Ben Hur
La amistad y el honor, la justicia y la injusticia, la verdad y la mentira, la paz y la guerra. De todo esto y más se habla aquí. Cada vez que vuelvo a ver esta película descubro algo nuevo. El film es el mismo pero yo no. No soy religioso pero he cambiado y veo más y mejor.
La fidelidad y la traición, el respeto y la grandeza de espíritu, el amor y el odio, la venganza y el perdón, la familia y el hogar. Los sentimientos afloran en todos los personajes. Es difícil reunir en una sola línea argumental tantos mensajes y tantas historias diferentes y relacionadas entre sí al mismo tiempo.
La sumisión y la libertad, el poder y la revolución, el agradecimiento y la fe. La pasión y muerte de Jesús pasa de soslayo por la vida de los personajes y los marca definitivamente. El poder pervierte la mente de los hombres y el amor, en cualquiera de sus formas, lo devuelve a su verdadero ser. Las emociones afloran plenas o están contenidas en esta película antigua, de las que ya no se hacen, y los valores humanos se realzan como la verdadera esencia en la que basar nuestra corta y única existencia.
Su final milagroso es casi una anécdota. Todo lo que ha contado antes es lo importante y es, también, el verdadero significado de porqué esta película sigue vigente, a pesar del paso del tiempo.