poco mas abajo en esta misma seccion de comentarios dices que no sabes lo que es Google.
No tiene nada que ver una cosa con la otra. Lo que más me gusta de lo de abajo es eso de troll hipócrita.
Una vez más da gusto el leer sus articulos aunque el judaismo, semitismo y sionismo son cosas distintas.
Gracias por leerme, y por su comentario, pero los tres conceptos que nombra, “son los mismos pero con distintos collares”. Pienso que son los propios judios lo que los han subdivido. Lógicamente es mi opinión.
Un saludo.
Ese truco es muy viejo, lo de marear la perdiz con el lenguaje, que si semitismo, judaismo, sionismo, unas cuantas vueltas a las tres cascaras de nuez y a ver donde esta la bolita.
Por eso yo los llamo “circuncisionistas”, es como un disparo de perdigones con una escopeta recortada, que abre mucho el tiro y siempre acierta por muchos quiebros dialecticos que haga el listillo napiagancho de turno.
Un saludo.
No hago trucos porque no hago magia.
La historia ni es truco ni es magia y sino está de acuerdo, demuéstrelo. Hablar o escribir es muy fácil y lo sabemos hacer todos,aunque unos mejor que otros.
Creo que Juan no se refiere a su articulo sino que el piensa que el judaismo, sionismo y semitismo son lo mismo, yo tengo mis dudas porque judaismo sería la religión judia, semita el pueblo judio como tal y sionista el que quiere extender el judaismo y controlar los demás paises. Pero como no soy un experto en el tema por eso decía lo de explicar las diferencias si es que las hay.
Un saludo
Para Jose Alberto:
disculpe la confusion, que es suya y no mia, no me referia a que usted estuviera mareando la perdiz con el lenguaje, es el que firma “harto” el que lo hace y a el me referia.
Un saludo.
Te aseguro Juan que no lo he hecho a drede por eso son conceptos que conviene aclarar para que no haya dudas, sin acritud.
Un saludo
Gran artículo José Alberto ¡Enhorabuena! Lección magistral de Historia para uno mismo, y para compartir a través de la Red.
Gracias
Muchas gracias Sr. Román. Si usted fuera una mujer, le diría “las gracias las da quien las tiene”.
Un saludo.
Más que antisemita, el fascismo católico español, frances y alemán es “judeófobo” por estética. Si el acusado no tiene la nariz aguileña muy pronunciada, ni el ojo saltón muy llamativo, le damos por bueno y pasa por natural del pais. Otra cosa es que para llenar las arcas de la hacienda pública haya que buscar culpables con posibles y en minoria frente a la Inquisición. De todos modos el antisemitismo ha perdido mucha fuerza. Lo que veo llegar es la islamofobia, la “rusofobia” y la “chinofobia” como futuro para la intolerancia y la represión. Creo que el español medio dejará… Leer más »
Gracias por leerme. Soy el autor.
No creo que el antisemitismo haya perdido fuerza. Está oculto, pero el transfondo es el mismo..
¿Quien manda en USA? ¿De quien es el dinero de los bancos americanos? ¿Y el de los bancos suizos? Solo por poner dos ejemplos.
Un saludo.
Le leo con placer, se lo aseguro… En referencia al antisemitismo y la banca, creo que no son “semitas” la mayoría de los que mandan.Aunque alguno hay, claro está. Creo que el antisemitismo nos hace perder el punto cuando se trata de teorizar en torno al poder. Yo veo más británicos, holandeses, estadounidenses, etc. que judíos. George Soros, por ejemplo, empezó su “carrera” ayudando a los nazis a localizar propiedades de judios. Rockefeller creo que amasó su fortuna definitiva administrando “soldados” de Hesse-Kassel. Los judíos han actuado de testaferros más o menos prominentes de fortunas cristianas donde la usura estaba… Leer más »
Opino al igual que usted, pero en casi todo. Independentemente de la islamofobia. Los hebreos no han perdido un ápice de su “modus vivendi”, aunque pasen 100.000 años (si el mundo sigue vivo) seguirán igual.
Es mi opinión personal.
La respuesta a la pregunta del artículo CATEGÓRICAMENTE es:
NO.
Pero éstos SIONISTAS tienen que seguir manteniendo el victimismo otros 3479 años.
Pero siguen controlando el dinero en casi todo el mundo.
Gracias por leerme.
Un saludo.
Prohibido alabar a un gentil:
“Está prohibido alabarlos, incluso decir, ‘Qué guapo es ese gentil.’ Sin duda no habéis de hablar en alabanza de los actos de un gentil o respetar cualquiera de sus palabras, pues esto también procede bajo el encabezamiento de ‘No les mostraréis gracia.” (Kitzur Shulchan Aruch, 167:15)
No pongo más sentencias haláchicas, talmúdicas, etc porque aparte de que son demenciales y de tarados no tengo ganas.
Si veis lo que declaran de los gentiles pondríais alguno un póster de la Inquisición en vuestra habitación.
El problema del anti-Semitismo (eufemismo del sistema para anti-judío, una tergivesación vaya) es que históricamente no ha sido sólo en España, sino ERA, ES y SERÁ en todo del mundo desde la historia registrada. El problema es la propia judería, en su vertiente racial y religioso, y a quién obedecen.
Si revisamos la historia NO HAY NINGÚN LUGAR DEL MUNDO en donde la judería no haya causado problemas.
Ni una palabra del Talmud en el artículo. Es así pues un artículo sesgado.
Gracias por leerme.
No era mi interes hablar del Talmud. Es un artículo histórico, no religioso.
Un saludo.
Era obvio que no era de su interés, pero es una pieza clave en el Judaísmo Rabínico y Ortodoxo y no se puede eludir ya que su contenido es demencial. Yo no le quito valor a su artículo. Me lo he leído a cachos.
Son una plaga los Judíos, enemigo jurados de Cristo y del hombre blanco y el pueblo elegido de Satán.
Un saludo.
Aparte dese una vuelta por Gaza y Cisjordania y conocerá a ésos que van de víctimas por la historia lo que hacen a gente que vivía allí desde más de 2000 años.. LLevan 70 años aniquilando y robando a los Palestinos (que hay de todo tipo, no sólo islámicos) y no pasa nada. EEUU lo permite. Así pues EEUU es Judá. Ya Sharon lo afirmó que controlan a EEUU. Ahora se inventan el “islamismo” que no es más que una estratagema de la judería para demonizar el Islam (tal como constantemente demonizan a los nazis). El ISIS es creacón la… Leer más »
Con todo mis respetos, no suelo hablar de política. Lo siento. Solo comento de lo que leo y de lo que me documenta. Normalmente de historia.
Un saludo.
Pues la política es la historia en gestación como afirmó un gran estadista. Va por delante de la historia. Usted mismo.
El artículo no tiene desperdicio ninguno. Es escrito inteligentísimamente, no cabe duda de ello, pero como son varias preguntas indirectas o condicionales, nosotros tendríamos que preguntarnos para dar —- fe —- o de buena fe, la raíz del asunto, en el enunciado del artículo que es buenísimo, y que acogemos con alegría ya que al gustarnos un poco la Historia básica de España, que es amplísima, y la única nación con territorio soberano y cultura propia que ha permanecido como reino más antiguo, parece ser, según algunos autores, y que para la temática del asunto hemos leído algunos libros, entre… Leer más »
No podrías poner el link del copy + paste de todo eso para leerlo directamente y ver la-s fuente-s?
Este es el “link” o enlace:
https://www.alertadigital.com/2015/04/05/somos-los-espanols-antisemitas/#comment-612412
Gracias Sr. Juan Fernandez.
Señor Crispín: Gracias por leerme. Opino igual que el Sr. Salo. Un copy-paste sería muy práctico.
Solo un comentario: Le preguntaron al general Mosé Dayan (el tuerto) si el pueblo judio era el elegido por Dios.
– Si – respondió – pero lo que no sabemos es para qué.
Esta inteligente y sincera contestación, de un alto mando militar judio, explica de alguna manera, como se sienten ellos mismos cara al resto de los no judios. Son un círculo muy cerrado.
Un saludo.
En mi opinión los españoles ni son antisemitas ni son prosemitas ni no son antisemitas. Todo depende de quien se trate. La gran mayoría no son antisemitas pero fuera de esa gran mayoría hay una enorme cantidad de gente que es antisemita, y lo que es mucho peor, es judeófoba ignorando lo que esa gente, y su cultura, ha aportado y la huella tan importante que han dejado en españa. Sólo para dar dos pinceladas: Santa Teresa de Jesús era de cultura judía y entre sus grandes aportaciones está la demostrar que se puede ser católica, una buena católica conversa,… Leer más »
Como digo hay de todo pero sólo puntualizar que, para mi, los más despreciables son los que hipócritamente muestran una cara pero por detrás actúan con otra. Que les sonríen a los judíos o dicen que les sonríen y que hablan bien de ellos pero en realidad, detrás de un teclado, criminalizan su religión, su cultura y a toda su población. Ellos son como todo el mundo, hay de todo entre ellos. Hay personas muy nobles y hay aviesos. hay psicópatas y hay muy buena gente, hay religiosos fanñaticos y hay sensatos y también hay hipócritas como aquí mismo. Entre… Leer más »
Hasta puedo llegar a entenderle sr o sra. con nickname ¨Al huerto¨, y que he encontrado un video de esos que aparecen con propaganda, pero no judía, parece ser..y que a todas luces es esclarecedor..posiblemente…:
https://youtu.be/BsYydIHmiC4
Gracias por compartir. La información aportada es solamente con carácter informativo.
Un saludo de Crispin.
Si , es verdad que hay algunas personas son racistas pero eso pasa en todos los países. No se puede negar que en todos los paises de Europa hay personas racistas, no es así? y en España también. Personas racistas y que menosprecian a los judíos, no es así?
Me gustaría que al lado del suyo pusiera otro donde se muestre este hecho para ser más equitativos y no llevar a malentendidos como que su comentario tiene como objetivo fomentar el antisemitismo. Me explico?
Gracias, muy amable
Gracias por leerme. Estoy totalmente de acuerdo.
Un saludo.
De lo poco bueno que tiene la sociedad española actual :el sentir un rechazo natural hacia los narizotas del Sanedrin.
Que es eso del Sanderin?
El “troll” no sabe usar Google para buscar una palabra, pobrecito.
Impresionante. Que es eso de Google?
Yo no soy antisemita, de hecho confraternizo con judios a pie de calle, utilizo los servicios de sus empresas tecnologicas, veo sus peliculas, escucho su musica PERO hay un asunto que me tiene todo mosca, y es el siguiente: Israel, que se define a si mismo como “estado judio”, no deja de joder la marrana en MI pais y eso me incomoda, soy por eso antisemita? dejo un par de ejemplos: una de sus empresas esta envenenando impunemente el agua potable de Barcelona con sus residuos toxicos desde hace mas de una decada https://www.alertadigital.com/2014/06/04/la-empresa-responsable-es-israeli-el-agua-que-abastece-a-toda-barcelona-esta-contaminada-y-la-poblacion-no-ha-sido-alertada/ el representante de la asociacion catalana… Leer más »
Eso se llama hipocresía
demostracion de que “Al huerto” es un “troll”:
https://www.alertadigital.com/2015/04/04/irrespetuoso-luisito-i/#comment-612075
Pues yo digo, que se vayan y jodan en su puto país y contaminen su agua.
Eso se llama sinceridad.
Gracias por leerme. Pocos judios reconocen que realmente lo son, especialmente cuando se lo pregunta “un gentil”, pera mandan tanto … y tienen tanto dinero …
Un saludo.
Efectivamente, un buen porcentaje de catalanófobos, antisemitas y/o islamófobos desciende de catalanes, judíos y/o árabes y se cagan en sus muertos una y otra vez. Especialemetne los que hacen esto cada día. Es muy fierte cuando lo piensas, oye, cada día! Y es que las fobias, que son todas irracionales, aunque tienen sus causas, claro está, son como un virus que se extiende y hay unos que se encargan especialmente de replicar el virus por toda la población.
Pero… es por ser judíos o por intereses económicos?
Si la usura hubiese estado aprobada por el cristianismo…. seríamos diferentes?
Conozco a una chica Israelí, no sé si es judía, musulmana o cristiana y la verdad es que no me importa y no pienso preguntárselo nunca, no me parece importante.
Hola Andreu y Sabadell 913, ¿cuando cobramos la paga extra? Yo ya tengo cuenta en Andorra como quedamos en la reunión con Rubén Novoa y ?????
Tu, “Apostolis”, eres el ciberterrorista secesionista catalan de la banda de Lluis Gonzaga Valls Bernaus que firmaba en su foro como “Blanco Altea”, tu tambien te vas a cagar por las patas abajo, vais a ir cayendo todos como una hilera de fichas de domino, la primera de las cuales era el gordo “friki” de Solsona. Vosotros no os dais cuenta todavia porque las investigaciones del Grupo de Delitos Telematicos de la Guardia Civil aun no han acabado y ademas la justicia se mueve a camara lenta, pero ya veras, ya, rie ahora lo poco que puedas, que dentro de… Leer más »
La mayoría de españoles no sabe apenas nada de ellos, aunque haya sangre judía, aunque sea poca, en muchísimas personas. Ellos tuvieron que esconderse para sobrevivir, como en todos los países de Europa, adoptando apellidos autóctonos para pasar desapercibidos, haciéndose católicos, protestantes u ortodoxos según el país. Su control y sabio manejo del dinero es uno de los grandes motivos de esto. También el hecho de que se ayudan entre ellos, mientras que si no se es judío, ser ayudado por un judío es algo difícil, no digo imposible, pero más difícil, a no ser que tú le hayas ayudado… Leer más »
Señor Ay: Gracias por leerme y por su comentario. Como siempre, interesante y realista.
Mi opinión “personal” es que son como una mafia invisible (en sus personas), pero sus efectos son muy poderosos, prácticos y son muy visibles: EL DINERO Y EL PODER. Siempre ha sido así y creo que siempre será así.
Un saludo.
Su opinión personal es muy acertada y se acerca mucho a lo que representan realmente. Dinero y poder. Y solo hay que ver, en el mundo entero, qué personas tienen casi todo el dinero y absolutamente todo el poder. Ellos. Otra cosa es la revistilla esa, Forbes, conveniente para despistar y esconderse bien, dejando que meros ricos, con un poco de dinero, aparezcan ahí. Cuando uno solo de ellos, de los que no salen ahí, tiene más que los 20 primeros de esa revistilla.