El deporte español triunfa en Rio
En primer lugar mi felicitación a los 304 deportistas que han representado a España y a todos los españoles en Rio de Janeiro. Solo algunos han logrado medalla, pero todos se han ganado –todavía más-, nuestra admiración y respeto. Ellos, no solo han puesto de manifiesto sus cualidades para competir con los mejores del mundo, sino algo que considero mucho más importante, fuerza moral para lanzar y transmitir un mensaje a todos los niños y jóvenes de nuestro pueblo, para decirles, que el camino que los llevará hasta el éxito en cualquier campo a lo largo de sus vidas no es otro que la dedicación, el trabajo, la disciplina, la constancia, la perseverancia, el esfuerzo, y un gran espíritu de sacrificio.
Allí, en Rio, han estado compitiendo nuestros mejores atletas representando a una gran nación que se llama España. Nos hemos emocionado con ellos hasta la extenuación. Se ha izado nuestra bandera y escuchado respetuosamente nuestro himno sin insultos ni pitidos. Ha sido una verdadera gozada ver a nuestros deportistas, lejos de las venenosas derechas e izquierdas y de la ponzoñosa y contaminante política antinacional que nos acosa, poder libremente llorar, besar y abrazar con orgullo la bandera de su Patria, sin sentir vergüenza ni presionados por grupos secesionistas y antiespañoles.
Ha sido todo un clamor ver a nuestros deportistas brillar con luz propia. Hombres y mujeres que eligieron un día llevar una vida ordenada y saludable, pero no exenta de altibajos, tropiezos y de mucho sacrificio, han llegado a lo más alto en el deporte sirviendo a su vez de estímulo y ejemplo para todos nuestros hijos y nietos. Ellos son el testimonio del tesón en el trabajo, con la mirada puesta en el objetivo de engrandecer a su Patria. Por eso son el espejo en el que deberían mirarse todos nuestros jóvenes si quieren emprender el camino correcto. Y como todo deporte es incompatible con el perroflautismo, allí, en Rio, y entre los nuestros, no tenían cabida los que tienen como objetivo la okupación, el alcohol, y las drogas.
Han competido representando a España jóvenes de cualquier parte de nuestra geografía y de distintos estratos sociales. Han alcanzado un sueño. El orden, la seriedad en el trabajo y la disciplina, han sido la clave para lograrlo, por lo tanto, un referente claro para animar a nuestros emprendedores; a esos que ilusionados se esfuerzan cada día para crear empresas y levantar y engrandecer nuestra nación en nombre de la meritocracia. Y como el esfuerzo y la disciplina son conceptos claramente enfrentados a lo que conocemos como parasitocracia, allí, en Rio, y entre los nuestros, no había lugar para que se manifestara ni enseñoreara ningún club de zánganos, la vagancia o la holgazanería.
Deseándoles muchos más éxitos a todos ellos, les envío un fuerte abrazo desde aquí a los 304 deportistas que nos han representado, extensivo también a todos los profesionales que los han ayudado a lograr sus objetivos. Que los éxitos alcanzados para España por nuestros atletas, tras años de dedicación, esfuerzo y sacrificio, nos sirvan de acicate en esta hora de los nacionalismos independentistas, para ser y sentirnos más españoles que nunca.