Gestos… intrascendentes
Tan obsesionado por eso de los gestos, Francisco I habla para el anecdotario de los medios de comunicación, que no para cimentar una doctrina católica, que elude y ensombrece.
Antes que poner el ejemplo clarificante, hay que dar definiciones doctrinales. Lo contrario es vender anécdotas publicitarias sin contenido edificante.
En la misa del pasado Jueves santo (24 de marzo) dijo en su homilía: “hubo dos gestos: Jesús lavando los pies a sus discípulos, a los suyos, y el gesto de Judas, que se dirige a los enemigos de Jesús. También hoy tenemos dos gestos: esta tarde, todos nosotros juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, protestantes, pero hermanos, hijos del mismo Dios, que queremos vivir en paz, integrados e hijos del mismo Padre, juntos y de diversas religiones y culturas, pero hermanos”.
Primero, veamos. Un gesto es una acción visible y significativa de una doctrina, pensamiento o disponibilidad volitiva de la persona. El gesto de Cristo conlleva la doctrina de la caridad como virtud sobrenatural que ejemplifica en su humilde acto de servicio. Gesto trascendente inclusivo de una doctrina y no el solo hecho material o filantrópico infundado en el mismo Padre común.
Pero Judas no tuvo gesto en su traición, sino un vulgar hecho eventual delictivo, carente de ejemplificación de doctrina, ni apología de la traición. No toda acción de conducta es un gesto.
Segundo. Error grave el creer que todos somos hijos del mismo Padre, cuando hay creencias idolátricas. Hijos adoptivos de Dios solo somos los bautizados, lavando el pecado original que nos mantendría en la enemistad de nuestros primeros padres, en la rebelión soberbia contra el Creador. Los demás son criaturas de Dios, llamados a la Salvación si entran en la Santa Iglesia Católica. Etiquetarnos a todos con el lema de la fraternidad y la paz es pura filantropía masónica, hija de la revolución francesa y alejada de todo interés trascendente a la santificación y salvación de las almas. Puro naturalismo intramundano, ajeno a la conquista de la esfera sobrenatural, que solo aspira a la paz del mundo (no la de Cristo) como mera ausencia de guerra, no como paz de las conciencias, que vive en la vida de Cristo conectando lo divino con lo humano en clave religiosa.
“Cada uno en su lengua”- sigue diciendo el Papa- “ore al señor para que esa fraternidad contagie al mundo y exista la bondad”.
¿En nombre de qué y a qué Señor hay que orar, cuando cada uno se inventa el suyo? ¿Cómo vivir juntos siendo opuestos y solo congregados en nombre humanista, filantrópico, de la paz a cualquier precio (irenismo) y no en la fraternidad bajo el único y mismo Padre? ¿Cómo dormir juntos los enemigos en la misma cama, cuando son perseguidos los cristianos por el fanatismo que ni siquiera respeta las normas mismas de la ética natural?
La visión de Francisco I es puro horizontalismo irenista, ajeno intencionadamente a la conversión de los paganos y herejes y ajeno a la mayor urgencia de la salvación de las almas.
¿Pastor de alma o… diplomático de Estado?
*Sacerdote
Don Jesús: es usted un valiente y sabio. Sus palabras nos ayudan a discernir y explican lo que se nos oculta.
La obra de este masón, como se le ha de considerar a este falso papa que nos a sido impuesto por los que apuestan por “la religión planetaria”. Detrás de esta nueva envoltura de exoterismo,hay una obediencia a una operación politica de nuevo orden,para avanzar hacia la nueva religión que es la pieza fundamental del viejo plan para la conquista universal. La estrategia ya se esta trabajo dentro de la Iglesia, subvertir sus más estables principios e instituciones y así llegar a ese orden nuevo dirigido por la alta masonería. El plan existe y se está llevando a cabo no… Leer más »