Con motivo de ser llamados nuevamente a las urnas, les recordaré que recientemente se han cumplido veinte años del secuestro, por los terroristas vascos de la ETA, del entonces funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. 532 días lo tuvieron metido en una zahurda subterránea entre sus heces y orines, una banda de hijos de puta capitaneada por el sanguinario Bolinaga. A los diez días de ser liberado por la Guardia Civil, esta banda de criminales secuestraba y asesinaba al joven concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco Garrido.

Pues bien, el 21 de octubre de 2013 los españoles perdíamos la dignidad como pueblo. Mientras el gobierno de Rajoy excarcelaba a más de sesenta terroristas, violadores y asesinos en serie, los partidos de izquierda y sus medios informativos guardaban el más infame, abyecto y cómplice de los silencios. Desde entonces, se especula con que más de doscientos terroristas han sido puestos en libertad sin llegar a cumplir sus condenas. Se oculta deliberadamente la cifra total de criminales excarcelados por el gobierno, mientras los partidos de izquierda y sus medios afines, que son casi todos, hacen causa común frente a semejante felonía.

E ahí, “las cincuenta sombras de Brey”; sombras que lastra junto a su particular “equipo de aduladores” el presidente de un partido, que es a su vez todavía presidente del gobierno en funciones, que no puede mirar a los ojos a los familiares de las más de ochocientas víctimas de una banda sanguinaria y criminal, porque empieza por despreciar y ciscarse en la sangre de miembros de su propio partido, que fueron vilmente acribillados por creer y defender las ideas y el programa de esa formación política:

10/07/1997- MIGUEL ANGEL BLANCO GARRIDO- CONCEJAL DEL PP (ERMUA)

11/12/1997- JOSE LUÍS CASO CORTINES- CONCEJAL DEL PP (IRUN)

09/01/1998- JOSE I. IRURETAGOYENA LARRAÑAGA- CONCEJAL DEL PP (ZARAUTZ)

30/01/1998-  ALBERTO JIMENEZ-BECERRIL BARRIO- CONCEJAL DEL PP (SEVILLA)

06/05/1998-  TOMÁS CABALLERO PASTOR- CONCEJAL DE UPN (PAMPLONA)

25/06/1998- MANUEL  ZAMARREÑO VILLORIA –  CONCEJAL DEL PP  (RENTERÍA)

04/06/2000- JESUS PEDROSA URQUIZA- CONCEJAL DEL PP (DURANGO)

15/07/2000- JOSÉ MARÍA MARTÍN CARPENA-  CONCEJAL DEL PP (MÁLAGA)

29/08/2000- MANUEL INDIANO AZAUSTRE- CONCEJAL DEL PP (ZUMÁRRAGA)

21/09/2000- JOSE LUIS RUIZ CASADO- CONCEJAL DEL PP (SAN ADRIÁ DE BESÓS)

14/12/2000- FRANCISCO CANO CONSUEGRA- CONCEJAL DEL PP (TERRASSA)

06/05/2001- MANUEL GIMENEZ ABAD-  PRESIDENTE DEL PP EN ARAGON (ZARAGOZA)

14/07/2001-JOSE JAVIER MÚGICA ASTIBIA- CONCEJAL DE UPN (LEITZA)

23/01/1995 –  GREGORIO ORDÓÑEZ FENOLLAR- PRESIDENTE DEL PP EN GUIPÚZCOA (SAN SEBASTIÁN)

En estos momentos, podemos concluir con que el gobierno de Rajoy y su “equipo de aduladores”, ejercen una guerra sorda y fría de políticos sin alma al servicio de Bruselas. Lo único que les interesa es aferrarse a la teta de la ubre nacional, aunque para ello, tengan que deshacerse de los militantes y simpatizantes del partido que siguen llevando flores a los camposantos.

La vida ya no se la podremos devolver a los que la perdieron, pero, al menos, tengamos la dignidad de escupir en la cara a los traidores, cuando vengan sin vergüenza torera a solicitarnos el voto.

Es indignante que individuos como González Pons, que se vuelca en elogios al líder de Podemos -amigo incondicional de los terroristas-, tenga el cuajo de justificar su presencia en Estrasburgo representando al PP de Gregorio Ordoñez, a la vez que oculta la traición imperdonable a las víctimas del terrorismo y en especial a las de su propio partido. Pero es que además, y esto es lo que me parece todavía más grave, está pandilla de cobardes se sienten legitimados tras la traición, por el hecho de que los partidos de izquierda y el poder mediático siempre han apoyado la medida.

En resumen, las “cincuenta sombras de Brey” son, al Partido Popular, lo que los pactos, el pasteleo y las puñaladas traperas para ir en las listas, lo son para los otros tres partidos, lo que pone de relieve una vez más, el grado de degradación y vileza que alcanza a toda esta patulea infecta que opera al amparo de un sistema corrupto y podrido, al que llaman felizmente democracia.

La guerra política, la guerra fría y sorda por perpetuarse o alcanzar el poder, viene de muy lejos. El antes y el después de la conocida como masacre del 11-M lo puso de manifiesto. Todo lo manipulan, todo lo controlan. Están tan contaminados, que cualquier español sensato debería despreciarlos sin el menor atisbo de duda. Si giramos la mirada observaremos, que en aquella monstruosa masacre, al final se sabía que si la autoría era de ETA beneficiaba electoralmente al gobierno del PP y, si era islamista, llevaba en volandas al poder al PSOE, como “casualmente” sucedió en 1982 tras el genocidio del “aceite de colza”. Hoy, ya no carecemos de elementos de juicio porque hemos visto claramente lo que se esconde detrás de toda esta farsa.

En aquella masacre del 11-M, díganme, ¿quién estaba en cada extremo de la cuerda; quién tenía los topos infiltrados entre los islamistas; qué hacían éstos ahí; con qué autorizaciones oficiales u oficiosas contaban para ello; quién los mandó y al servicio de quién o de qué estaban operando?

Y, en esta otra, ¿Quién ordena deshacerse de María San Gil y de Ortega Lara? ¿Por qué se acata sin rechistar la sentencia sobre la doctrina Parot, mientras Reino Unido desoye las que le afectan directamente cuando se trata además de sentencias de un mismo Tribunal? ¿Por qué el lanzamiento de Podemos? ¿Por qué ese interés de que el islamismo se instale en nuestro pueblo?

Estas, y otras muchas, son “las cincuenta sombras de Brey”; lo que se oculta y lo que se omite, en definitiva, lo que no ve la luz. Por eso debemos analizar pormenorizadamente los comportamientos de toda esta gentuza antes de ejercer el sufragio. ¡Basta ya entregar el voto útil o el voto del mal menor! Procedamos de manera coherente y sin miedo contra esta particular guerra política, sorda y fría, que está muy por encima de la sangre inocente de unas víctimas, que solo han sido la consecuencia fatal de las “nauseabundas contiendas electorales” de los partidos, y sus listas herméticamente cerradas.