Parece que estamos llegando a unos niveles preocupantes, en lo relativo al tiempo de uso de los móviles y de sus aplicaciones. Los videojuegos para móvil está siendo cada vez más exitosos, y ocuparan a corto y medio plazo cada vez más tiempo del ocio de los jóvenes.

Por supuesto, están en su derecho a disfrutar de los mismos, pero existen cosas más importantes a realizar. Y el tiempo disponible en una vida no es ilimitado. Lo que no significa que, en su justa medida, no sean útiles las aplicaciones y los videojuegos, pero en su adecuada proporción, como todo en la existencia. Los excesos siempre son malos.

Y en la era digital en la que ya estamos viviendo, parece que con las gafas virtuales, los relojes inteligentes y otros artilugios tecnológicos similares está disminuyendo la profundidad y la extensión de la vida real o mundana.

La proliferación de los objetos inteligentes, por ejemplo, neveras, lavadoras, televisores, etc., es la plasmación de los avances de la inteligencia artificial. Pero cada vez mayor número de individuos están geolocalizados. La privacidad y la libertad de movimientos parece que están disminuyendo en ciertos sentidos, al menos, para ciertas personas.

La realidad ampliada no debe sustituir a la realidad verdadera. Por ejemplo, las gafas inteligentes de Google son un avance extraordinario, pero no creo que sea lo más adecuado llevarlas puestas constantemente. Y es la tendencia que se aproxima de cara a los próximos años y decenios.

No debemos convertirnos en unos seres humanos robotizados. Si bien se está progresando, tecnológicamente, en esta línea. Entre otras causas, por la influencia de grandes multinacionales y empresas que ven un mercado nuevo por explotar. Es el de la publicidad de infinidad de productos y servicios digitales o no, a través de lo virtual y de la realidad aumentada. Las posibilidades del marketing digital son asombrosas. Y, cada vez más, al aumentar la cantidad de sujetos con acceso a Internet en los próximos lustros.

De hecho, uno de los sectores con más empleo ya es el de los videojuegos, puesto que deben ser creados y preparados para poder venderlos o ponerlos a disposición de los jugadores. Ya que la publicidad soporta las versiones gratuitas de las aplicaciones de juegos.

En los adolescentes y jóvenes es en los que el uso del móvil es cada vez más intenso y continuo. Al menos, en una considerable parte de ellos, no en todos. Pero esto también sucede en adultos.

Considero que la tecnología debe estar al servicio de los seres humanos, y no al revés. La profundidad de la observación y participación en el mundo real, de forma directa, sin aparatos de por medio, es esencial para una existencia más plena, enriquecedora y satisfactoria. La conversación, la lectura, la reflexión, la expresión escrita y el arte son fundamentales, y no deben ser arrinconadas, por el excesivo uso de los artilugios electrónicos.