Aunque la mayoría de los comentaristas políticos consideran que vamos a ir a unas nuevas elecciones el 26 de junio, creo que existen algunas posibilidades de que se forme un pacto de gobierno y un nuevo ejecutivo. Si una parte de los votantes responsabiliza de la falta de acuerdo para formar gobierno a Podemos, me parece que se equivocan, porque la responsabilidad del fracaso negociador, a mi juicio, recae más en Pedro Sánchez. Porque, en mi opinión, no afrontó las conversaciones con amplitud de miras respecto a los partidos de la izquierda. Por razones estratégicas y partidistas, probablemente.

Pablo Iglesias ha rectificado, y ya no exige ser vicepresidente en un hipotético gobierno de coalición con el PSOE, no estar en el gobierno, si de este modo se forma un Ejecutivo a la valenciana. En las próximas semanas parece que se va a ver un proceso negociador supeditado, según dice Sánchez, al voto afirmativo en la sesión de investidura de Ciudadanos. Algo que, a priori, parece la cuadratura del círculo, en vista de los condicionantes planteados por el pacto con Rivera. Pero, el desbloqueo ya es una realidad. Se verá si se producen avances reales y significativos y se cierra, finalmente, un pacto, también con otras formaciones políticas, que haga posible un nuevo ejecutivo en nuestro país.

Aunque, tanto Errejón como Iglesias, han negado la existencia de un veto total a Ciudadanos, en realidad, no quieren una coalición tripartita en la que esté el partido de Rivera. Aunque no es descartable de forma absoluta, ya que, al final, pueden pesar más las ganas de llegar al poder, y constituirse un tripartito.

Ciertamente, la actitud de Pablo Iglesias de liderar el equipo negociador, y no dejarlo bajo la dirección de Errejón, es la clara expresión de que existen discrepancias entre ambos, sobre como conducir el proceso. Iglesias es más partidario de ceder en más aspectos, parece ser, respecto al PSOE, que Errejón que está situado en una línea más dura.

De todos modos, Iglesias mantiene que la coalición con el PSOE debe mantener el reparto proporcional de los ministerios, e incluye en la distribución de los mismos a personas independientes.

Se verá, si la negociación se va a quedar, en fuegos de artificio y retórica, o va a sustanciarse en un pacto de gobierno con varios partidos que supere la sesión de investidura, aunque sea in extremis. En cualquier caso, la actitud de Ciudadanos creo que es determinante para que no se produzca otro bloqueo, y vayamos a nuevas elecciones. De hecho, ya ha dicho el dirigente José Manuel Villegas del partido naranja que están dispuestos a discutir medidas con Podemos dentro de “la centralidad política”.

Lo que parece abrir también la posibilidad de un tripartito. Evidentemente, son declaraciones que pueden quedarse sin concreción en la realidad, ya que los aspectos programáticos y políticos que serán objeto de discusión serán numerosos. Por tanto, la situación sigue siendo compleja, a la espera de nuevos acontecimientos. Queda un margen temporal de algo más de un mes. Esperemos que sea suficiente. Aunque en Ciudadanos dicen que no quieren formar parte de un Gobierno con Podemos. El rompecabezas parece difícil de completar.