Cada 14 días muere un idioma o una cultura entera
Los científicos recuerdan que cada 14 días muere un idioma. De aquí a 2100, según los datos de National Geographic, pueden desaparecer más de la mitad de los 6.000 idiomas que se hablan en la Tierra -muchos de los cuales ni han sido registrados aún-, lo que provocará la pérdida de una gran cantidad de conocimientos acerca de la historia, la cultura, el medio natural y el cerebro humano. Saber varios idiomas también aumenta nuestra comprensión de cómo los seres humanos se comunican y almacenan conocimientos. Cada vez que muere una lengua, perdemos parte de la imagen de lo que nuestro cerebro puede hacer.
Muchos idiomas en peligro de extinción tienen una rica cultura de historias y canciones, que se transmiten de padres a hijos verbalmente y no cuentan con representación escrita. Con la extinción de un idioma, se pierde una cultura entera. La gran parte de lo que los seres humanos sabe acerca de la naturaleza está codificado sólo en los idiomas orales. Los indígenas que han tenido lazos estrechos con el mundo de la naturaleza durante miles de años a menudo tienen conocimientos muy profundos sobre tierras locales, plantas, animales y ecosistemas, y muchos de ellos todavía no han sido documentados por la ciencia.
Colombia y Rusia, países multilingües
En Colombia, con motivo de esta fecha, ha sido difundido un estudio donde se dice que en el país hay cinco lenguas “casi extintas” y otras diecinueve “en serio peligro” de desaparecer. Además del español, se hablan allí 65 lenguas indígenas americanas y dos lenguas criollas, que son el resultado de la adaptación de distintos grupos humanos llegados al territorio nacional a lo largo de los últimos 15.000 a 20.000 años.
Entre las lenguas prácticamente extinguidas está la tinigua, que actualmente es hablada sólo por 1 persona, que reside en el Departamento de Meta, mientras que del nonuya sólo quedan 3 hablantes en el Amazonas, del carijona, unos 30 y del totoró hay 4 hablantes activos y 50 pasivos.
La Unión Soviética contaba con 120 lenguas y el país no tenía una lengua oficial porque los bolcheviques opinaban que su introducción podría perjudicar los derechos de las minorías nacionales.
Según el censo de 2002, el pueblo ruso habla más de 150 idiomas. Menos de 10.000 personas hablan la mayoría de estas lenguas. La lista de idiomas más comunes de Rusia por el número de hablantes es la siguiente:
* Ruso: 142.573.285 hablantes.
* Inglés como lengua extranjera: 6.955.315.
* Tártaro: 5.347.706.
* Alemán (nativos y extranjeros): 2.895.147.
* Ucraniano: 1.815.210.
* Bashkirio: 1.379.727.
* Checheno: 1.331.844.
* Chuvasio: 1.325.382.
¿Por qué algunas lenguas se extinguen?
A lo largo de la historia humana, las lenguas de los grandes grupos se han extendido, mientras que las lenguas de las culturas más pequeñas se han extinguido. Eso pasa a causa de las políticas lingüísticas que se llevan a cabo en determinados países o a través de la atracción que puede tener el alto prestigio de hablar la lengua del imperio al que pertenecen. Estas tendencias explican, por ejemplo, por qué Bolivia tiene más diversidad lingüística que todo el continente europeo, que tiene una larga historia de grandes estados y poderes imperiales.
Los niños cuyos padres hablan un idioma en peligro de extinción a menudo crecen aprendiendo el idioma dominante en la región. Esto ha ocurrido a lo largo de la historia humana, pero la tasa de desaparición de lenguas se ha acelerado dramáticamente en los últimos años.
www.unesco.org
En el último Atlas interactivo de idiomas en peligro de extinción, publicado por la UNESCO, figuran 2.500 lenguas (entre las cuales hay 230 extintas desde la década de 1950). Versión en línea: http://www.unesco.org/culture/languages-atlas/
¿Es posible ‘reanimar’ un idioma muerto?
Es muy difícil ‘reanimar’ un idioma muerto, aunque la historia conoce algunos ‘finales felices’ en este sentido. Por ejemplo, en los años 70 murió el último nativo del idioma autóctono de la isla de Man. Sin embargo, poco antes de su muerte, cuando en la isla británica todavía vivían algunas personas mayores que hablaban esta lengua, les visitaron unos lingüistas que lograron grabar una gran cantidad de material lingüístico. Se trata de textos que sirvieron de base para crear una descripción gramatical de la lengua, editar una serie de libros para aquellos que deseaban aprender el idioma de sus antepasados y crear programas escolares. Así, en la provincia británica apareció gente que se impuso el objetivo de aprender este idioma. En la actualidad, ya hay varias familias donde los niños consideran que su primera lengua es la de la isla de Man.