El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha participado este jueves en Melilla en un acto de precampaña, al filo ya del inicio oficial de la campaña, en el que ha testimoniado la importancia de la experiencia para gobernar un país, especialmente en una situación como la actual en la que «todavía hay algunas nubes» y «no estamos para experimentos». De hecho, indicó, «al gobierno se llega bregado» y «no se viene a aprender».

Respecto a la encuesta del CIS, realizada con 18.000 encuestas, el vicesecretario popular Fernando Martínez-Maíllo, «ratifica lo que han dicho los demás sondeos» pero «queda mucho por hacer, mucha campaña y todavía no hay ningún voto metido en la urna». Destacó que es la encuesta en que se da «la mayor diferencia entre el primer partido, el PP, y el segundo, el PSOE: casi ocho puntos de distancia». Y también es la primera vez que en voto directo son la primera fuerza política. Los valores que representan ante los electores, aseguran, es la experiencia. Y Mariano Rajoy, destacan, ha subido considerablemente en su balance como líder.

Por su parte, Rajoy dio un paseo por las calles de Melilla y después mantuvo un acto con seguidores en el que le acompañó el presidente del PP melillense y de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda. Ante el público congregado, recordó cómo se han ocupado de temas muy candentes en la zona, como la vigilancia de las fronters, o la lucha contra el yihadismo.

Lanzó también su mensaje político: «Sería un disparate dar su apoyo a los que nos dejaron lo que nos dejaron», en referencia al PSOE, porque «sus recetas ya no valen; hay que apostar por lo que ha funcionado». Tampoco los nuevos partidos le convencen, porque España «no está para experimentos».

Rajoy ha repasado los cuatro grandes objetivos del PP para el nuevo gobierno si gana las elecciones: crear empleo, mejorar los servicios básicos, defender la unidad de España y luchar contra el terrorismo.