Los habitantes de Tokio comienzan a evacuar la ciudad ante la llegada de radiación
La población de Tokio comienza a organizar evacuaciones a medida que se multiplican las advertencias sobre la llegada de radiación a la ciudad, proveniente de la central nuclear de Fukushima-1. Muchos ciudadanos han optado por hacer acopio de provisiones por temor a quedarse aislados en casa.
En algunas tiendas comienzan a escasear radios, linternas, velas, bidones de combustible y sacos de dormir. Varias embajadas han pedido a su personal y a la población en general que abandonen las áreas afectadas, los turistas vuelven apresurados a sus lugares de origen y muchas multinacionales emplazan a sus empleados a que salgan de la urbe.
La alarma se ha desatado con el anuncio de que se habían registrado “niveles insignificantes” de yodo y cesio en Saitama, dentro del área urbana de Tokio. En esta población la radiactividad es 40 veces superior a la habitual, aunque no lo suficientemente elevada para causar el pánico.
El viento en la zona del accidente nuclear (unos 300 kilómetros al norte de la capital) se mueve en dirección sur, aunque a medida que avancen las horas virará al oeste. La Agencia Meteorológica de Japón prevé que los vientos cogerán velocidad el miércoles y más adelante cambiarán en dirección al este.