Antiguamente se llamó en España fondo de reptiles a las cloacas del poder. Dinero empleado por los distintos gobiernos para la “seguridad” del Estado, sin estar sujeto a ningún tipo de control. Eran gastos que no había que justificar ante nadie. Posiblemente se llamase fondo de reptiles por utilizarse para pagar a ciertos “chivatos rastreros” que casi siempre procedían de los bajos fondos. Y, hasta es posible, que esta expresión esté relacionada con el hecho de que para cobrar estos fondos, había que bajar a los sótanos del antiguo Palacio Real, donde estaban situadas las secretarías del Estado. Los fondos de reptiles vienen a ser los conductos subterráneos por donde desagua lo que no debe ser visto públicamente ni a plena luz del día. El Estado, se dice, es un organismo que también necesita tirar de la cadena.

No cabe duda, que la falta de control de estas partidas facilita peligrosos desvíos. Ya en 2001 nos enterábamos durante la sesión del juicio a la cúpula de Interior del gobierno socialista, y por boca del que fuera Director General de la Guardia Civil, el general Sáenz de Santamaría (DEP), -testigo de la defensa del señor Vera-, que doscientos millones de las antiguas pesetas fueron desviados cuando gobernaba la UCD del señor Suárez (DEP) para pagar el rescate del señor Rupérez, secuestrado por ETA en 1979. Ante dicha declaración, era muy lícito pensar que ese dinero fuese empleado después por la banda criminal, para asesinar en 1980 a más de un centenar de españoles que, para vergüenza del que aquello declaraba, la mayoría fueron guardias civiles bajo sus órdenes.

Es más que evidente que los fondos de reptiles servían entonces y sirven ahora, para comprar voluntades, conformar a la prensa, sobornar a funcionarios nacionales y extranjeros, y pagar trabajos sucios. Todo eso es cierto, pero, no es menos cierto que ahora, en el país de los “Paquirrines”, “Belenes Esteban”, “Torrentes”, “la meona de Barcelona” o “la gogó del hormiguero”, las arcas del Tesoro y según nos dicen, están famélicas; y están escuálidas, porque desde los tiempos de “Filesa” hasta “el duque em-Palma-do” y su esposa, pasando por “la cosa nostra catalana”, el rescate a la banca, los safaris de Botswana, y el expolio general de lo público de la mano del bipartidismo, han quedado las cloacas del Estado hasta sin sedimento. Sin embargo y como algo excepcional, sigue habiendo dinero para sostener unas televisiones públicas deficitarias y poder rescatar a ciertos medios de comunicación en quiebra total, que estaban condenados irremediablemente a su desaparición.

Esos fondos, ¿están siendo utilizados para salvar a unos medios informativos de carácter privado, al objeto de que sus rescatadores puedan mantenerse y seguir en el poder al precio que sea? Me temo que sí, porque a cambio de todo, esos mismos medios, seguirán contribuyendo a la defensa a ultranza de un sistema político con diecisiete gobiernos autónomos o tumores malignos que nos devoran económicamente; a destruir definitivamente nuestra civilización cristiana y occidental; a declarar repúblicas independientes dentro del Estado con total impunidad; y también a encumbrar a formaciones cuyos líderes, temerarios y suicidas, asesoran a regímenes criminales como el de Venezuela, y cuya doctrina ideológica lastra millones de crímenes contra la humanidad.

En resumen, “el duque em-Palma-do” y su esposa, al igual que el bipartidismo, son el más alto referente del sistema corrupto y podrido que padecemos, pero, ¿qué relevo y regeneración nos brindan los medios de comunicación rescatados con fondos públicos, y aquellos otros que dirigen y son controlados por los poderes político y económico? A saber:

-Alberto Rodríguez, es diputado de Podemos por Santa Cruz de Tenerife: Detenido en 2006 por agredir a policías, a quienes llama “asesinos hijos de puta”, e insta a la multitud a la agresión con frases como: “vamos a por ellos”.

-Pedro de Palacio, es diputado autonómico de Podemos por Castilla y León: Condenado en 2002 por abusar sexualmente de una niña de 5 años de edad. En su declaración alegó “que sólo fueron unos tocamientos”, y que la víctima “no tenía cinco años sino tres o cuatro”.

-Jorge Luis Bail, es diputado de Podemos por Huesca: Detenido en 2012 por agresión a agentes de la Guardia Civil. La Fiscalía pide dos años y medio de prisión.

-Josetxu Arrieta, es senador de Podemos por Guipúzcoa: Detenido como responsable político de ETA en la zona de Rentería. Condenado a seis años de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas. Formó parte de la dirección y organización de ETA (VII Asamblea).

-Enrique López, es diputado autonómico de Podemos por Asturias: Imputado como presunto autor de un delito de atentado contra la Autoridad y una Falta de Lesiones a un policía. El Fiscal pide una pena de un año de prisión más multa.

-José Ramón Galindo, es senador de Podemos por Lanzarote: Detenido en 2008 por tráfico de cocaína.

-Andrés Bódalo, concejal de Podemos y candidato al Congreso por Jaén: Condenado a tres años y medio de cárcel por la agresión a un edil de Jódar (Jaén).

-Luis Benítez de Lugo, candidato de Podemos al Senado por Ciudad Real: Imputado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Valdepeñas (Ciudad Real), por un delito de daños contra el Patrimonio Histórico Artístico.

Y, con este lamentable referente del sistema, y el elenco de delincuentes e impresentables auspiciados por los medios para el relevo, todavía hay tertulianos “lameculos” en nómina, que se preguntan extrañados sobre el porqué de 11.561.376 abstenciones en las últimas elecciones ¡Tiene cojones la cosa!