El Mediterráneo es un mar cada vez más salado y más caliente, y el ritmo de crecimiento del nivel de sus aguas se duplica durante el siglo XXI debido al calentamiento global. Es una de las principales conclusiones que se derivan de la segunda edición del libro ‘Cambio Climático en el Mediterráneo Español’, presentada hoy por su autor, el científico Manuel Vargas Yánez, en la Subdelegación del Gobierno.

Según los datos recogidos en el estudio, durante el siglo XX, el mar Mediterráneo creció a razón de 1,5 milímetros al año, lo que se tradujo en 20 centímetros a lo largo del siglo. En cambio, según estas mismas observaciones, la subida del nivel del mar durante esta década es mucho mayor, “pudiéndose llegar a registrar una subida vertical de las aguas de 60,70 y hasta 80 centímetros en el siglo XXI, en función de las emisiones de gases efecto invernadero”, ha indicado Vargas Yánez.

Para el científico, este fenómeno podría suponer la pérdida de costa en zonas bajas de playa y en el delta de los ríos y en el caso de registrarse tormentas, “sus efectos pueden ser más graves si se producen sobre un nivel del mar ya crecido, por lo que podríamos asistir a mayor número de escenas en las que se ponen de manifiesto los efectos devastadores de una tormenta”.

El autor del estudio, ha indicado que sería un error tanto considerar que no ocurre nada como caer en el catastrofismo: “No va a venir una ola y nos va a arrastrar –ha afirmado- pero el avance de la línea de costa es un problema real y se podrían producir pérdidas en zonas con gran valor ecológico, como en el caso de Doñana”.

En este mismo sentido se ha manifestado el director del Instituto Oceanográfico de Málaga, Jorge Baro, que ha afirmado que “los efectos del cambio climático se agravan en el caso del Mediterráneo, que es un mar cerrado y cuyas costas registran grandes concentraciones humanas”.

En el caso de Málaga, el científico ha indicado que a partir de los años 90 se registró un crecimiento del nivel del mar en torno a los diez milímetros al año, debido a fenómenos atmosféricos concretos y que en estos momentos el nivel se sitúa en los 4,5 milímetros al año, aunque si se tienen en cuenta amplios periodos temporales, la provincia “se comporta de forma similar al resto del Mediterráneo, con una crecida media de 1,5 milímetros al año”.

Por último, indicó que la temperatura del mar ha crecido entre 0,4 y 0,5 grados centígrados a partir de la segunda mitad del siglo XX, en términos parecidos al calentamiento registrado en el aire.