El presidente cubano, Raúl Castro, ha asistido a la inauguración del seminario de San Carlos y San Ambrosio, la primera construcción de la Iglesia católica durante la revolución que llegó al poder hace más de medio siglo.

A la ceremonia oficial, encabezada por el cardenal y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Dionisio García, asisten unos 300 invitados. Entre ellos, se encuentra el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en La Habana, Giovanni Angelo Becciu, una delegación de la Orden Caballeros de Colón de Estados Unidos, encabezada por el Caballero Supremo, Carl Anderson, además de obispos de Yucatán (México), Italia y Nassau. También participa una representación de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), encabezada por el arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski.

En el acto están presentes otras autoridades del Gobierno de la isla como los ministros de Cultura, Abel Prieto, y de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, la responsable de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista, Caridad Diego, y el Historiador de Ciudad de La Habana, Eusebio Leal.

La nueva sede del seminario de San Carlos y San Ambrosio, que sustituirá al antiguo claustro colonial de igual nombre, tiene capacidad para alojar a un centenar de personas. La edificación levantada en 22 hectáreas de los terrenos de una finca no urbana situada al este de La Habana, comenzará a funcionar el próximo año, de acuerdo con las previsiones.

La primera piedra de la edificación religiosa fue colocada por el cardenal Ortega el 3 de octubre de 2005, y luego fue bendecida por el fallecido Papa Juan Pablo II durante la misa que ofició en La Habana el 25 de enero de 1998, al final de su histórica visita a la isla. En Cuba solo existen dos seminarios para la formación de sacerdotes católicos, el que se inaugura hoy y otro instalado en la provincia oriental de Santiago de Cuba.