Jordi Caparrós, junto al rector Esteban Morcillo tras la toma de posesión.

Jordi Caparrós Gutiérrez tomó ayer posesión del cargo de Delegado de Estudiantes de la Universitat de València, lo que le permitirá pasar a formar parte del Consejo de Dirección y asumir las tareas de enlace con el alumnado y sus asociaciones representativas.

El puesto, que es designado por el rector, estaba vacante desde principios de curso. El nuevo colaborador de Esteban Morcillo es estudiante de Filología Catalana, carrera que inició en 2011, y militante de Compromís en l’Alcúdia de Crespins. Al fin y al cabo, pertenece al Bloc d’ Estudiants Agermanats (BEA), organización mayoritaria en la Universitat y afín al partido nacionalista valenciano.

El nombramiento ha causado sorpresa en varios sectores de la institución teniendo en cuenta el pasado de Caparrós, pues en sus inicios universitarios participó en altercados como el boicot al acto de apertura de curso de 2012 y en piquetes coercitivos típicos de las huelgas. Incluso llegó a ser juzgado junto a otros dos jóvenes tras una denuncia de un profesor al que le reventaron una clase durante un paro, si bien fue el único absuelto. En los últimos años ha tomado distancia respecto a este tipo de acciones.

También es llamativo que Morcillo haya aceptado como enlace estudiantil a la cabeza visible de una asociación que aunque no se posicionó en las pasadas elecciones a rector sí se ha mostrado extremadamente crítica con algunos aspectos de su gestión. Seguro que recuerda cuando el BEA pedía en los claustros su cabeza por no declararse insumiso a la subida de las tasas que se decretó en 2012 dentro de su campaña ‘Insumisión o dimisión’.

La toma de posesión se celebró ayer en el Rectorado y contó con la presencia de representantes institucionales como la Directora General de Universidades, Josefina Bueno, o el secretario autonómico de Inclusión e Igualdad, Alberto Ibáñez. En su intervención, el rector quiso agradecer la labor de Daniel González Serisola, el antecesor de Caparrós (y militante socialista), y reafirmó su voluntad de impulsar la participación estudiantil desde el diálogo y el trabajo colectivo. También recordó que por primera vez el alumno que se incorpora a su equipo «no sólo ha sido nombrado por el rector después de un proceso de consulta con los grupos de estudiantes con representación en el claustro, sino que también se ha implicado a la Asamblea General de Estudiantes», según el comunicado remitido ayer por la institución.

Durante este proceso de consultas también se postuló el nombre de Alberto Robles, de perfil más independiente, que en la actualidad es el Delegado de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Hay que tener en cuenta que desde que se creó el cargo ha sido tradicional que el titular salga de la asociación mayoritaria, en este caso el BEA. González Serisola, por ejemplo, pertenecía a Campus Jove, organización ya desaparecida que durante años fue la fuerza con más peso en la Universitat.

En su intervención, el nuevo delegado expresó su voluntad de «incrementar la participación estudiantil en procesos electorales, potenciar las políticas de igualdad y crear nuevos acontecimientos que se consoliden como puntos de encuentro y participación del estudiantado». En años anteriores el responsable del área también ha asumido tareas de gestión, como el impulso de las convocatorias de becas propias.

Caparrós fue protagonista de uno de los incidentes más amargos para Esteban Morcillo, que presidía el solemne acto de apertura del curso 2012-2013. Un centenar de personas boicotearon la ceremonia tras desbordar a los vigilantes de seguridad que custodiaban el Paraninfo a base de empujones. La irrupción se prolongó durante unos 15 minutos y fue muy criticada por el rector, que les afeó su conducta y falta de respeto a la autoridad académica. Fue de las pocas veces en que se ha visto a Morcillo más que enfadado. En los sucesivos actos se ha permitido la lectura de un manifiesto crítico con las políticas del PP en nombre de la Plataforma en Defensa de la Universitat Pública. Caparrós era el encargado de hacerlo.

Además, el 18 de octubre de 2012 se produjo un incidente en la Facultad de Filología después de que un piquete accediera a un aula donde se estaba dando clase pese a la huelga convocada por diferentes colectivos. El docente decidió denunciar los hechos, pues se apilaron sillas y se vació un cubo de basura y un extintor, lo que obligó a suspender la sesión. Entre los denunciados estaba Jordi Caparrós, si bien es cierto que fue absuelto al no poder probarse su presencia en el aula.

También se le conoce en la Universitat Politècnica, sobre todo a raíz del piquete que se organizó el 24 de octubre de 2013. El nuevo delegado era de los pocos que bloqueaban el acceso a cara descubierta. Se produjeron forcejeos y empujones cuando algunos alumnos y profesores intentaban entrar en sus centros.