Julio, el hombre sin bandera
– “¡Caballeros Cadetes!: ¿Juráis a Dios y prometéis a España, besando con unción su Bandera, respetar y obedecer siempre a vuestros Jefes, no abandonarles nunca, y derramar, si es preciso, hasta la última gota de vuestra sangre en defensa de la unidad, del honor e independencia de la Patriay del orden dentro de ella?”
– ¡Sí, lo juro!
– ¡Si así lo hacéis, la Patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo como hijos indignos de ella!
– ¡Caballeros Cadetes! ¡Viva España!
– ¡Viva!
El sacerdote: Por obligación de mi sagrado ministerio ruego a Dios que a cada uno le ayude a cumplir lo que habéis jurado y si no, se lo demande.
Julio: este fue el juramento que tú hiciste voluntariamente cuando ingresaste en la Academia General del Aire, en San Javier, Murcia.
Por si se te había olvidado. Nadie te obligó a hacerlo.
Julio, la Patria, que es la tuya, te guste o no, te despreciará.
Juraste defender una Bandera de la que has renegado, porque no has cumplido tu juramento, que te recuerdo, dura hasta que te mueras. Un juramento es sagrado porque se hace ante Dios, no ante un libro, o un periódico. Eres un maldito renegado. Un claro perjuro.
¿Quién te va a respetar ahora? ¿Lo has pensado? Yo te lo diré: nadie, a excepción de tus nuevos “amigos”, los de Podemos, que te dejarán como una colilla tirada, cuando no les sirvas, y ese momento llegará, ten la seguridad. Porque los efectos de la traición, siempre se pagan. Siempre.
Roma no paga traidores, dice la historia, y la historia nunca se equivoca. Nunca.
Julio, eres un traidor. Has traicionado a tu Patria, que juraste defender, has traicionado a tu Bandera, que juraste defender, has traicionado a tus jefes, que juraste defender. Has traicionado lo máximo que una persona decente y honrada puede tener: su honor. Y sabes de sobra que el honor, una vez perdido, no se recupera jamás. Te lo enseñaron en la Academia General del Aire, pero no lo has aprendido. Es más: has demostrado, por activa y por pasiva, que no tienes la más mínima idea del significado de esa palabra.
Yo, tengo una Bandera que respetar, venerar, amar, defender, y si es preciso, derramar por ella mi sangre, porque lo juré, y yo, cumplo mis juramentos hasta que muera. Y estoy orgulloso.
En cambio, tú, Julio, no tienes Bandera, ni Patria, ni honor. Lo has perdido todo ¿Estás orgulloso?
Te compadezco.
Que Dios te ampare.
*Comandante de Artillería, retirado. Perteneciente a la XXVIII promoción de la Academia General Militar de Zaragoza.
Totalmente de acuerdo.
Ya dije que puedo entender que cualquiera, militar o civil, es muy libre de participar en política (respetando las incompatibilidades oportunas) y puede tener, libremente, las ideas que considere correctas y defenderlas.
Pero también dije que lo que no podía hacer es presentarse por un partido que no respeta la integridad territorial de España y, el mismo día que se presenta, ir hablando ya de “solución política al independentismo” o de “consultar la voluntad de los catalanes”.
BRINDIS DE LOS TERCIOS
“Por España y el que quiera
defenderla, honrado muera.
Y el que traidor la abandone,
no tenga quien le perdone,
ni en tierra santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni las manos de un buen hijo
para cerrarle los ojos.”
Diego de Acuña
¡Brindo por el poema Sr.”poema”!
Felicitaciones, mi Comandante, al recordar a ese general, sus juramentos de honor, que parece ya haber olvidado, al ir con un partido destructor, de Dios, y de la patria.
Gracias el carlista. Sinceramente no creo que ahora, le sirva para mucho, pero con el tiempo…. ay con el tiempo…..
“Por si se te había olvidado. Nadie te obligó a hacerlo”.
Efectivamente. Bajo mi punto de vista, ésta es la frase más concluyente de cuanto ha escrito.
Y también coincido plenamente cuando dice:
“¿Quién te va a respetar ahora? ¿Lo has pensado? Yo te lo diré: nadie, a excepción de tus nuevos “amigos”, los de Podemos, que te dejarán como una colilla tirada, cuando no les sirvas, y ese momento llegará, ten la seguridad. Porque los efectos de la traición, siempre se pagan. Siempre.”
Así es. Un abrazo amigo.
Sr. Román: agradezco sus comentarios. Usted tampoco se queda atrás con eso de “¿qué general del Ejército español en su sano juicio, por su formación castrense, por sentido común, por responsabilidad para con su Patria y sus hijos, pero también como padre de familia, aprobaría este tipo de conducta? ¿Cuantos jóvenes españoles yacen en los camposantos víctimas de esta lacra? ¿Cuántas vidas se cobra a diario esta pandemia en las carreteras por conducir drogados, y en las calles por ajustes de cuentas y reyertas callejeras? ¿Cuántas familias se encuentran en la ruina por hijos adictos a todo tipo de drogas,… Leer más »