Prevención ante el exceso
Indudablemente, los beneficios del mundo digital en el que estamos inmersos son extraordinarios, ya que hace posible el intercambio de información y conocimiento, y potencia la intercomunicación global. Y las pantallas son la expresión de esta realidad interactiva y cibernética, en la que ya está instalada una parte considerable de la población mundial.
Es significativo que la mitad de los universitarios usen el móvil para estudiar. Y que el ordenador sea fundamental en el estudio de un 70% de los estudiantes. Si a esto se añade la utilización de las pantallas de tabletas, y sobre todo de móviles en los periodos de ocio, el tiempo de exposición de la vista a los excesos de luz de onda corta de numerosas personas podría ser perjudicial, especialmente, en el caso de los más jóvenes, según dicen los expertos.
Ciertamente, existen en el mercado protectores oculares que se pueden conseguir en cualquier tienda de tecnología, con el fin de evitar al máximo, cualquier posible situación de riesgo para la visión. Lo deseable y, a mi juicio, lo más razonable es que los fabricantes de móviles, ordenadores, y otros aparatos electrónicos similares elaboren pantallas que emitan mucha menos luz, o que la emitida no perjudique a los usuarios.
O bien que los dispositivos electrónicos ya se vendan con filtros especiales incorporados de fábrica, lo que sería algo muy adecuado para evitar problemas. En este sentido, ya existen dispositivos electrónicos de lectura de libros digitales que ajustan la luz para no molestar, en el proceso de lectura, a los lectores que utilizan esta clase de pantallas.
Considero que el avance en el sector de fabricación de móviles y ordenadores debe innovar mucho más en estas cuestiones, y buscar procedimientos para lograr que las pantallas cansen menos la vista. Ya que, tanto en el presente como en el futuro, el tiempo de uso de móviles, ordenadores, etc, por parte de la gente me parece que seguirá aumentando por razones laborales, y también por ocio y entretenimiento.
Quizás la mejor forma de implantar medidas más exigentes, en el proceso de fabricación de móviles y ordenadores, principalmente, pero también en otros dispositivos parecidos sería una regulación legal más minuciosa y más profunda, que busque una mayor protección visual de todos los ciudadanos, que son usuarios potenciales de estos aparatos electrónicos. Incluso la Unión Europea debería tomar cartas en el asunto elaborando una normativa muy rigurosa al respecto, y de obligado cumplimiento para los fabricantes. Es un tema de salud general que afecta a muchos millones de personas.
Evidentemente, la prudencia aconseja una utilización racional de los móviles y ordenadores. Y también no pasar demasiado tiempo delante de las pantallas de estos dispositivos electrónicos. Es la actitud más sensata y coherente para evitar los posibles inconvenientes de una sobreexposición.
Con la aparición de nuevos materiales, y tecnologías novedosas parece que la mejora de las pantallas es posible. Si se logran avances reales en este sentido sería muy beneficioso, puesto que la salud y el bienestar visual de las generaciones actuales, y de las futuras serían mayores, y estarían menos expuestas a riesgos innecesarios e indeseables.