Deberes escolares
Estos días ha vuelto a resurgir en los medios de información la cuestión relativa a deberes sí o no. La limitación de los deberes escolares en Madrid, responde a un deseo generalizado de reducir, a dimensiones aceptables, la cantidad de deberes que realizan los alumnos en colegios e institutos. Y aunque los expertos consideran, de forma general, que no es perjudicial algún tipo de actividad durante un tiempo razonable, el tema es objeto de numerosos debates y discusiones.
En mi opinión, los deberes escolares pueden enfocarse de varias maneras. Primeramente, es necesario entender que los simples repasos de los contenidos a estudiar por los estudiantes, ya es una tarea que requiere un tiempo determinado diariamente.
De poco sirve que un estudiante realice ejercicios y actividades, si a la vez no aprende e intentar comprender y memorizar lo que tiene que estudiar de forma diaria, y no, exclusivamente, un día o dos antes de cada examen, que, por otra parte, es lo habitual en la mayoría de los alumnos de enseñanza media.
Como dice Luis Carbonell, presidente de la Concapa, «Una cosa es recibir explicaciones, y otra, fijarlas en casa con ejercicios, estudio o memorización». Y pongo esta cita, porque sirve para la enseñanza pública, y también para la concertada y religiosa. En efecto, con esto no estoy afirmando que haya que eliminar los deberes, simplemente, digo que deben dejarse a la libre decisión y programación de cada profesor, sin que sean excesivos, y sabiendo también que no son la panacea, y la solución completa para el fracaso escolar, y para el bajo rendimiento académico.
En 1984, el ministro de Educación José María Maravall los prohibió en una circular. Considero que cada docente tiene que poner los deberes que estime adecuado, según su criterio. Aunque, también es cierto, que algunas personas no han hecho deberes durante su proceso de formación, y han logrado sobresalientes en sus estudios.
En Asturias también ha llegado la “ley de los deberes”, porque el Parlamento asturiano debatirá sobre la posibilidad de regular, de forma racional, las tareas escolares, al igual que otras comunidades autónomas. Según señala un informe del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, la conclusión alcanzada dice que deberes sí, pero con tres condiciones: la calidad es más importante que la cantidad, que no supongan más de una hora de dedicación diaria, y los padres tienen que motivar, no castigar.
Estoy convencido de que el problema de fondo de la enseñanza, no son las tareas o deberes escolares, en el sentido que, generalmente, se entiende. En realidad, a mi juicio, la clave está en conseguir que los alumnos logren habituarse a estudiar de un modo continuado y diario. Porque la constancia, la perseverancia y la tenacidad en el aprendizaje son las que dan, verdaderamente, resultados académicos positivos. Y también es decisivo saber estudiar, y hacerlo repasando todos los contenidos que entran en los exámenes, y no una parte nada más, confiando en la suerte o en el azar. En el fondo, como se puede ver, son planteamientos de puro sentido común.
Creo que los deberes escolares deben hacerse en el Colegio. Los críos pasan casi más tiempo en el cole que en su casa.
todavía guardo el recuerdo de un profesor y una profesora que llegaron nuevos a mi cole y, sus técnicas eran diferentes al resto: Empezaban comentando en clase una lección, explicaban, preguntaban; ponían ejercicios y se hacían allí, a continuación corregían y a quienes habían te nido fallos, se lo explicaban. Y lo que mandaban para casa era estudiar la lección del día siguiente.
Doña Josefa, iba a escribir lo mismo que dice Usted pero veo que lo ha expresado mucho mejor que yo mismo. Un saludo.