“Panem et circenses” Pan y circo que dijera el poeta latino Juvenal para mantener entretenidas a las masas otrora romanas hoy españolas.

La detención de Rato, ex ministro de Aznar y “panacea” hasta hace poco del boom del crecimiento en los gobiernos de Partido Popular ayer por la tarde en su domicilio, sustentada con todas las jaurías mediáticas presentes a fin de poder abrir los telediarios del sistema fue más digna del “sálvame de luxe” que de una intervención judicial apropiada.

No fue una actuación dirigida por la Fiscalía anticorrupción sino por un juez de guardia teledirigido o presionado por al gobierno como ejemplo de carnaza mediática porque el ínclito Rodrigo durmió ayer noche en su cama.

“Hay que hacer sangre” supuestamente manifestó alguno, “pero que no nos salpique” supuestamente dijo otra. Quien mantenga memoria recordará el ejemplo de Mariano Rubio aquel que fue presidente del Banco de España condenado a los mismos acontecimientos a fin de poder abrir telediarios de la época felipista. De bien poco le sirvió a González, perdió el gobierno poco después.

La casta es así. Corrupta y dispuesta a sacrificar, de vez en cuando, a alguno de los suyos para apaciguar y dar espectáculo.

El lío del todavía ministro de Hacienda Cristobal Montoro y sus presuntas prevaricaciones en el asunto Iberdrola, destapado “sin querer” por el ministro de Fomento Soria y del cual la prensa oficialista (El País, El Mundo, ABC, La Razón, Telecinco, Antena 3) han dicho “ni mú”, ni siquiera los partidos de la oposición habiendo pruebas documentadas sobre esta cuestión define claramente el emporcamiento general de los que gobiernan o están alrededor de las estructuras del poder.

Las diversas amnistías fiscales, especialmente la última protagonizada por Montoro para favorecer directamente a la casta del poder: políticos, jueces, altos funcionarios, embajadores, fiscales, es decir a los denominados “PEP” o personas del medio político” o Politically Exposed Person (PEP), en inglés, sólo demuestran la podredumbre total del sistema y de sus engranajes.

Lo dicho sólo refleja la verdadera actualidad de la política nacional española, el verdadero sub mundo que nos gobierna y la eterna estupidez del gobernado.

Es cada día más claro que en España no puede haber lo que algunos, tal vez de buena fe, califican de “reconstrucción del Estado” si no hay previamente una total Demolición del mismo.

Mientras este lumpen gobernante mantenga resquicios donde esconderse y manipular continuarán a cargo del poder.