Transformación de Cuba
Es la hora de Cuba. Después de décadas de graves problemas económicos la población cubana se merece un nivel de vida mejor. Y Obama es consciente de los efectos negativos que ha tenido el bloqueo de la isla, durante tantos años. Se comprende, perfectamente, que debe sellarse el deshielo de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, de una vez por todas. Al presidente actual de Norteamérica le quedan diez meses de mandato, pero desea cerrar bien el asunto de Cuba, ya que todo lo que se vaya avanzando es terreno ganado a la injusticia y el aislamiento.
La economía cubana, en mi opinión, tiene que fijarse, sobre todo, en garantizar el abastecimiento de bienes de consumo, a unos precios asequibles para todos los ciudadanos que viven en este país. Y para lograr este fin debe ser haber liberalización en la actividad económica. Cuba debe parecerse mucho más a estados como el español, al menos, en lo relativo a su política comercial, etc. El comunismo, actualmente, ya está ampliamente sobrepasado por el curso de los acontecimientos, en una economía mundial interdependiente y globalizada.
Es significativo que un presidente estadunidense visite este país que formó parte del imperio español después de 88 años. Y además un líder político afroamericano que manda sobre el país con más armas atómicas del planeta.
Es muy necesario el acercamiento entre ambos países. Están muy cercanos. Y es lamentable que haya cubanos en el exilio y disidentes.
La progresiva y paulatina democratización de Cuba no es algo quimérico y utópico es, perfectamente, posible. Pero el gobierno cubano, debe ser más tolerante y realizar transformaciones políticas y económicas muy profundas, para que los cambios no sean una especie de espejismo sin consistencia.
Las condiciones para hacer negocios con Cuba por parte de los norteamericanos van a ser menos exigentes. Parece un buen principio. Y es verdad que la llegada masiva de más turistas puede ir desbloqueando, de forma más rápida, la situación política y social existente en la isla caribeña.
Está claro que la mejora real de las condiciones de vida de los cubanos es lo esencial, todo lo demás llegará por añadidura. Si el nivel de renta de cada cubano aumenta, significativamente, repercutirá de modo positivo, y producirá un cambio social en Cuba, que es imprescindible.
Y aunque es cierto que desde la perspectiva de los derechos humanos se debe avanzar mucho más en la bella tierra cubana, Obama ha hecho bien en impulsar una apertura política y comercial respecto a esta isla que perteneció a España. Además Cuba puede jugar un papel clave, ya que es uno de los eslabones de la cadena que nos relaciona con América.
En el fondo, la democratización y el equilibrio social y político de cualquier país dependen, esencialmente, de una redistribución de la riqueza que elimine las bolsas de pobreza, y que garantice una vida digna para los ciudadanos, y esto es aplicable también a Europa, y al resto del mundo. Las cuestiones materiales son las que están relacionadas con el bienestar, y la calidad de vida, y los gobiernos con el asesoramiento de los expertos y de los técnicos deben tomar decisiones coherentes y racionales.
Si . La dictadura de los hermanos Castro, exigen que se les abra el comercio, pero el tonto, masón de Obama, no les exige, que convoquen a elecciones, y den una amnistía en Cuba para los presos políticos. Una vez más se nota que el poder masónico de EE.UU, es benevolente con el dictador comunista, como siempre han sido.