Cae en Málaga el lugarteniente del mayor narcotraficante de Europa
La Guardia Civil ha detenido en Málaga a Emiel B., el lugarteniente de Robert Dawes, un británico considerado el mayor narcotraficante de Europa, capaz de meter casi 1,5 toneladas de cocaína en un avión desde Venezuela y cruzar el túnel del Canal de la Mancha con coches cargados de droga oculta en dobles fondos.
Dawes ya fue arrestado por los agentes del instituto armado en noviembre pasado en la Costa del Sol y en la actualidad está preso en Francia.
Ahora, según informa la Guardia Civil, se ha detenido a su lugarteniente, un holandés que quiso seguir la actividad delictiva de su líder y que continuaba desarrollando operaciones de tráfico de drogas a gran escala, además de estar relacionado con varios asesinatos de miembros de bandas rivales holandesas.
Durante la investigación a Dawes se averiguó que con él colaboraba como hombre de confianza Emiel B., de 42 años, quien con frecuencia se desplazaba desde Holanda a la provincia malagueña, donde hasta la detención de su jefe recibía instrucciones de éste sobre el tráfico y distribución de drogas que llegaban a puertos europeos, especialmente a Amberes y Rotterdam.
Así, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía holandesa, inició una investigación paralela en ese país y averiguó que Emiel B. mantenía frecuentes reuniones en Holanda con jefes de cárteles de la droga de países sudamericanos, que se desplazaban para ultimar operaciones de narcotráfico.
Los agentes descubrieron durante sus pesquisas las relaciones de “negocio” que esas organizaciones holandesas mantenían con otros individuos relacionados con el narcotráfico en Holanda vinculados a la banda motera “Satudara”.
Como resultado de las investigaciones, se determinó que Emiel B. y sus hombres podrían estar implicados en ajustes de cuentas con fusiles de asalto AK-47, en los que habrían fallecido al menos 15 personas en los tres últimos años.
Tras la detención de Robert Dawes, el equipo de investigación conjunto de la Guardia Civil y la Policía holandesa comprobó que su lugarteniente seguía visitando la costa malagueña con la intención de mantener activa la infraestructura de la red en España.
Pero en uno de sus desplazamientos, los agentes del Grupo de Drogas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le detectaron en un piso franco que la red mantenía activo en una urbanización de Torremolinos, donde fue detenido.
De forma paralela, en Holanda, la Policía de este país desarrolló la operación contra los otros miembros de la red.
En total en ambos países se han realizado 15 registros domiciliarios, en los que se han intervenido más de 6 kilos de cocaína, varias armas de fuego, 500.000 euros en efectivo, diamantes, vehículos de alta gama y 150 teléfonos encriptados, entre otros efectos.
Además, se han bloqueado diversas cuentas y propiedades en varios países europeos.
Según la Guardia Civil, eran tales las medidas de seguridad que adoptaban los miembros de la organización que para llevar a cabo las comunicaciones entre los diversos escalones de la organización, Emiel B. dotaba a todos sus hombres de telefonía encriptada con PGP, una tecnología muy avanzada en el mercado, sólo al alcance de redes criminales con gran poder económico.
El detenido, sobre el que pesaba una Orden Europea de Detención dictada por las autoridades judiciales holandesas, ha sido extraditado ya a ese país, donde se decretó su ingreso en prisión.
Desolación en la ultraizquierda.