Hemos pasado una semana en la que los medios nos han bombardeado con mensajes contra la violencia hacia la mujer. El día internacional para la eliminación de ese delito es el motivo de una explosión propagandística que debería observarse con una mirada crítica.

A pesar de lo que nos cuentan, las muertes de mujeres por violencia doméstica son minoritarias respecto a otras causas de muerte evitables. Y aunque una sola vida vale el esfuerzo de salvarla, en lo que a estadísticas se refiere, el número de fallecidas por esta causa resulta poco significativo (48 en 2013)

Según el INE las defunciones por causas externas en 2013, las últimas en conocerse y que incluyen accidentes, homicidios y suicidios, ascienden a 14678 personas. De estos fallecimientos 2672 se dieron en caídas accidentales, 2208 por accidentes por ahogamiento o sofocación y 1807 por accidentes de tráfico.

Pero la que se lleva la palma es sin duda la cifra de suicidios. Con un total de 3870 personas (8.3 fallecidos cada 100.000 personas) es la mayor causa de muerte por causas externas en España. Esto sí que es una verdadera lacra que casi nadie se ocupa en investigar, prevenir, ni mucho menos dotar de presupuestos públicos para erradicarla. Tal vez porque los hombres son mayoría (2911 varones contra 959 mujeres). Otra discriminación más de género femenino que sufrimos los hombres por serlo