Aguirre se va para volver, ya sin Rajoy: Las intenciones ocultas de Esperanza Aguirre
Asier Martiarena.- Esperanza Aguirre he celebrado San Valentín a su manera, enviándole un regalo de amor a su líder, Mariano Rajoy. Un regalo envenenado porque la dimisión de la ya, expresidenta del PP de Madrid, no la sabía nadie. Ni sus más allegados. Tanto celo puso en preservar sus planes que su jefe se enteró por teléfono y el resto de los compañeros de partido por las redes sociales y los medios de comunicación. Ese es el instinto de depredador de Aguirre. Inconfundible.
Las primeras horas que siguieron a la dimisión de Aguirre estuvieron llenas de comentarios acerca de la corrupción que ha salpicado al partido en Madrid, de la supuesta financiación ilegal del partido en anteriores campañas, o del conocimiento que de todo ello tenía la ‘lideresa’ al haber repescado al gerente que semanas antes había despedido Cospedal y que ahora está investigado por la Justicia, etc…
Sin embargo, el temporal pasó pronto, y ya este lunes las miradas han virado hacia Mariano Rajoy. No porque en las próximos días va a tener a sus dos graneros de votos -Madrid y Valencia- gestionados por una gestora, sino porque ya empieza a ser evidente que el conocimiento de las corruptelas de un partido no acaba en el gerente y porque el Partido Popular está ya en la necesidad de acometer un proceso de refundación.
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Por muy enemigos que sean, porque lo han sido, Aguirre y Rajoy se han necesitado la una al otro y viceversa. Y ahora, con la dimisión de la primera, al líder del PP ya no le quedan ‘escudos’ que lo protejan de lo que está por venir. Porque la pasividad de Rajoy ante la corrupción ha quedado en evidencia: Ni asumió responsabilidades por el caso Bárcenas -‘Luis, sé fuerte’-, ni actuó la pasada semana con el escándalo que señala a Rita Barberá -a quien decidió blindar en el Senado-, ni tomó cartas en la operación ‘Púnica’ -dejando todo el marrón a Aguirre-. Y esta se ha hartado.
Por eso deja la presidencia del PP de Madrid pero no la portavocía del grupo en el Ayuntamiento de Madrid. Porque ella va a luchar contra Carmena y los suyos, pero ya no piensa dar la cara por el partido. Al contrario. A partir de ahora, los marrones de los múltiples procesos judiciales en los que está envuelto el PP le explotarán directamente en la cara al presidente del Gobierno en funciones. La prueba es que elegir un domingo a las 14h para comunicarlo es garantía de protagonismo en los telediarios, tertulias y periódicos.
Para el resto de los días, se basta ella sola. Porque no se crean que Esperanza Aguirre se va. Por lo menos no del todo como demuestran sus dos dimisiones en apenas tres años. Aguirre intentará regresar blandiendo la bandera de la honradez. Algo que ella espera que no ocurra con Rajoy a quien le ha mostrado el camino de salida. Pero este, si se va, no tendrá tribuna desde la que volver al contrario que Aguirre que desde la oposición del Ayuntamiento se asegura tener una. “No es momento de los partidismos ni de los personalismos, sino de los sacrificios”, ha sentenciado Aguirre.
Esta mujer está absolutamente obsesionada con el poder, con los cargos y con el dinerito que da ser un alto cargo y por lo tanto ya es la 2º vez que dimite y no me extrañaría que vuelva en un PP sin Rajoy para encumbrarse como la lideresa regeneracionista cuando ella pocas o ningunas lecciones de moral o regeneración puede dar………..