Albert Rivera.

Murcia, Jaén, Badajoz, Valladolid, Madrid, La Coruña… Las dimisiones que evidencian que algo no va bien en Ciudadanos se extienden por el mapa de España desde hace meses y el goteo amenaza con desbordamiento. El problema no es nuevo y hay ejemplos anteriores a las elecciones del pasado 20 de diciembre, pero los sucesos posteriores y los pasos y las decisiones tomadas por la dirección del partido tras los comicios no han gustado a un amplio sector de militantes. Las «incongruencias con el ideario» están en la base de la rebelión interna, según publica el diario La Razón.

El último ejemplo se vivió ayer en Ciudadanos de Castilla-La Mancha, cuyo delegado territorial dimitió de su cargo por discrepancias con la formación, pero hay territorios como Cantabria –donde la elección de Félix Álvarez, «Felisuco», ha caído como un jarro de agua fría–, donde los descontentos lo están demostrando dándose de baja como afiliados, señala la misma fuente.

En Castilla-La Mancha, al coordinador y parlamentario en la Diputación de Toledo, Antonio López, le ha acompañado el hasta ahora portavoz de la formación a nivel regional y concejal en el Ayuntamiento de la Ciudad Imperial, Esteban Paños, que deja la portavocía. Le sustituirá Orlena de Miguel, diputada nacional en la pasada legislatura por Guadalajara. Así lo confirmó el propio Paños, quien precisó que ha sido el partido quien ha decidido el relevo. El nuevo delegado regional será nombrado desde Madrid.

Desde Ciudadanos han precisado que la dimisión de López, que afecta sólo a su cargo en la formación –no renuncia a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Illescas ni a su condición de diputado en la institución provincial–, la comunicó el lunes al secretario de Organización, Fran Hervías. Según el partido naranja, López no estaba de acuerdo con algunas actuaciones de C’s a nivel nacional que afectan directamente a Castilla-La Mancha.

En Galicia se ahonda también la grieta de los naranjas. La decisión de la dirección nacional de retirar al candidato elegido mediante primarias para los comicios del pasado diciembre por La Coruña, el abogado Antonio Rodríguez, y la imposición «a dedo», el sábado, de un nuevo aspirante, José Canedo, ha derivado en la dimisión en bloque de ocho miembros de las juntas directivas de C’s: tres en Ames y cinco en La Coruña. Otras dos ejecutivas, las de Cambre y Oleiros, pueden ser las siguientes.

En abril, las vicisitudes se extendieron a municipios como Piélagos (Cantabria), donde dimitieron dos concejales, y en febrero lo hizo el único edil naranja en Torredelcampo (Jaén). También ha habido dimisiones por casos de corrupción como las vividas en Aragón y La Rioja, donde dos cargos de Ciudadanos se fueron salpicados por los «papeles de Panamá». O tensiones internas aún en desarrollo en Murcia, por un caso de facturas falsas. En Madrid, la dimisión de Eva Borox en marzo ya había dejado secuelas el año pasado con la marcha de Pedro Núñez Morgades, crítico con las sospechas sobre las relaciones de su compañera con la «trama Púnica».

Pero las desavenencias por la «falta de democracia interna» son la tónica. Fue el motivo esgrimido por la Junta Directiva de Valladolid, el pasado noviembre, antes de dar la espantada en bloque por la «inexistente participación de los afiliados». Hay malestar por la forma en que C’s se conduce. «Nada he encontrado en Ciudadanos de la regeneración política que propugnan», dijo en su marcha hace un año el líder del partido en Badajoz, Antonio Manzano. Ésa parecer ser la raíz del problema.

Ciudadanos suma más dimisiones en Galicia y su único diputado planea demandar al partido

Por otra parte, la crisis que atraviesa Ciudadanos en Galicia a causa del relevo en las listas para las generales de junio del que hasta ahora era su único diputado, Antonio Rodríguez, no se ha zanjado tras haberse registrado oficialmente sus candidaturas. A la dimisión protagonizada en la noche del martes por cinco de los siete miembros de la dirección de la agrupación de La Coruña, incluida su coordinadora, se sumó ayer la de toda la dirección del partido en Ames, la segunda con más militancia de C’s de la provincia, en la que milita además Rodríguez. Otro foco de discrepancia con las direcciones gallega y estatal se abrió también por el mismo conflicto en la agrupación de Negreira, donde presentó su renuncia uno de sus responsables.

Las direcciones del partido en Oleiros y Cambre aseguran por su parte que aguardarán a tomar una decisión sobre la renuncia a sus cargos a que el secretario de Organización estatal, Fran Hervías, regrese a Galicia en breve «para dar una explicación convincente de por qué el partido no ha respetado las primarias en la elección de nuestro candidato a las generales», señala el coordinador local de Oleiros, Rodrigo Rodríguez. «Por cortesía esperaremos antes de anunciar nada, pero si no da garantías vamos a dimitir todos», advierte.

Antonio Rodríguez, cuyo relevo al frente de la lista de Ciudadanos por La Coruña para el 26J se hizo efectiva en la noche del lunes con el registro de la nueva candidatura, declaró ayer a La Voz de Galicia que aunque «de momento sigo siendo militante de Ciudadanos, es posible que deje el partido. No lo he tramitado pero lo estoy valorando, y es posible que lo haga, si no me expulsan antes», dijo tras presentar ayer su dimisión como miembro de la dirección de la agrupación de Ames.

Demanda por honor

«Han justificado el relevo en base a los estatutos del partido, pero a continuación han hecho leña del árbol caído. No es normal ese trato y no debe de haber antecedentes de un trato así a un diputado por parte de su organización». Tras reconocer que el cese y las explicaciones que han dado del mismo «me están haciendo daño», Rodríguez avanza que está meditando presentar una demanda por daños contra su honor contra los responsables de su partido «porque con sus explicaciones y ataques lo han excedido todo y me afecta a mi propio perfil profesional como abogado», mantiene.

Desde la dirección de C’s, su secretario general en el Congreso, Miguel Gutiérrez, anunció ayer que las agrupaciones del partido en La Coruña y Ames serán gestionadas ahora por los comités electorales, y tras los comicios será el secretario de Organización estatal el que decida si los sustituye una gestora o se convocan elecciones para elegir a sus nuevos responsables.