Este periódico digital fue el primero en hablar de la “israelización” de Europa y parece que el término ha tenido amplia aceptación y ha proporcionado ideas para varios artículos, lo que me alegra ya que considero que las ideas no son propiedad de ninguno, sino que pululan por la energía del Universo y brotan donde menos se las espera.

Así las ideas son inesperadas y desde el momento en que el ISIS proclama que ha infiltrado a más de 4.000 yihadistas entre la desordenada marea de refugiados, los atentados en Europa sí son esperados y estamos viviendo la tragedia de que pasen a convertirse en hechos cotidianos. Lo que implica una tibia aceptación de que Europa se encoje atemorizada ante miles de psicópatas asesinos, algo que, las madres y abuelas, jamás vamos a permitir.

Los gobernantes puede que traten de camuflar su incapacidad e ignorancia bajo las cortinas de humo de unos medios de información, que tratan de controlar y censurar a toda costa. Medios informativos que comulgan con “la verdad oficial” malamente cuando, tras un ataque sanguinario no se habla de yihadismo sino de “enfermedad mental”. Los criminales no son islamistas sino que “están en tratamiento psiquiátrico” que es una manera políticamente correcta de denominar a los sociópatas parasitarios que están empapando de sangre nuestras naciones. Pero la broma macabra del “enfermo mental” ya ha causado hartazgo y el que traten de solapar y encubrir los feroces crímenes cotidianos dosificando la información a los ciudadanos, es algo de sobras conocido y que va acrecentando el estado de furor de los europeos.

¿Funeral de Estado para el anciano sacerdote degollado en Normandía? No es respuesta, los símbolos no sirven cuando en Francia se permite que potenciales criminales peligrosos y perfectamente identificados por la policía, sigan en libertad y sigan en Francia. Y no sirven cuando, en Alemania la censura en la prensa es casi absoluta de la mano de una canciller, Angela Merkel, que es su día, hace ya mucho, fuera la esperanza de Europa y que hoy es, sencillamente, la ruina de Europa. Sin que Bruselas tome las riendas.

¿Para qué sirve la Unión Europea si no es capaz de llegar a respuestas comunes ante la ola de terrorismo que sacude Europa? Bueno, sirve para temas económicos y para dar buenos sueldos a los políticos y funcionarios que trabajan a pocos kilómetros del gueto islamista de Mollenbeck. Si dicen que Bruselas es “el corazón de Europa” y lo dicen en serio y no en plan satírico, ese corazón es un puro by-pass y tiene encima más ruinas que Pompeya.

Bruselas es el mejor escaparate de una Europa israelizada, pero sin israelitas, es decir, con víctimas absolutamente indefensas, incapaces de reaccionar, bajo el fuego, pero sin posibilidad de defenderse para no acabar ante un tribunal. Aquí no nos defiende Tzahal, las Fuerzas de Defensa de Israel, ni es “de buen tono” hablar de guerra y menos aún de matar a los enemigos antes de que ellos nos maten a nosotros, aquí no podemos depositar nuestra confianza en el mejor y más capacitado servicio secreto del mundo que es el Mossad, nos tenemos que conformar con la Interpol que avisa cuando hay un sospechoso de terrorismo, pero tratar de combatir al enemigo con medios policiales y judiciales les aseguro que es muy poco rentable. De hecho los dos asesinos del anciano sacerdote ya estaban fichados. Lo que sirvió más bien poco o nada. Y como ellos miles de sospechosos de islamismo radical que siguen pululando por nuestro territorio, cuando las madres y las abuelas, sencillamente, no queremos que estén aquí y suplicamos de entrada la sencilla aplicación de esos Códigos Civiles que vienen a ser comunes para toda Europa. Algo tan sencillo como eso. Porque viviendo “israelizados” se pasa mucho miedo y nuestro miedo se traduce en impotencia, porque sabemos que nuestros gobernantes no nos quieren escuchar. Aunque las madres y las abuelas sí vamos a hablar, será porque nosotras no nos arrodillamos ante la (por el momento) potencia económica de las ricas monarquías medievales árabes. Nosotras no vamos a obtener ganancias en forma de inversiones o comisiones por los grandes negocios amamantados por los petrodólares, es más, no los queremos. No queremos ser víctimas del nuevo colonialismo del jeque que compra sin control en las grandes capitales, si sus inversiones suponen el tener que rendirles vasallaje no nos interesa que inviertan.

Que financien mezquitas en Europa cuando nosotros podamos financiar iglesias cristianas y sinagogas en Arabia Saudí y Emiratos, porque donde no hay reciprocidad hay humillación y cobardía. No queremos su dinero ni en Europa ni en ningún lugar de Occidente : no estamos en venta. Y no queremos su petróleo, antes lo compramos en nuestra cristiana y occidental hermana Rusia, con la que compartimos bastante ADN e incalculable historia. Por más que el partido demócrata americano quiera hacer resurgir de las cenizas el fantasma de la guerra fría, de hecho los partidarios de la Teoría de la Conspiración hablan mucho y mal de la financiación de ese partido, Rusia no es nuestra enemiga sino nuestra hermana. Al Igual que Israel. Am Israel Jai es la cuna común de nuestra civilización y de nuestra cultura y Jerusalén es nuestra patria espiritual y siempre lo será, desde hace cinco mil años, por lo que le llevamos ventajas a los mil y pico años de historia de los islámicos.

La mano que mece la cuna de Europa, las mujeres, tenemos las ideas muy claras, Jerusalén es nuestra capital y nuestro patrimonio, Israel nuestra cuna, los palestinos un invento para sacar dinero y esa célebre cooperación internacional que consiste ni más ni menos que quitarle el dinero a los pobres de los países ricos para regalárselo a los ricos de los países pobres. Rusia es hermana. Putin el primer mandatario occidental que atacó a los podridos psicópatas llenos de anfetaminas del ISIS y el que les invitó a rezar a su Dios ya que, mandarlos con él era cosa suya (de Putin).

No todo es sencillo cuando se mueven hediondos intereses económicos, pero la aplicación de las leyes civiles para comenzar a reparar Europa sí es sencilla: en todos los Códigos Civiles aparece el apartado de la nacionalidad, cómo se adquiere y cómo se pierde. Y en todos aparece como causa de la pérdida de la nacionalidad el “luchar con un ejército enemigo en caso de guerra”. Todos los islamistas radicales o sospechosos de serlo en Europa, caso de tener la nacionalidad, han de perderla automáticamente y con una ventaja: en los países árabes la nacionalidad es por la sangre lo que significa que individuos nacidos en Europa de padres extranjeros siguen conservando su nacionalidad de origen. Pérdida de nacionalidad y expulsión a sus países de origen junto a sus familias. Claman los defensores de los Derechos Humanos (por lo de las familias) y las madres decimos que no hay problemas que, las mismas subvenciones que se les pagan aquí se les pagarán allí, allí y no aquí. Es cuestión de dinero y mejor pagar en Marruecos, Túnez o Argelia que amamantar a potenciales enemigos públicos. Repatriaciones masivas y publicitadas para conformar a los europeos y devolución de los refugiados a Turquía porque para eso ha cobrado a quién en las redes llaman Cerdogán y en francés Cochongan.

Y que, los mandatarios de Europa comiencen a ser citados en los Tribunales Internacionales porque mucho habrá de declarar y aclarar Angela Merkel sobre las razones de su obcecación paranóica y descontrolada con los refugiados y mucho habrá de declarar y aclarar Hollande y también Mariano Rajoy sobre su permisividad con el fanatismo salafista y su incapacidad para prohibir el salafismo y el , aún más peligroso Tabligh y clausurar mezquitas y centros de oración, prohibir oenegés y asociaciones y decirles a los de “los colectivos islámicos” que tendrán los mismos derechos que en Arabia Saudí tienen los colectivos católicos, ortodoxos, hindúes, judíos y budistas en Arabia Saudí.

Pero, si los Gobiernos fallan ¿A quién acudir?. La ONU desde el momento en que nombró a Arabia Saudí como Defensora de los Derechos Humanos ha perdido toda su credibilidad. En La Haya no han comenzado aún a reclamar a los yihadistas encarcelados para ser juzgados por genocidio, Estrasburgo y su alto Tribunal de los Derechos Humanos no han condenado a gobiernos que han arrebatado el derecho de sus ciudadanos a vivir en paz y no israelizados y siempre temiendo el próximo atentado. ¿Qué hacen La Haya y Estrasburgo? ¿Para qué cobrar sus magníficos sueldos los eurodiputados? ¿Por qué Bruselas, ejemplo, escaparate y prototipo de ciudad atemorizada e israelizada no ha visto trasladadas sus instalaciones de la Unión Europea a ciudades de países seguros como son los de la Europa del Este?

Existe una página en facebook que se llama “Israel bajo fuego” tendremos que crear una página de “Europa bajo fuego” pero aquí sin heroicos soldados y entrenados ciudadanos capaces de responder, sin una “Cúpula de Hierro” y sin un “Margen protector”. Aquí sin alguien que sea al menos la sombra descafeinada de un Benny Gantz ni de un Netanyahu. Aquí más solos que un lagarto en el desierto del Sáhara. Pero aún en nuestra soledad y desprotección no nos vamos a resignar, el Síndrome de Estocolmo que parecen padecer quienes nos gobiernan no alcanzará jamás a las manos que mecen las cunas.

Políticos de Europa: las madres no nos vamos a conformar. Y vosotros lo sabéis. Y si no lo sabéis os vais a enterar.