Me parece que un político en activo y candidato en las elecciones municipales, autonómicas, no debe molestarse porque se conozca su renta. Hace años, cuando se empezó la democracia con Adolfo Suárez, conocer la declaración de la renta de cualquier ciudadano, de cualquier político, era legal y era normal que se publicaran los que más ganaban, y su cargo.

Quien se beneficia del erario público debe ser aún más transparente que el resto de los mortales. Por eso no comparto que Esperanza Aguirre, candidata a la alcaldía de la capital del reino, se ponga roja porque se ha conocido su declaración de la renta. Se ha sabido lo que ganaba como empleada de una empresa cazatalentos, que a lo mejor le pagaba por favores, que no por su trabajo, claro. Por eso es importante que volvamos a los orígenes, a cuando las declaraciones no eran secretas y podíamos conocer las rentas de todos.

Creo que fue el chantaje de ETA a los que entendían que tenían una muy alta renta lo que motivó que el gobierno de Felipe González legislara que las declaraciones serían secretas. Aunque eso no impidió que los etarras siguieran chantajeando a los más ricos. Los terroristas siempre tuvieron información privilegiada y sabían cuanto declaraba cada vecino. Posiblemente la red de ETA, la de informantes, siga en activo, aunque creo que la filtración sobre Aguirre ha partido de algún funcionario del Pesoe. Porque los del pepé, cuando llegaron al gobierno, antes con Aznar y luego con Rajoy, dejaron en sus cargos a los socialistas. Para eso, para que mantuvieran a su partido al cabo de la calle de muchos secretos que siempre interesan al partido. Los del pesoe para eso son más radicales. Cuando llegan al poder, cesan a todos los cargos nombrados por los populares y colocan a los suyos.

Como ocurrió en Televisión Española, que colocaron a miles de militantes en cargos importantes y ahora le hacen la guerra sucia y no se atreven a cesarlos para que no les saquen los colores. Es la derecha, que siempre gobernará acomplejada por no ser de izquierdas, claro. Como le pasaba a Ruiz Gallardón, ahora colocado en ese Consejo creado por la Comunidad para cobrar, tener coche oficial, chofer, despacho y secretaria, y no dar palo al agua…