El Tribunal Supremo condena al BBVA a pagar 117.000 euros a un cliente por no comprobar su firma
El Tribunal Supremo ha condenado al BBVA a devolver 117.250 euros a un cliente por haber hecho una transferencia a su nombre sin comprobar la autenticidad de la firma del fax recibido en una sucursal de la entidad bancaria y que ordenaba la operación.
Así lo estima la Sala de lo Civil en una sentencia en la que considera que el banco no actuó con la diligencia profesional exigible en sus deberes de gestión y custodia de las cuentas de sus clientes al no llamar por teléfono al titular de la misma para cerciorarse de la veracidad de una orden de operación.
En concreto, los hechos ocurrieron en 2005 cuando una céntrica sucursal del BBVA en Madrid autorizó una transferencia por importe de 116.898 euros a favor de una sociedad vía fax a pesar de que la orden no tenía ni el membrete ni los datos de identificación del ordenante, así como tampoco figuraba el nombre exacto de la empresa beneficiaria y su número de cuenta.
Una conducta que el juez de primera instancia ya calificó de “negligente”, aunque después la Audiencia Provincial de Madrid dio la razón a la entidad bancaria al no haberse practicado una pericial que acreditase que la firma no correspondía al titular.
Ahora, el Supremo estima el recurso interpuesto por el cliente contra una sentencia a la que la Sala considera “incorrecta y desproporcionada” ya que imputa al consumidor, de forma indebida, los efectos de no haber podido practicar una prueba que acreditase la falsedad de la firma al no existir el original del fax.
¿11 años para devolverle su dinero?
Esto es de cachondeo.