Ada Colau encabezando la marcha del Orgullo Gay en Barcelona.

El Ayuntamiento de Barcelona aplicará medidas de discriminación positiva para el acceso de transexuales a la Guardia Urbana. El equipo de gobierno presidido por Ada Colau discutirá las medidas que se podrían poner en marcha para hacer más visible a este colectivo.

Esta medida del Consistorio barcelonés podría ampliarse al resto de contrataciones municipales para paliar la alta tasa de paro entre lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, según fuentes consistoriales.

Una de las primeras medidas de Ada Colau al frente del gobierno de la ciudad fue el de sustituir la concejalía de Juventud por la de Ciclo de Vida, Feminismo y LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales), una cartera que será dirigida por la periodista y miembro de Podemos Laura Pérez.

La fascinación de Ada Colau por este colectivo va más allá incluso del que mantienen sus compañeros de formación. Durante la sesión plenaria del Consejo LGTBI (lesbianas, gays transexuales y bisexuales),Ada Colau anunció que no permitirá oficiar ceremonias de matrimonio a los concejales que se opongan a casar a parejas del mismo sexo. Colau decidió que “el Ayuntamiento estipule formalmente que los regidores que tengan alguna reserva a celebrar este tipo de bodas no tengan capacidad para celebrar matrimonios en ningún caso”.

Una de las causas de esta decisión fue un caso de 2014 en el que un concejal del PP se negó a casar a dos lesbianas alegando objeción de conciencia. El suceso llegó al Síndic de Greuges (el defensor de las personas), Rafael Ribó, que calificó el hecho como una vulneración de los derechos de la pareja, sentencia que comparten tanto el Gobierno municipal como el consejo. El Síndic comunicó al Ayuntamiento la necesidad de actuar ante este tipo de casos y, aunque actualmente ningún edil plantea una objeción de conciencia ante el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, Colau ha impulsado esta medida para garantizar, según ella, los derechos de las parejas gays.

La Guardia Urbana, con menos autoridad que nunca

Y mientras Ada Colau pretende aplicar en la Guàrdia Urbana las ya habituales fórmulas de integración sexual, que algunos llaman de ingeniería social, el Ayuntamiento barcelonés continúa menoscabando el poder y la autoridad del cuerpo armado municipal. Hace unas semanas, Colau acordó con la CUP la eliminación de la sección antidisturbios de la Guardia Urbana, por lo que sus agentes han perdido toda competencia en materia de alteraciones del orden público.

Los responsables municipales alegaron que de de las alteraciones del orden público ya se ocupan los Mossos d’Esquadra y que los agentes locales debían convertirse en “policía de proximidad”, colaborando incluso en la detección de delitos de homofobia y xenofobia. Todo ello en un periodo que coincide con un rebrote de las agresiones a agentes policiales por parte de radicales antisistema y manteros subsaharianos.

En este sentido, el sindicato mayoritario en la Guàrdia Urbana, SAPOL, ha calificado de “inaguantable” la situación que tienen que afrontar los agentes que participan en operativos contra el top manta.

Señalan que las lesiones a los agentes por parte de los “manteros” son ya habituales y se preguntan “hasta cuándo continuará el Ayuntamiento sin tomar las medidas necesarias para que estos hechos no ocurran”.

Sapol asegura que cada día se registran casos de agentes heridos y critica el equipo de Coláis por haber decidido no personarse en el llamado caso Garganté, donde se acusa un concejalde la CUP de coaccionar a un médico paraque cambiara el informe sobre un “mantero” herido e inculpar así a la Policía. Critican por último el “nulo apoyo” que reciben del gobierno municipal presidido por Colau.