Maduro pide a China dos años de gracia para pagar la deuda que contrajo con el país asiático
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha pedido a China que le permita dos años de gracia para el pago de la importante deuda contraída con el país asiático en un momento en el que Venezuela se enfrenta a una coyuntura económica complicada por los bajos precios del petróleo, tal y como ha informado ‘El Nuevo Herald’.
La petición del mandatario venezolano llega en un momento en el que el precio del barril de crudo ronda los 23 dólares, muy por debajo de los 40 dólares estipulados en los términos de la deuda que el régimen contrajo con Pekín, una deuda que alcanza los 50.000 millones de dólares.
“El Gobierno estuvo pidiendo dos años de gracia”, ha asegurado una fuente cercana a las conversaciones bilaterales, que prefirió mantenerse bajo anonimato. “No sabemos exactamente cuál fue la respuesta (de China), pero creemos que dijeron que no”, ha añadido.
Venezuela tendría que entregar unos 11.000 millones de dólares para el servicio de su deuda con Wall Street, que habría que sumar a los pagos en crudo que debe hacer a China para cumplir con sus obligaciones con el gigante asiático.
No obstante, con la facturación que se estima que Venezuela tendrá este año no tendría suficiente para cubrir el coste de producción, la deuda con Wall Street y las necesidades de importación mínimas. Según el socio gerente de Latinvest Group Holdings Russell M. Dallen, lo único que evitaría que Caracas sucumba este año “es que los precios de petróleo retornen a los 100 dólares el barril”. En caso de que esto no ocurra, “China o Rusia deberían otorgar un inmenso paquete de rescate”, ha añadido.
En este contexto, Caracas está buscando que China le permita utilizar los más de medio millón de barriles diarios que envía para poder venderlos en otros mercados, de manera que Venezuela pueda obtener más dinero.
Hasta el momento, Caracas ha optado por seguir vendiendo oro de las reservas internacionales para lograr cubrir las necesidades de sus propios nacionales.
Cuando decía que aún el petróleo debajo de la tierra pertenece a China, no exageraba. Lo peor de todo es que el desmadre populista es 100% autoinfligido.