El cobrador del frac
El Gobierno español ha nombrado oficialmente a Pere Navarro, actual Director General de Tráfico, como “cobrador del frac”. Una nueva prohibición de nuestro Gobierno, y van ya unas cuantas, consiste en reducir la velocidad máxima en 110 km. en autopistas. Si antes ya era lenta la circulación, ahora lo será aún más. El motivo, según el portavoz gubernamental, es por el ahorro de carburante debido a la inestabilidad en los precios del petróleo como consecuencia de las revueltas en el mundo árabe, algunos de ellos, productores de este bien preciado.
Eso es lo que dicen, pero más bien creo, que el hecho de reducir el límite de velocidad se debe a la necesidad de seguir recaudando para las paupérrimas arcas estatales. Y en esto, el Sr. Navarro es un auténtico experto. Un gran repartidor de multas, y gran recaudador para el Estado. Una buena pregunta parlamentaria de la oposición sería conocer el incremento de multas con sus consiguientes pagos en los últimos años. Tal vez nos llevaríamos alguna sorpresa que nos ayudara a explicarnos semejante abuso de poder. Es lo que tiene nuestro Gobierno, prohíbe para luego machacarnos a impuestos y multas. Todo muy edificante.
Sabemos que cualquier coche hoy en día alcanza velocidades notables, circular en una ¡autopista! a menos de 110 km por hora es para volverse loco. Imagínense en una interminable recta de tres o dos carriles, y no poder pasar de esa velocidad. Se pueden hasta quedar dormidos. Uno puede entender reducir la velocidad en las carreteras nacionales y comarcales donde se producen el 85% de los accidentes, alguna medida que ha permitido reducir el número de víctimas en la carretera, pero por favor, ¿en autovías o autopistas?
No hay quien se crea la justificación del ahorro cuando casualmente en el resto de Europa no va en esa dirección. Es sencillamente un estilo de gobernar que tiene como objetivo el ir reduciendo nuestras libertades. No gobiernan desde la orientación y de la responsabilidad, gobiernan desde la imposición. Y la imposición produce rechazo.
Un rechazo instalado en la sociedad civil que aumenta cada día por la cantidad de normas impuestas y abusos que atentan directamente con nuestros usos y costumbres. Lo intentaron con el vino, siguieron con la ley talibana del tabaco, pasando por la esclavización de la conducción, y terminando por un saqueo en los impuestos. Solo buscan sancionar y multar, pero no enseñar, ni resolver.
Baste recordar que la compra de un coche se ve sobrevalorada por un casi 30% más en impuestos en la Península: un 18% del IVA más un 10% de matriculación. De locos.
Así pues, con este panorama y como idea, propongo la fabricación otra vez del Seat Panda, fabricación que revolucionaría el mercado, o quizás vuelva el gusto por ir de nuevo en diligencia, con lo complicado que debe ser cuidar un caballo. Estas sugerencias las deslizo con cierto cuidado y cautela, no vaya a ser que empiecen estas mentes pensantes de nuestro Gobierno a maquinar por dónde meter el aguijón del impuesto. Lo próximo será no poner la tele a partir de una hora, o no ir al cuarto de baño más de dos veces al día. Seguirán inventando. Al tiempo. Ya saben lo que les mueve, sacarnos los pocos cuartos que nos quedan.
PD. ¿Dónde está la izquierda y demás asociaciones de derechos humanos? Con la que está cayendo en el mundo árabe me resulta extraño comprobar por qué esa izquierda que fue tan beligerante con la guerra de Irak (yo también lo era) o con Israel cuando “se pasan”, no lo sea con dictadores que disparan contra su pueblo como el caso de Libia y otros países del entorno, donde los derechos humanos son pisoteados sistemáticamente. ¿Una frase o una declaración pública solamente? Esta forma sectaria de proceder es la que hace restar credibilidad a estos movimientos.
*Ex entrenador del Real Madrid y de la selección española de baloncesto.